FINAL

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Laya

Acomodarme a la vida con Ángelo fue más fácil de lo que esperaba. Siempre había vivido sola y tenía mis costumbres y horarios extraños. Por supuesto que con Ángelo había cambiado mis costumbres nocturnas. Antes la noche era para trabajar, beber y fumar sin parar. Ahora pasaba las noches en sus brazos y nunca había dormido mejor que después de esos orgasmos que me daba sin piedad.

Él me había dado el mirador para tener mi estudio. Era un lugar precioso rodeado de ventanas que se podían mantener cerradas para que el aire marino, la sal y la arena no corrompieran mis pinturas y trabajos. Tenía un sistema de aire acondicionado y unas vistas preciosas aunque también tenía una bodega donde podía guardar las pinturas sin que les diera el sol. Después de hacerme conocida mis pedidos de trabajos se duplicaron.

Aun así conserve el bunker. Yakima tenía la idea de que podía tener su oficina en donde antes era mi estudio y abajo podríamos hacer una exposición permanente en donde iríamos cambiando las obras todos los meses.

Estaba feliz con Gio y yo estaba feliz por ella. Era mi mejor amiga, daría la vida por ella y ella por mí sin dudarlo y su felicidad era la mía. Anna también se había unido a nuestro grupo, su relación con Matteo iba muy en serio. Siempre se los veía conversando en voz baja, sonriéndose tomados de las manos. Era la clase de chica que Matteo necesitaba para ser feliz. Ella había estado casada de muy joven. Su marido había sido un hombre controlador y abusivo que ni si quiera la dejaba trabajar. Ella había querido ser periodista toda su vida y amaba la profesión y al final acepto un trabajo FreeLancer para un periódico local. Cuando su marido la descubrió se volvió loco, la acusaba de querer tener dinero propio para salir y conocer otros hombres. Empezaron a discutir y él se puso violento. Una vecina escucho los gritos y llamo a la policía. Entraron justo cuando él estaba intentando ahorcarla con sus manos. Ella termino en el hospital con dos costillas rotas, un pómulo destrozado y un brazo quebrado. El, en la cárcel por intento de asesinato.

Le costó tres años poder superar a ese monstruo y decidió mudarse de Nueva York a California para aceptar el trabajo en el periódico y aunque se había animado a salir en citas nunca llego más allá de un beso hasta que conoció a Matteo. Él era protector por naturaleza y le dio a ella la seguridad que necesitaba. Y nosotras la habíamos acogido en nuestro nido como a una amiga más. Además siempre era bueno tener un contacto interno con la prensa.

Hacía mucho tiempo que no tenía tanta estabilidad en mi vida y me hacía sentir bien.

Era sábado en la noche cuando teníamos una gala con Ángelo. Una de las revistas de su holding celebraba 20 años como una de las primeras revistas de moda. Según Anna y Yakima todo lo mejor del mundo del espectáculo y la moda estarían allí. Se volvían locos por una invitación, eran capaces de comprarla, ofrecer chismes jugosos, matar por estar allí. Era el lugar a donde todo el mundo era visto. Si estabas allí era porque estabas en la cima. El no ser invitado era casi una afrenta pública.

Ángelo le pidió a Yakima que lo organizara y ella estaba encantada. Junto con Anna hicieron la lista de los 100 top en la moda, la música y el espectáculo. Y como cada invitado podía llevar un acompañante era un evento de 200 personas sin contar con el personal que estaría de servicio y la prensa. Anna había recomendado a los fotógrafos que tendrían acreditación dentro de la fiesta y había organizado el lugar en donde se podrían dar las notas. Un espacio en donde habría un gran decorado con todas las marca de las empresas del holding de Ángelo. Así que cada estrella que se tomara una fotografía con la prensa o diera una nota también daría publicidad a las marcas del holding.

Yo elegí un vestido de Vivian Westwood vintage negro en encaje y seda con transparencias. Al principio pensé que sería demasiado provocativo pero cuando Ángelo me lo vio puesto mientras lo media me dijo algo simple

The art of lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora