15

5.3K 602 9
                                    


Ángelo

Entramos en el salón después de varias fotografías y preguntas gritadas al azar que no conteste. En seguida tomo dos copas de champaña y la tomamos para calmar un poco nuestros corazones agitados por el paseo por la alfombra roja.

En seguida empresarios del medio se acercan para saludar y para saciar su curiosidad sobre Laya. Es mi novia. Las simples palabras dejan en claro que ella no está ni estará disponible porque es mía. No veo a mi madre ni a Lorenna por ningún lado, probablemente llegaran tarde como siempre. Recorrimos el lugar mirando las obras que estaban en subasta. El cuadro de Laya estaba en lo alto de las pujas. Ningún cuadro estaba anunciado por su autor. Eran donaciones anónimas pero era obvio que este era de ella. Era una sirena en el mar oscuro, ella se asomaba por la superficie mostrando solo sus ojos y su cola magnifica se mostraba en todo su esplendor. El cuadro era hipnótico y ofrecí 10 mil dólares

_ Si te gustaba te lo hubiera regalado_ susurra ella

_ me gusta colaborar y dudo que nadie ofrezca más..._ digo en su oído y luego beso suavemente su cuello haciendo que su piel se estremezca_ no puedo esperar para quitarte el vestido... y descubrir que llevas debajo..._

_ debajo del vestido amor no llevo nada_ susurra ella y agradezco que el saco del traje sea largo para que nadie vea mi erección.

Anuncian la cena y nos llevan al comedor. En las invitaciones nos indicaban la mesa 1. Mientras me acercaba a la mesa con Laya las vi. Mi madre obviamente se había hecho otra cirugía porque su rostro se veía innaturalmente joven. Llevaba un ajustado vestido negro con escote demasiado pronunciado para su edad y llevaba una copa en la mano. A su lado estaba Lorena, con un vestido rojo, sus pechos operados escapando peligrosamente del escote y un maquillaje demasiado exagerado. Había algo extraño en su rostro y supuse que se había puesto botox con mi madre como si a los 25 años lo necesitara. Mi madre odiaba la competencia aunque se tratara de una mujer que quería como nuera.

_ querido te estábamos esperando_ dice dándome dos besos al aire en la mejilla y mira a Laya como si fuera un bicho que hay que aplastar_ no sabía qué vendrías que una de tus amigas_ dice displicente

_ porque no es una amiga madre, es Laya Matheus mi novia, Laya te presento a mi madre Catarina Boher _

_ un gusto señora_ dice Laya ofreciendo su mano y mi madre la toma flojamente mirándola de pies a cabeza

_ no sabía que tenías novia, nunca llamas a tu madre_

_ no necesito darte datos sobre mi vida para que estes sobre mi _ digo brusco

_ Ángelo te vez muy bien_ dice Lorenna

_ no puedo decir lo mismo ¿te hiciste algo en la cara?_ ella aprieta los labios para no contestar

_ le recomendé ponerse botox, por unas pequeñas líneas de expresión en sus ojos_

_ Las líneas de expresión son líneas de vida señora Boher, quien no las tenga no ha vivido o no sabe vivir_ dice Laya. Mi madre aprieta sus finos labios. Toma a Lorenna del brazo que parece consternada y la lleva a sus asientos justo enfrente de los nuestros.

En nuestra mesa se unen el gobernador Army Kingston y su esposa Eliza. El abogado Robert Palmerton y su esposa Nayara, ella es india y es una diseñadora de modas muy popular.

_ tu sari es impresionante_ dice Laya después de las presentaciones y Nayara se sonroja

_ gracias es una de mis creaciones_

_ dios tengo que visitar tu atelier amo la ropa atemporal y única_ dice Laya y Nayara sonríe entusiasmada

_ ¿tu vestido es un Dior de la colección vintage_ pregunta Nayara

_ si, lo compre en un viaje que hice a París _

_ imagino que tu vida debe haberse vuelto muy excitante al lado de mi hijo_ mi madre la mira con sorna

_ no fui con su hijo señora fui por una exposición de mis obras_

_ así que eres artista_ dice Lorenna con desprecio_ la mayoría de los artistas son unos muertos de hambre tienes suerte de tener a Ángelo_

_ Lorenna_ advierto pero Laya aprieta suevamente mi mano

_ Lorenna lamento decepcionarte pero gano muy bien vendiendo mi arte_ dice suavemente

_ el arte es lo que hace hermosa esta vida, mi mujer y yo tenemos una obsesión por Tormentt _ dice Army el gobernador y le giña el ojo a Laya y de esa forma sé que se conocen

_ es un placer poder darle vida y color al mundo _

_ supongo que debes ser buena_ dice mi madre y sé que va a contraatacar _ ¿ en cuánto has vendido la última pieza?_

_ realmente no recuerdo yo no estoy al tanto del dinero pero quizás el gobernador Army me pueda refrescar la memoria ya que él fue quien la compro_ dice y veo a mi madre atragantarse con la comida disimuladamente

_ Tu última obra fue un hermoso cuadro con especies marinas que tengo colgado en mi living para el deleite de mis ojos y el de mi mujer que te ama Tormentt_ dice mientras Eliza asiente_  y si no me equivoco lo pagamos 50 mil dólares pero valió cada centavo y donaste más de la mitad al refugio de indigentes de la calle 12 y eso sirvió para ayudar a muchas personas, eres una artista fabulosa y muy generosa_ dice levantando la copa y brindando con ella

_ Gracias Army_ dice ella con un guiño

_ Tú..._ gime Lorenna_ tú eres... Tormentt_ susurra casi catatónica

_ sí, soy Tormentt_ dice Laya orgullosa, y yo estoy orgulloso de ella.

El resto de la cena pasa en un borrón de todos hablando con Laya sobre su arte. Mi madre y Lorenna están demasiado impresionadas para decir algo más y tirar veneno. Laya no es la muerta de hambre que creían que era, probablemente tenga más dinero que yo.

La cena termina y pasamos al salón de subastas. Laya se separa de mi para ir al servicio mientras yo hablo con el gobernador y veo a mi madre dejar a Lorenna a su suerte e ir tras ella. No me preocupo Laya sabe de sobra como manejarla.


The art of lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora