Capitulo 11

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KALLY'S POW

Mi día, fue lo más cercano a una guerra totalmente cansadora. Lo único que llegaba a sentir, eran las pesadas respiraciones de una ayudante de vestimenta, al vestirme el elegante y sofisticado, pero incómodo, vestido para los premios de Dante. Todavía me preguntaba como fui capaz de acceder a ir a unos insípidos premios... o peor, dejarme vestir por una amante de la moda, estrictamente correcta y digna de la perfección.
Estaba cansada de sus:
–Parate derecha; –Esos zapatos no te quedan bien; –¿Este es tu guardarropas? Dios mío; y el peor: –¿Cómo puedes ser la novia de Dante?

Toda mi respuesta, era sonreír falsamente. Pero en la última, solo hacía una mueca con el costado de mi boca. De verdad, era irritante.

También... había creído haberle dicho Dante, que no quería una asistente. Mi tía era lo suficientemente buena como para ayudarme, en vez de esta... glamourosa, –por no decir otra cosa–, mujer. Pero al parecer, como tantas cosas que dije, se lo pasó entre oreja y oreja sin importarle mi opinión.

Y gracias a eso, estaba aquí, sentada en lo que tengo entendido que es una peluquería, quejandome por los tironeos de cabello por el peluquero, que sin duda... es gay. Su voz y algunas actitudes que siendo ciega me pude dar cuenta, lo delatan en todos los sentidos.

–Ay, querida... me fas-ci-na tu cabello. –Dijo el tipo separando en definidas silabas.
Con una sonrisa, respondí:
–Muchas gracias. –Y luego de eso, el ruido de secadores, peines, planchas para el pelo, ruleros con el acero chocando mi cabello, fue oído.

{••••}

–¿Estas lista? –me preguntó el chofer, quien yo desconocía.

–Noo. –Alargué la 'o' en un leve murmullo nervioso. Él rió en una casi–silenciosa carcajada; yo pretendía hacer lo mismo, pero me resultaba imposible. Los nervios me comían las entrañas porque esto era totalmente nuevo para mí... ¿quién se imaginaría? Nadie. Jamás yo lo pensé, y ahora estaba adentrada en un largo vestido, creo que violeta, con caida en campaña, un par de piedras en el torso que favorecía a mis pechos, –aunque no tengo practicamente... nada–, pero la tasa hacía parecer que sí y la tela tan suave como el terciopelo. Era una seda con bordados, según mi tacto y las simples palabras de Angelina cuando me acompañó a elegirlo.

–No es tan complicado. Dante te está esperando afuera.

<<¿Pretendes ayudarme?>> Justamente, quería gritarle esa pregunta hipotética. Estaba nerviosa, por el hecho que millones de personas me verían ahora, incluyendo a Dante. ¿Y si me veía fea? ¿Y si mis kilos de más se notaban? ¿Y la falta de ejercicio? ¿Y el maquillaje y el pelo? O peor... ¿y si no le gustaba y me botaba en medio de la noche?

Mierda.

–¿Me ayudas? No tengo idea donde estoy y no me dejaron traer el bastón y menos a mi perro.

–Claro.

El señor chofer, era demasiado simpático; estaba segura que no lo conocí nunca, ni que jamas había escuchado una voz similar... pero era tan amigable, que me recordaba a mi papá. La misma actitud para todos, por lo tanto... me lo imaginaba como él, alto y robusto de espalda, con algo de barriga de embarazado, lentes de nerd, pelo castaño oscuro como el mío y los típicos ojos grandes de color verde esmeralda.
Enredó su brazo izquierdo, con el mío derecho, así ayudandome a caminar para donde Dante estaría. Por un momento, agradecía que estacionó en un lugar privado solo para "estrellas", por lo que aguantaría un poco de flashes y molestosas miradas que me transpasaban como un cristal claro. Pero sí, solo por unos insignificantes minutos.
Solo esperaba imaginar la reacción de él. Inclusive, pensaba verla.

Blind for love || DALLY  || Kally's MashupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora