十二

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Los cerezos del mayor reposaban sobre los ajenos, moviéndose con parsimonia, como si solo desearan que el sabor de los labios ajenos quedara bien impregnado en los suyos propios, succionando, sin intenciones de lastimar, de ellos a su antojo. El más bajo fue el primero en cerrar los ojos ante tal contacto y se sorprendió a sí mismo disfrutando, quizá por primera vez, del dulce sabor que los besos del menor le podían regalar.

Los brazos del más joven se hallaban alrededor de la cintura del pálido, al comienzo del beso no había tenido intenciones de retenerlo, pero ahora mismo no quería que se terminara. Siempre había pensado, incluso desde antes de que todo aquello comenzará, que los labios del mayor lucían justo como los de un muñeco y aquello le fascinaba, aunque ahora dudaba sobre si algún día sería capaz de decírselo a su dueño.

Las intenciones de ambos eran claras en esos momentos, no tenían ganas de dejar ir al otro y para uno era más extraño de lo normal. Su beso no había pasado más allá de un contacto ligero entre sus belfos, ni una otra intromisión había aparecido, la tranquilidad nublaba la conciencia de cualquiera, a tal grado que podía hacerlo parecer real.

- Oh, no pensé que los dos estuvieran aquí.

Esa voz, esa voz era la que menos necesitaba en estos momentos. El de menor estatura se vio en la necesidad de alejarse del ameno contacto creado con el más joven, soltando una que otra maldición mientras miraba dentro del salón. El hecho de que sus bocas se hubiesen separado no quería decir que YoonGi estaba dispuesto a alejarse del menor en su totalidad, pues una de sus manos seguía aferrada a la cintura ajena con posesividad, y por alguna extraña razón le gustaba que la mano ajena sostuviera su mano libre con intenciones de retenerle.

Jeongguk había sido rápido cuando cogió la mano del mayor en cuanto escuchó la voz de SeokJin al fondo de su subconsciente, no quería que el más bajo se alejara de pronto de sí mismo, quizá había sido más bien un acto reflejo ante los peligros que, pensó, podría conllevar la llegada de su hyung.

- YoonGi vino a almorzar conmigo. -Respondió aún con un poco de desconcierto, suponiendo que él tenía que dar las explicaciones que su novio no estaba dispuesto a dar-.

- Ya veo, yo... -SeokJin pensó un momento sobre lo que diría, la idea de que soltar aquello no era buena idea se instaló en su mente, pero no importó mucho cuando su necesidad de hablar era mayor-. Pensé que YoonGi estaba solo acá.

El mencionado, hasta aquel momento fue capaz de voltear a mirar al mayor de los tres, una parte de su ser comenzaba a sentirse de manera extraña y sus pulsaciones se aceleraron. El más joven fue capaz de notarlo, y entonces aunque no quería hacerlo, fue soltando lentamente la mano que antes había sujetado como si su vida dependiera de ello.

La mirada del más bajo estaba concentrada en el rostro de SeokJin, a quien se le colorearon las mejillas al notar que ahora ambos lo estaban viendo. Por un momento, la tensión eliminó a Jeongguk de aquella atmósfera, ahora solo eran SeokJin y YoonGi. Aunque para los mayores el más joven no existiera, para él ellos estaban bien presentes, podría jurar por su vida propia que la manera en la que ambos se veían tenía algo, que no podía descifrar todavía, pero que le lastimaba; y nuevamente su cerebro jugó con él, nuevamente su subconsciente rompió un poco más su corazón.

- Incluso si lo estuviera, ¿eso qué tiene que ver contigo? -La voz del pálido sonó más gruesa de lo que Jeongguk estaba acostumbrado a escuchar, quizá era debido al hecho de que sus latidos seguían cada vez en mayor aumento-.

- Quería almorzar contigo. -Y justo fue como un dejavu, pues la misma necesidad de suplica que momentos antes había salido de los labios de YoonGi, ahora se exponían ante ambos de los labios de SeokJin-.

- Pero yo estoy...

- YoonGi hizo unas brochetas de cordero que se ven deliciosas. -Interrumpió de inmediato el menor, sorprendiendo a ambos por la felicidad que exhalaba en cada una de sus palabras-. Justo le decía a hyung que no tengo hambre, además tengo que estudiar. Así que hyung. -Pronunció lentamente, tomando las manos del más bajo entre las suyas, mostrando una sonrisa que no era sincera en su totalidad-. Por favor, almuerza con SeokJin hyung.

Al decir aquello último dejó un corto beso en la frente del más bajo, para luego abrirse paso entre los dos cuerpos ajenos que se encontraban en la puerta, y se alejó lo más rápido que sus piernas le permitieron: comenzando con pasos agigantados que terminaron en una carrera por llegar a los baños. Había ayudado a YoonGi a tener un almuerzo con la persona que le gusta, él debería estar feliz, sin embargo no fue capaz de notar el momento en el que su sonrisa había sido sustituida por una dolorosa mueca que contrastaba con las lágrimas que resbalaban de sus ojos.


Jealous ; jjk + myg ; finalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora