Broken (SUSPENDIDA)

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Cuando Micaela bajó del avión quiso hacer todo rápido para no cruzarse de nuevo con Paulo, ni tampoco con ninguno de sus compañeros. No quería hacer enfurecer al futbolista sabiendo que era ella quien tenía todas las de perder.

Obviamente eso no iba a suceder. Porque bajo casi en simultáneo con Lucas Alario, quien al verla trotó hasta llegar a su lado y ayudarla con su valija.

- Gracias pero no es necesario - le dijo Mica aunque él solo sonrió y le hizo caso omiso siguiendo llevando la maleta y caminando a su lado.

- Así que... ¿dónde te hospedas el tiempo que dure el mundial? - le preguntó Lucas para romper el hielo y aparte porque era una cuestión que le importaba, la rubia le gustaba desde hace mucho y ahora no se le iba a escapar. 

- Emmmm... buena pregunta - respondió la rubia mirando en su agenda el nombre y dirección del hotel que le habían designado. - En el Radisson Royal.

- En moscú. Vamos a estar ahí también - sonrió feliz Lucas y Mica empezó a toser nerviosa. - ¿Estas bien, linda?

- Sí, es que... no sabía que iba a estar en el mismo hotel que la Selección - dijo ella como pudo pensando para si misma como el destino se había empeñado en torturarla. Merecida tortura pero que no le gustaba, obviamente. 

- Es buenísimo, ¿no? Vamos a poder pasar tiempo juntos - habló con optimismo Lucas.

- Seeeee, ¿vos queres que Sol me mate, no? - bromeó la rubia y él lanzó una carcajada recordando porque Micaela le había cortado el rostro por Instagram.

- Ay por favor, que supere. Estuvimos juntos una sola noche, nada formal, no tiene porque meterse en lo que nosotros hacemos. - dijo con firmeza y seguridad que contagiaba a cualquiera. 

- Ya metiste un nosotros en la oración, es preocupante. - siguió bromeando ella mientras él le guiñaba un ojo y le pasaba un brazo por la espalda para caminar abrazados. 

Mientras Paulo caminaba junto a Gonzalo y Sergio unos pasos más atrás de la parejita. 

- ¿De qué tanto se ríen? Cualquiera. - bufó Dybala molesto. - ¿Dónde esta el pelotudo de Sampaoli que lo deja a este hacer lo que quiera?

- Dejalo chamuyar tranquilo, ¿que te jode? - lo molestó el Kun sin despegar la vista del celular. 

- Que venimos a jugar a la pelota, no a levantar minas. Y este a la primera de cambio, ya deja el grupo y se va con la rubia. CUALQUIERA. - siguió indignado Paulo pero sus compañeros ya habían decidido no darle más bola al tema, para ellos, el cordobés solo exageraba.