Por un lado, sentía que había hecho lo correcto respecto a la videollamada. Sabía que era lo más coherente para poder animar a Robert, ya que estaba destrozado. ¿Si había pensado en las consecuencias? No, no lo había hecho. Simplemente hice lo que mi corazón mandaba, porque era claramente lo que debía de hacer. Ahora Mike estaba preocupado por mí y por lo que Michael sería capaz de hacerme como escarmiento. Yo había sido la culpable de que todo eso sucediera y aunque Robert le intentaba convencer a Mike de que había sido él, Mike sabía que yo había tenido mis manos sobre esto porque no era fácil tener conexión con alguien desaparecido y mucho menos en una máquina virtual tan potente como la que tenía Mike. Sí, tenía constancia de que Robert sabía mucho del tema de la informática y la robótica, sabía que su personaje en Marvel no era en vano porque aparte de actor, también había tenido conocimientos de la empresa de su padre. Todo iba entrelazado, aunque no era suficiente para hackear el ordenador de Michael y poder haber visto a sus hijas, cosa que era completamente imposible hasta que yo se lo facilité. Mike no dijo lo del castigo como intención de asustarme, sino de demostrarme que estaba asustado aunque casi se va de la lengua con respecto a eso. Yo sabía lo que significaba el castigo perfectamente, no lo he sufrido ninguna vez pero Mike sí, y siempre me decía que hiciera las cosas bien porque que te castigaran en esta maldita asociación era una tortura. Como le había dicho antes de toda ésta catástrofe a Rob, nos trataban como objetos y no como personas que sufren y padecen. (...) Entramos en la torre donde, supuestamente, Bruce Banner debía de estar ahí. Estaba un poco callada, por el simple hecho de que me atenía a las consecuencias. Y Michael no tardó mucho en llegar con su aspecto irónico, amenazándome con un posible y duro castigo. Yo me mantuve callada, iba a hacerle la vida imposible para que él no pudiera hacerme nada y solté una risa sarcástica cuando me dijo que no le servía para proteger a Robert. Lo que pasó después, me dejó un poco descolocada. Robert me quería a mí como su escudo protector y no a otra persona, eso me reconfortó y me dio valor a seguir hacia delante a pesar de que Robert cogió mi mano y me dirigió hacia arriba con él, lejos de Michael. Todo era difícil para él, y sabía que con Robert delante, Michael no podía sacar a la bestia que tenía dentro. No podía maltratarnos delante de una persona que le acaba de amenazar con decirle todo al gobierno y eso me atormentaba. Una vez encerrados en un cuarto, no sabíamos de quién, lo miré.
— Robert... —Llamo su atención y me mira. Soy su centro de atención y eso me hace temblar.— Estoy muy agradecida por dar la cara por mí... —Comienzo a hablar y me acerco a él. En mis ojos se reflectaba el miedo, era imposible no sentirlo.— Pero si Michael ya podía matarte de antemano, después de haberlo amenazado con decir todo al gobierno, más —Le susurro y parece que no está de acuerdo con lo que intento decirle.— Lo que quiero decirte, Rob, es que por nada del mundo quiero que te pase algo. Así que necesito que te mantengas distante con Michael, si no tienes que hablarle, no lo hagas, pero necesito saber que vas a estar a salvo porque si de alguien no te puedo proteger es de ti mismo —Le murmuro. No me doy cuenta de que estamos cerca, quizá más de lo habitual. Pero estaba tan concentrada en sus ojos que me daba igual todo lo que hubiera alrededor.— No puedo permitir que la única persona que se ha preocupado por mí hasta ahora sufra las consecuencias de algo que he hecho yo. —Murmuro mirándole a los ojos. Mi corazón no dejaba de latir fuertemente por él.
Me costó dormirme esa noche. No sabía si eran sus ojos o sus labios quien me tenía con los ojos bien abiertos mirando al pecho. Sentía una presión en el pecho por el simple hecho de que no quería dormirme por si de madrugada, me hacían algo a mí o peor, a Robert. Miles de pensamientos pasaban por mi cabeza y un sentimiento que no había conocido antes albergaba en el muy fondo de mi corazón. Me daba miedo solamente pensar que estaba pasando todo demasiado rápido con Robert aunque a la vez muy lento y me negaba a sentir cosas por él. Todos estos pensamientos me hicieron cerrar los ojos y al poco tiempo, abrirlos por un golpe. Alguien estaba en nuestra planta. Me acerqué a la puerta silenciosamente y escuché pasos, me temía lo peor. Pero cuando se acercaban a mi puerta y no a la de Robert, me tranquilicé. Me escondí por una parte de la habitación, escuchando la puerta abrirse y dos hombres fuertes de Michael entrar. Habían venido a darme ese maldito castigo, los conocía, eran de la planta de laboratorio. Intenté no hacer el ruido para que no me pillaran, pero registraran absolutamente todo y cuando me vieron, no tuve otra opción que luchar. Me lancé sobre uno de ellos haciéndole una llave y dejándolo ileso en el suelo. Los gemidos de dolor se oían tan fuerte que la torre se alarmó, lo sabía. Vinieron más malditos hombres de parte de Michael y no pude sola cuando esos hombres me doblaban la estatura y el peso.
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Surviving for your love - Robert Downey Jr
RomanceEn la realidad, no hay magia ni superhéroes que salven la humanidad. Un grupo terrorista pretende acabar con todos los actores de Marvel porque los ve una amenaza para su expansión. Todos son asignados a un agente especial de SHELD, y en este caso...