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Ángelo

Laya salió del hospital esa misma noche. Solo estaba un poco golpeada y las heridas eran superficiales. Estuvo en silencio desde que salimos del puerto. Solo se aferraba a mi mano sin soltarme y me dolió su mirada de miedo cuando los médicos me pidieron salir de la sala para revisarla así que me negué y nadie se atrevió a contradecirme cuando me senté a su lado y seguí tomando su mano.

Yakima y Gio estaban en la seccional con los policías y detectives dando declaraciones sobre quien eran Laurie y como Darius estaba implicado en su locura. Matteo y Anna estaban fuera de la sala esperando el alta de Laya.

Más tarde estábamos en casa. Mi mayordomo Richard nos hizo unos bocadillos y café pero Laya se quedó dormida por los tranquilizantes. Mientras la contenía en mi pecho Yakima nos contaba que después de que lo de Darius salió a la luz Laya se preocupó porque la familia de Laurie y sus hijos no quedaran desamparados. Le había conseguido un trabajo y les había dado dinero a los padres de Laurie para pagar la hipoteca de su casa en Colorado para aliviarles la carga. Nunca en mil años habría creído que Laurie cargara con tanto rencor hacia Laya. Y nunca hubiera imaginado que Darius se pudiera redimir de aquella manera por lo que le había hecho a Laya cuando estaban juntos.

Le dije a Yakima sobre las últimas palabras de Darius y la promesa de Laya. Ahora que él estaba muerto y Laurie pasaría mucho tiempo en la cárcel los niños quedarían con sus abuelos y necesitarían apoyo. Ella aseguro que se encargaría.

Unos días después el secuestro de Laya era noticia en los medios. Había periodistas y fotógrafos acampando frente a su bunker pero ella seguía en mi casa. Para poder acallar a la prensa Laya hizo una nota con Anna contando lo que había sucedido preservando el nombre de la familia para que los niños no sufrieran las consecuencias en el futuro y con eso el mundo descubrió que Laya Matheus era Tormentt.

Una semana después estábamos en mi cama abrazados. Yo acariciaba su espalda desnuda después de hacer el amor y la notaba pensativa

_ ¿en qué piensas?_ pregunto suavemente contra su cabello

_ En que todo cambiara ahora. El mundo sabrá quien soy_ dice suavemente

_ eres una artista impresionante Laya, eso es lo que eres solo que ahora el mundo sabrá que quien está detrás de tus obras y podrá contemplar tus maravillosos ojos y tu bello rostro_

_ quería pedirte perdón por no ser más cuidadosa_ susurra en mi cuello

_ no fue tu culpa, no sabías quien era el cliente, si hubiese ido Yakima probablemente la hubiera secuestrado a ella solo para hacerte daño creo que fue solo el azar que hizo que fueras tu a ese lugar_ ella se quedó mirando hacia la playa que se veía desde mi ventana

_ me gusta tanto este lugar, el mar me da una sensación de paz y me inspira casi tanto como tu_ susurra

_ Entonces ven a vivir conmigo_ digo y ella parece dejar de respirar _ no te estoy pidiendo que nos casemos aun..._ susurro_ pero me gustaría no tener que ir y venir para poder estar juntos, quiero tener tus cosas entre mis cosas, quiero verte pintar mientras trabajo, quiero verte soldar mientras yo leo informes, quiero poder tomarte en cualquier parte de esta casa sin tener que pensar en que tendrás que irte para trabajar o buscar ropa... te quiero a mi lado Laya..._

Ella levanta la mirada hacia mí y me besa suavemente

_ te vas a aburrir de mi un día..._ susurra en mi boca

_ jamás..._ digo besándola y comenzando a hacerle el amor otra vez.

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The art of lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora