Puede que hubiera sido una completa idiota todo este tiempo. Puede que me hubiera pasado con Robert sobre el tema de ignorarle por completo. Pero lo que nadie —excepto ahora Mike— sabían era que lo hacía por motivos muy claros. Estaba completamente horrorizada por el sentimiento que comenzaba a crecer en mi interior de un interés más allá del trabajo. Nunca lo había sentido y jamás pensé sentirlo hasta que Robert estuvo en mi cargo. Y es que mis pensamientos parecían una canción repetitiva que no paraba de sonar, porque simplemente no podía dejar de pensar. Lo que más me impresionó fue que Rob entrara en la sala a por un libro y me dijera esas duras palabras. Mi cara fue frígida, no le dije nada, no le rechisté. Porque sabía que detrás de esas palabras se ocultaba una gran verdad e incluso más. ¿Acaso lo había visto dolido? ¿Acaso estaba intentando decirme algo? No, no lo sabía. Y no pensé mucho más cuando la mirada de Mike vino hacia mí cuando Robert se marchó y vio mi cara. Estaba completamente desfigurada porque no sabía si tenía un sentimiento próximo al dolor.
—Alba... —Me susurra Mike. Le miro, había sido un bocazas y esperaba que aunque Robert no hubiera preguntando o mencionado el tema, fuera porque no lo había escuchado y no porque se estaba haciendo el loco.
—Da igual, Mike. Me merezco esas palabras, no fue muy maduro por mi parte. Pero yo no mando en mi corazón, no mando en mis sentimientos y sabes qué hago cuando tengo miedo. —Le digo con la voz ahogada. Me quería ir de ahí para desaparecer, no quería darle maldita pena a nadie.
—Con este tema, el miedo hay que afrontarlo y si se puede, decirlo. ¿Has visto cómo te mira Robert? —Me pregunta Mike serio. Eso alborota mi corazón pero no, no podía ser.
—Robert no me mira de ninguna manera. Robert mira de manera especial a su esposa y a sus dos hijas. Yo no soy nada más que un escudo humano. —Le digo y me giro para marcharme de ahí.
Después de eso, me encerré en mi habitación. No me importaba que nadie necesitara de mí, a excepción de Robert. Estaba tan harta de mis pensamientos que no dudé en darle un puñetazo a la pared, haciéndome una herida en los nudillos. Me sentía impotente, me sentía mal. No quería debilitarme por este maldito sentimiento que, cuanto más lo pensaba, más crecía. Pero me era inevitable no pensar en él. Era tan jodidamente perfecto físicamente y estaba tan herido mentalmente que solamente quería atraerlo entre mis brazos y no dejarlo escapar nunca. Mi corazón latía por eso, sentía como si desvanecía cada vez que lo pensaba y debía de parar. Debía de parar, maldición. Estaba tan sumamente mal, que decidí mortificarme más viendo un álbum de fotos de todos estos años en SHELD. Fotos donde aparecíamos Mike, Jess, Faith y yo abrazados. Sonreí al observar una foto donde sale Jess con toda la cara llena de tarta y por detrás, Mike y yo riéndonos a carcajadas. El estómago se me cerró cuando vi una foto donde estábamos Jace y yo a punto de irnos a un baile como pareja. Sí. Jace fue el único novio que he tenido en mi vida, quizá al único chico que quise por encima de todo. Por eso me había dolido tanto el momento en que la televisión anunció su muerte. Porque sentí toda la nostalgia de todos los momentos que había pasado con él aunque al final decidimos quedar como amigos para no desequilibrar nuestro sistema de trabajo. Todos esos pensamientos se fueron cuando la puerta sonó y me di cuenta de que era de noche. ¿Tanto tiempo había pasado?
—Adelante —Di paso a quien quiera que fuera y cuando vi a Robert, me quedé parada. En sus manos tenía un plato de comida, más bien cena y no me importó que las fotos estuvieran a la vista. No era algo que quisiera esconder. Solamente me centré en sus palabras de disculpa y en cómo se veía arrepentido, eso me revolvía el corazón y las ganas de callarlo para que no se torturara más. No me gustaba verlo así. Que pensara que yo era una gran chica y que me había cogido cariño era totalmente irracional para mí. No había recibido tanto elogio de un desconocido que estaba fuera de mi círculo de amigos de toda la vida. Y encima, viniendo de Robert, hacía que me temblaran las piernas. Tenía una sensación bastante buena al saber que estaba aquí y que no estábamos cabreados.
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Surviving for your love - Robert Downey Jr
RomantiekEn la realidad, no hay magia ni superhéroes que salven la humanidad. Un grupo terrorista pretende acabar con todos los actores de Marvel porque los ve una amenaza para su expansión. Todos son asignados a un agente especial de SHELD, y en este caso...