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—Esperá, Nick.

Cuando terminaron de cenar se dirigieron a una discoteca. A Martina no le sorprendió que sea una de las más exclusivas de Miami ni que tuvieran reservado un sector del vip para ellos solos. Después de los acontecimientos de ese día entendió que ellos estaban acostumbrados a ese tipo de tratos, al fin y al cabo eran verdaderas estrellas mundiales y se supieron ganar ese estilo de vida.

Ya habían ingresado y ellos dos iban caminando atrás de las otras dos parejas. La castaña tiró de la mano de su novio para detenerlo y que se volteé a mirarla.

—¿Qué pasa?

—¿Podemos volver al humor que teníamos esta mañana? Desde que dije lo de mi viaje cambiaste la cara.

—Lo sé, es que no me gusta pensar que no voy a estar con vos para tu cumpleaños. ¿Qué clase de novio soy?

—El mejor, Nick. —Esa respuesta lo hizo sonreír porque notó la sinceridad en su voz.— De verdad, no es importante.

—Tu cumpleaños es importante. —La contradijo y ella bufó.

—Faltan más de dos meses, ¿pensás estar con ese ánimo por tanto tiempo?

—Tenés razón, como siempre. —Ambos rieron.— A veces no entiendo cómo haces para no enojarte con ciertas cosas de mi vida, cualquier persona normal se enojaría si su pareja no está en su cumpleaños.

—¿Me estás diciendo anormal? —Fingió ofenderse para hacerlo reír.— No me enojo porque desde que te conocí supe que no tenes una vida normal y entiendo que hay cosas que no dependen de vos. En el momento en que elegí estar con vos acepté, entre otras cosas, que este tipo de cosas podían pasar. A mi me importa más que estés conmigo cuando te necesito que el día de mi cumpleaños, y cada vez que te necesité vos estuviste ahí de una u otra forma.

Se sostuvieron la mirada unos segundos y Nick supo que ella era honesta respecto a eso. Martina no era de las mujeres que decían cosas que no se condecían con lo que sentían o pensaban. Él era consciente de que para una persona normal no era fácil decidir salir con alguien como él porque se exponía a muchas cosas que no estaban buenas y que mucha gente no consigue dominar nunca. A él mismo le costaba a veces y por eso dudó tanto antes de confesarle sus sentimientos a la argentina, no quería que ella sufriera por eso. Sabía que a su novia le costaban ciertos aspectos de su relación como los comentarios de algunos fans o la prensa, pero era sincera y no se lo ocultaba haciéndole creer que siempre estaba todo bien. Si le estaba diciendo que entendía que su agenda a veces no le permitía ciertas cosas era porque de verdad era así.

—De todas formas voy a ver si puedo organizar para ir aunque sea por ese día.

—No hagas semejante viaje por mi, babe. No te preocupes, tu intención es lo que cuenta para mi.

Lo besó unos minutos antes de ir a reunirse con los demás en el vip. La revelación de que Martina realmente lo entendía había hecho que Nick se relaje y vuelva a tener el buen humor que tenía antes de la noticia. Sus cinco acompañantes agradecieron eso porque cuando estaba de mal humor era un poco insoportable.

—¡Ronda de tequila! —Gritó Joe cuando llegó con varios shots en una bandeja. Todos menos Danielle agarraron uno y los reunieron en el centro de la ronda para chocarlos y brindar.— Uno, dos...

—¡TRES! —Gritaron los cinco antes de tomar de un trago todo el contenido del vaso.

Las muecas que hicieron cuando el tequila les quemó la garganta hizo reír a Dani.

—¿Otra? —Propuso Martina entusiasmada. Hacía mucho tiempo no tomaba esa bebida alcohólica y la situación le hizo acordar cuando hacían lo mismo con sus amigos.

Hold on (Nick Jonas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora