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Una de las manos de YoonGi soltó la anatomía de Jeongguk, adentrándose en la mochila que seguía en la cama del menor, y no dudo en casi vaciarla al sacar las cosas -o al menos aquellos artículos que habían acrecentado la curiosidad de Jeongguk-, y con total pereza colocó la cajilla en color gris justo en frente del rostro del más joven. ¿A qué venía todo esto? Simplemente era inconcebible, sin embargo ahí seguía, tratando de controlar su respiración -incluso más ahora, pues la mano que aún retenía su cuerpo se encargaba de dejar unas cuantas caricias sobre su cadera-, incluso si quería acumular fuerzas para sacar al mayor -si era necesario, incluso sería a patadas-, pero no era ni capaz de girar su cuerpo, ni siquiera de quitar aquella mano sobre de sí.

- He traído las palomitas.

La interrupción de aquella persona, -casi tan sorprendida como Jeongguk- fue lo único que logró romper el incómodo silencio, que al menos por parte del más joven, se había creado en medio de aquella habitación. El más alto de los tres ni siquiera se preocupó en preguntar el qué estuviese sucediendo ahí, así como tampoco se molestó en irse del lugar para darles más privacidad, porque realmente no quería dejar a ese paliducho con su mejor amigo, y era algo que Jeongguk agradecía bastante.

Aunque cabe mencionar que la incomodidad seguía en el cuerpo del segundo menor. En primera, nunca había dejado entrar a su cuarto a alguien que no fuese YuGyeom y no esperaba que la segunda persona en conocer su refugio fuese el azabache con cara de gruñón. Tampoco esperaba ahora tener a ambos a sus lados, menos esperaba que la mano del mayor tomara la suya con tanta delicadeza al momento que su cabeza se dejaba caer sobre su hombro. No podía asegurar que éste estuviera durmiendo, pero la necesidad -que de pronto había nacido de no sé dónde- por mantener el contacto entre ambos lo confundía.

Se permitió dejar caricias con su pulgar sobre el dorso de la mano del más bajo y fue cuando una sonrisa, quizá inconsciente, se presentó en su rostro, llamando así la atención del más joven de los tres, quien no dijo nada, solo le mostró una mueca de asco exagerada antes de inundar la habitación por sus risas.

YoonGi no se inmutó ni siquiera cuando sintió las vibraciones en el cuerpo ajeno a causa de las risas, le importaba más dejar pasar el tiempo que estaba perdiendo en ese lugar. Llegar a casa de Jeongguk era una de las cosas que no planeó para esa tarde, pero no pudo hacer más cuando -extrañamente- SeokJin preguntó por el menor, para luego ofrecerle al azabache el llevarlo hasta la casa de éste, por eso tampoco espero que le invitaran a pasar, no cuando tenía un auto fuera de la casa del castaño esperando por cualquier oportunidad para descubrir su falsa relación.

Hasta cierto punto, la insistencia de SeokJin por descubrir algo para detonar la verdad de su relación con Jeongguk, le molestaba. Claro que le gustaba la manera en que reaccionaba, o que estuviera pendiente de las cosas que realizaban hasta tal punto de saber más de la vida de ambos que de la de él mismo, pero el hecho de que buscara más errores entre ambos era algo que le aturdía. Y uno de esos motivos fue el que le convenció -al menos de manera indirecta- a comprar aquel collar para que ambos lo usaran, realmente esa era una cursilería que jamás en su vida pensó comprar, pero las circunstancias le habían obligado a recurrir a él y ahora ya no estaba totalmente seguro de querer dárselo al menor a su lado.

Una de las únicas cosas que esperaba era que el alto a lado de su novio se fuera ya, tener que aguantar a un par de mocosos que se reía hasta porque una mosca se parara en la boca del otro -aunque era algo que sí era gracioso, pero YoonGi era un amargado- no estaba en sus planes, de por sí no era un aficionado a tener que convivir con más personas que no fueran sus cercanos, tampoco estaba acostumbrado a convivir con dos personas en una misma habitación, y eso era algo que lo torturaba de a poco. Por eso, pensar que dormir sería una manera más amena de llevar esa tarde había sido su primera opción. Aunque tampoco esperaba que se volviera literal tan pronto.

De pronto unos ligeros golpes en las mejillas del mayor fueron lo único que lograron hacerlo reaccionar. Abriendo lentamente sus ojos se permitió admirar el rostro que se encontraba bastante cerca de él, la mirada preocupada e inocente que le regalaba le hacía querer comerlo a besos, claro, si hubiese sido otra persona, quizá SeokJin. Pero solo era Jeongguk, así que se abstuvo de mantener por más tiempo esa clase de pensamientos y postró ambas manos en el pecho ajeno para alejar aquel cuerpo con ayuda de las mismas. No esperaba que la fuerza empleada hiciera caer al otro, realmente ni siquiera había usado mucha así que le pareció estúpido que el menor se cayera por esa estupidez.

- Es tarde, hyung. -Soltó apenado el castaño, aún acomodado en aquel lugar del suelo, y sin intenciones reales de querer levantarse-. Creo que debe irse.

El mayor estuvo a punto de asistir sin oponerse, pero la silueta de alguien más en aquella habitación le hizo avivar los sentidos. Miró con total curiosidad al alto que se había pasado toda la tarde a su lado, y por más que intento que su mirada fuese neutral como lo había sido todas las veces anteriores que le vio, no fue posible. ¿Qué le hacía creer a ese individuo que se podía quedar con el castaño cuando él era echado de la manera menos sutil?

- ¿Él no se va a ir?

Ni se pensó antes de soltar aquellas palabras, subiendo su cuerpo a la cama del castaño y en ningún momento dejó de mirar al alto. El más joven, que apenas se recuperaba de su caída momentos antes, miraba apenado a su mejor amigo, quién elevo apenas un poco los hombros antes de salir de la habitación.

- No tenía que ser tan grosero. -No quería sonar tan agresivo por miedo al mayor, pero estaba enojado por la manera en que había tratado al otro-.

- Vine para para pasar tiempo a solas contigo, y en todo momento estuvo él. Era justo que ya llegara nuestro momento. -Mencionó con total calma, mientras acercaba al menor por la cintura hasta colocarlo frente a él, haciendo notar una sonrisa ladina antes de dejar caer su cabeza sobre el torso ajeno-.


Jealous ; jjk + myg ; finalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora