十四

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Luego del sepulcral silencio que se coló en medio de aquellos chicos, lo único que pudo sacarlos de tremendo trance fue la risa sarcástica que salía de los labios de YoonGi, quien reía realmente animado después de aquella confesión. Rápidamente llevo su mano derecha hasta la mano de Jeongguk y sujetó fuertemente los dedos ajenos entre los suyos.

- ¿Debo estar todo el día pegado a mi novio para que no piensen que hemos terminado? -Respondió mirando a aquellos cuatro chicos que miraban expectantes a la pareja-. Solo quería conversar con un buen amigo, justo como ustedes lo han pedido. Eso no quiere decir que mi relación con JungKook haya terminado.

¿Cómo debía tomar esta señal? ¿Era algo bueno acaso? Si era así, Jeongguk entendería el porqué su pulso estaba acelerado y el temblor en sus manos. El afiance en su mano se hizo apenas un poco más fuerte, obligandolo a girar su rostro para encontrarse con el mayor, quien le miró con una tímida sonrisa en el rostro. ¿Cómo podía tener un rostro tan angelical?

SeokJin seguía mirando la escena de manera atónita, parecía que el buen humor con el que había salido de la universidad se esfumó cuando escuchó aquella mala broma por parte de Min, y luego venían a quejarse que él era el de los malos chistes. Parecía que nada de lo que habían conversado en aquel almuerzo juntos había servido de algo, o quizá SeokJin estaba tan empeñado en descubrir todo de aquella relación que no era capaz en las palabras que YoonGi le había dicho antes de salir del salón y separarse. Quizá YoonGi no le había mentido cuando le dijo que quería a JungKook.

- Hacen una linda pareja.

Habló el mayor de todos antes de mostrar, lo que se suponía, era una sonrisa. No podía negar que estaba decepcionado, una gran parte de él aún anhelaba porque YoonGi siguiera conservando sus sentimientos por él, sabía que era injusto, pero eso le hacía sentir confianza en sí mismo, y por alguna extraña razón, sus sentimientos habían estado confundiéndose en el tiempo que el menor se alejó de él. No sabía si simplemente era decepción por haber perdido a un pretendiente, o si realmente necesitaba que YoonGi le quisiera como hace tiempo lo hacía. Pensaba que el pálido era injusto por utilizar a Jeongguk para sus fines amorosos, pero justo ahora se estaba comportando de la misma manera que rechazaba en su mejor amigo.

YoonGi eliminó cualquier rastro de felicidad de su rostro cuando escuchó al mayor hablar, después de las duras palabras, que no habían sonado como tal pues se compensaron debido a la amena conversación que tomaban, que le había escupido en la cara horas antes, se le hacía bastante extraño que soltara algo como eso, mas ignoró aquello y asintió al mirar como el chico alto a su lado asentía con enorme felicidad.

YoonGi jugaba bastante cruel con las emociones de Jeongguk, pero por más que se propusiera miles de veces, no podía dejar de hacerlo. Aunque prometiera alejar sus sentimientos, aunque se prometiera no llorar más, no podía, la emoción podía más que su tenacidad y podía ser algo malo, no debía ser tan vulnerable ante los encantos y juegos del mayor. Sin embargo estaba nuevamente sonriendo como idiota por aquel chico.

- ¿Llevarás a mi bebé a casa?

Preguntó YoonGi con incertidumbre y diversión en su tono de voz, recordaba que no se llevaba tan bien con el mejor amigo de su novio, pero éste tampoco había demostrado que lo odiara a pesar de ser tan poco obvio con los sentimientos que tenía pro Jeongguk. El alto asintió con la cabeza, siendo incapaz de decir cualquier otra palabra, para luego ignorar toda la conversación que tuvieron minutos antes y girarse para cerrar el círculo entre los dos menores restantes, el más grande y él, dándole así privacidad a la pareja que se encontraba ahora despejada de ellos y cualquier intención de molestar su despedida.

Las manos del pálido viajaron por el rostro del más joven hasta llegar a sus mejillas, presionando ligeramente antes de alzarse en puntillas sobre su lugar para dejar un beso en la nariz del menor.

- Perdón.

Fue lo único que atinó a decir antes de plantarle un beso en los labios, acto que no duró demasiado, pero fue suficiente para hacer revolotear nuevamente las mariposas que se encontraban en el estómago del más joven, quien llevó una de sus manos a la cintura del más bajo dejando caricias lentas y suaves. Su cercanía no duró tanto pues el mayor pronto se alejó del alto, sonriendo y encaminándose hacia el otro montón de chicos que conversaban animadamente.

¿Por qué pedía perdón exactamente? ¿Perdón por no haber sido capaz de terminar con él? ¿Perdón por seguir usándolo de esa manera? ¿Perdón por haber sentido miedo al pensar en la idea de dejarlo?






es un capítulo corto, pero no tuvieron que esperar tres meses por él, adiós.

Jealous ; jjk + myg ; finalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora