Sonrío cuando ella me cuenta la historia.
—El padre de Ainara—Mira a su alrededor para cerciorarse que no hay nadie— Es el hermano de George. Ya ves la historia casi se repite—Sonríe con amargura.
—No sé a dónde quiere ir a parar. En mi caso no es lo mismo.
—No, pero sí es lo mismo el hecho de que si el padre de Ainara no se hubiera ido, yo nunca hubiera sido feliz con George. El padre de Ainara no me quería, ni yo a él y Ainara hubiera sido una desgraciada en un matrimonio sin amor. Tarde o temprano lo que sentía por George hubiera salido a la luz. Aunque ella no lo crea, tiene el mejor padre que podía haber tenido. Porque George siempre la ha querido como una hija. Es más ciego que el que no quiere ver. Y yo he visto que tú no amas a Ainara. ¿Qué vida le espera a ese niño?
—¿Y qué vida le espera si yo me voy? No soy un irresponsable.
—¿Quién crees que cuidará al niño cuando nazca? Tú trabajaras y conozco lo suficiente a Ainara para saber que ella no se hará cargo de él. Al final, seremos George y sobre todo yo, los que criemos al niño. E igual que puedes hacerlo si estas con Ainara, puedes ver a esa criatura siempre que quieras. Pero que esa no sea la causa de tu desgracia.
—Él no es la causa de mi desgracia.
—¿Qué pasará cuando __(tn) se case con otro? ¿Cuándo la veas tener los hijos de otro?
Tenso la mandíbula y la madre de __(tn) sonríe.
—No podrás soportarlo. Y es lo que pasará si sigues con esto.
Hace una pausa y me contempla con cariño.
—Sé que de tenerlo, tú te harías cargo de él, lo sacarías adelante aunque fueras solo. No tengo esa fe en Ainara. Sabes tan bien como yo, que elijas el camino que elijas, ese pequeño vivirá bajo mi cuidado.
—Pero podría...
—Tal vez podrías estar con él si tuvieras tu casa, y os lo llevarais a ella...periodos largos. __(tn) no es como Ainara y sé que querría a ese niño, aunque sea el hijo que has tenido con su hermana. Conozco a __(tn), aunque a veces me ha costado entenderla, pero en esto sí sé que tengo razón.
—No sé qué hacer.
—Mira al futuro y dime como lo ves.
—Ainara quiere vivir aquí, que vendamos mi casa...Sí, puede que en todo lo que me está diciendo tenga razón, pero si yo estoy casado con Ainara le doy mi protección...
—Justin se la vas a dar igual.
—No soy como mi padre, no me desentiendo de mis hijos...
—Pero amas a __(tn).
—Más que a nada en el mundo.
—No eres como tu padre Justin. Eres mejor—Dice mirando a Jazzy.
—Me gustaría poder irme con __(tn)...pero soy responsable y no puedo irme sin mirar atrás, sin pensar en ese niño...él no tiene la culpa, y como dices acabaras criándolo tú, pero él me tendría a su lado. ¿No se merece un padre?
—Eres muy bueno Justin. No es una decisión fácil.
—No, no podré soportar ver a __(tn) con otro, ni que tenga los hijos de otro...eso me mataría cada día. Pero tampoco soportaría ver a mi hijo, triste, y saber que lo es porque yo fui un egoísta. Sé lo que es quedarse horas esperando a que tu padre venga, que tu padre cambie...
—Lo siento Justin.
—¿La amas?—Ambos miramos a Ainara que viene hacia nosotros, ya se le nota el embarazo. —,¿Amas a mi hermana? Lo he escuchado todo...yo no sabía que tu y __(tn)...
—Lo siento Ainara...me enamoré de tu hermana mientras cuidaba de Jazzy.
—Por eso __(tn) se fue.
Miro a Ainara y asiento. La veo dolida y me sorprende, pensaba que no le importaba.
—Perdóname....
—No, perdóname tú a mí,...si lo hubiera sabido.
Ainara toma aire y luego mira a su madre.
—Os desobedecí. Seguí viéndome con Alan y este es el resultado—Comenta señalando su barriga, no entiendo nada, y al mirarla veo como varias lágrimas caen por su cara— Él solo quería mi dinero...como me dijisteis y se fue...Me dejó sola, me asusté y pensé que si convencía a Justin de que era el padre— Me paso la mano por el pelo, incrédulo—. Mi pequeño también contaría con un buen padre como lo ha sido siempre George para mí. Y además me asustaba venir y deciros que, pese a que me advertisteis de que Alan no era de fiar, os mentí cuando os dije que lo había dejado. Pues sería reconocer...—Me mira— Solo estaba contigo porque eras la clase de persona que mi padre podía admirar. Lo siento yo no...