Prologo 2

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Ángelo (10 años)

Papá y mamá estan saludando a los invitados. Odio mis fiestas de cumpleaños. Siempre había mucha gente mayor y pocos amigos míos. No es que tuviera demasiados. La alta sociedad italiana como mamá los llamaba eran lo mejor de lo mejor en América. Yo no entendía nada de eso. Mi cumpleaños era uno de los pocos días en los que me sacaban del internado en Columbia, pasaba tres días en casa. El día anterior a mi cumpleaños. El día de mi cumpleaños y el día siguiente ya estaba de regreso. Por suerte los padres de mis amigos eran conocidos de mis padres así que Matteo y Gio estaban conmigo este día. Siempre recibía muchos regalos. Costosos regalos. Pero nada que realmente me gustaba a menos que viniera de mis amigos.

Después de saludar a todas las personas al fin me fui con mis amigos. Mientras los mayores hablaban y bebían nosotros nos fuimos a la biblioteca, nos llevamos bocadillos y gaseosas y nos pusimos a jugar.

Después del pastel nos fuimos al jardín a correr. Después de las fotografías siempre nos quitábamos los sacos y los moños y podíamos ensuciarnos. Yo recordé que había dejado mi gaseosa en la biblioteca y fui por el jardín a buscarla. Estaba por entrar cuando escuche a mis padres discutiendo otra vez... siempre peleaban pero no enfrente de nadie. Si hubieran sabido que estaba allí se hubieran callado y me hubieran hecho irme. Yo podía tener diez años pero no era tonto. Sabía que papá tenía otras mujeres, no solo una, varias y a mamá le molestaba mucho eso. Siempre peleaban por eso pero ahora la pelea era peor. Parecía que papá había cometido un error muy grande. No supe cuál era ese error hasta años más tarde.

Ellos seguían discutiendo así que olvide mi gaseosa y volví con mis amigos. Jugando con ellos nada importaba, me gustaba ser un niño.

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