Surviving for your love - Robert Downey Jr

8. Alba Brooke

Mi corazón estaba alborotado. Por un momento, pensaba que no había escapatoria, que todos mis intentos de huir de moreno habían sido en vano, porque tras mi pregunta, sentí en él un impulso que jamás había tenido conmigo. ¡Iba a besarme! En mi interior, estaba completamente feliz, sentía esas mariposas que una vez me hablaron a pesar de que Mike chafara el cuento que me estaba metiendo en la cabeza. Cuando escuché su voz, molesta en esta situación, Robert se levantó y me ayudó a levantarme también. Miré a Mike mal, él me miraba a veces de reojo con cara de pena porque sabía que me había fastidiado una situación que quería que pasara. ¡Si, quería besar a Robert! Maldición. Esto me iba a volver completamente loca.

Cuando vi toda la situación, me quedé estática. Mike venía a decirnos que la carta que supuestamente había escrito Jean, era verdadera. Antes, donde todo eran insinuaciones, sentía un poco de esperanza por tener a Robert libre pero, ahora, que era cierto, me daba una gran decepción sabiendo que era la mujer de Robert por más de una década, y sus hijas estaban de por medio de esa aventura. Los nervios pasaban por mi cuerpo, quería ir a por las niñas y traérselas a su padre, maldición. Quería que todos estuvieran juntos y que esa tal Loren pagara las consecuencias de su infidelidad. Pero tenía que estarme quieta, tuve que dejar ir a Robert y miré a Mike, mientras suspiraba. Ya no me importaba tanto lo del beso, ahora solamente me importaban los sentimientos dañados del moreno.

—Alba, yo... —Comienza a hablar Mike.

—Shhh... —Le digo mientras levanto mi dedo índice y cierro mis ojos. Estaba pensando algo para hacer por él, como si debía de enfrentarme al nuevo heredero de SHIELD y acabar con esto ya. Sin embargo, no quería tampoco perder mi vida y dejar a Robert a la merced de esos terroristas. Hasta que Rob no estuviera a salvo, yo no tenía pensado perder mi vida.

Me marché de aquel lugar inmediatamente, dejando a Mike con la carta en las manos y muchas palabras por decir. Sabía que Mike no era mal tío, al revés, yo lo quería como un hermano y me dolía mil demonios que lo hubiera hecho sentir mal en este momento. Pero él tenía que entender que no tenía que ser tan impertinente e intentar tener más tacto con el tema de Robert. No era justo por su parte haberse enterado de una noticia así como lo había hecho. Porque eso me dolía hasta a mí, y eso que yo no sabía lo que era el amor de una familia.

(...)

Después de estar toda la tarde desaparecida, hundida en mis pensamientos, decidí bajar a cenar para ver si me encontraba con Robert y me aseguraba que estaba bien. No había ido a su habitación, no quería ser pesada. No iba a quitarle intimidad después de la noticia que Mike le había dado, sabía que necesitaba estar solo para ordenar sus pensamientos y yo no me iba a interponer en ello.

Mike estaba ya de antemano en la cocina, estaba horneando vete tú a saber qué y por eso mismo mis tripas crujieron. Tenía hambre, no había comido nada desde que me levanté.

—Hey, Alba. Pensé que no bajarías —Me dice Mike. Suspiro y le miro.

—No iba a bajar, pero debo admitir que lo que cocinas huele muy bien —Le halago. No iba a ser más dura con él después de que seguramente se estuviera comiendo la cabeza toda la tarde por haberle hecho sentir mal a Rob. Él sonrió.

—Gracias... Por cierto... sobre la situación que he interrumpido...

—No pasa nada, Mike. Quizá ese beso no tenía que pasar, y no ha pasado —Le susurro y mi voz se ahoga.

—Alba.. ¿Estás bien? —Me pregunta acercándose a mí. Decido ser sincera, no perdía nada cuando Mike era como mi hermano. Por eso, negué.