Epilogo

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Seis  años después

Ángelo.

Llego a casa de la oficina. Realmente disfruto este momento. Apago el celular y lo dejo en la mesa de entrada aunque después nuestra empleada Freda seguramente lo dejara en mi mesa de noche. Me quito la cortaba y me aflojo la camisa y dejo la chaqueta colgada en una silla. Camino por la casa y subo hasta el mirador. El sonido de música suave y risas llenan el ambiente y sonrío con anticipación.

Cuando me asomo los veo. Laya mira filmando  y nuestros hijos pintando un lienzo en el suelo. Los mellizos están todo llenos de pintura y sus manos pasan por el lienzo que ya no es blanco. Sino que es una composición de hermosos colores vivos que Laya transformara en algo luego de que ellos terminen.

Nos casamos un año después de nuestro compromiso. En una boda triple.

Yakima y Gio se comprometieron unas semanas después que nosotros mientras viajaban a París organizando una exposición de Laya. Vinieron ya comprometidos dándonos una alegría a todos.

El compromiso de Anna y Matteo fue durante una cena en nuestra casa. Él ya nos había dicho lo que pensaba hacer y Laya lo ayudo a buscar el anillo perfecto para Anna que siempre fue muy sencilla.

Así que un año después hicimos nuestra mayor locura. Primero nos fuimos a Las Vegas. Una larga semana en la que disfrutamos paseando, apostando y divirtiéndonos en un lujoso hotel en donde todo el piso nos pertenecía.

El broche de oro fue casarnos las tres parejas en una de las capillas del amor con un Elvis panzón y risueño que luego de los tramites y la ceremonia nos canto Love Me tender mientras cada uno bailaba con su esposa.

Cuando volvimos pasamos por el juzgado y legalizamos las uniones convirtiéndonos los tres en hombres honorables.

Yakima y Gio fueron los primeros en tener un bebe. Una bella bebita llamada Kira que era un huracán travieso.

Luego Anna y Matteo tuvieron a Sean. Un chico tranquilo, dulce y amoroso que nos tuvo a todos babeando.

Y dos años después Laya y yo supimos que estaba embarazada, de mellizos.

Byron y Bryzza llegaron una mañana de octubre después de seis horas de labor de parto. Nunca había vista a Laya más hermosa que cuando cargo a nuestros bebes en su pecho por primera vez.

Fue allí cuando buscamos ayuda y Yakima nos recomendó a Freda. Fue la que la ayudo cuando tuvieron a la pequeña Kira y fue nuestra salvación. Tanto así que se quedó con nosotros y es parte de la familia. Laya me descubre y me recibe con una sonrisa

_ mira papi estamos haciendo arte como mamá_ dice Byron

_ Pero yo pinto más bonito que él_ dice Bryzza haciéndose notar. Los dos son un reflejo de nosotros con el cabello oscuro. Pero Byron tiene mis ojos azules y Bryzza los ojos violáceos de su madre. Sé que esta chiquilla me dará dolores de cabeza cuando crezca.

_ eso veo chicos _ digo acercándome a mi mujer y besándola

_ te extrañe amore_ susurro en su boca y ella sonríe

_ Yo también _ susurra y me abraza

Mientras nuestros hijos siguen pintando el lienzo Laya y yo miramos hacia el atardecer y nos abrazamos.

Beso su cuello y ella toma mis manos suavemente y las lleva hacia su vientre. Nuestro tercer hijo viene en camino y siento que la vida no pudo darme mejor regalo que esta mujer que hizo de mi vida un arte... 

The art of lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora