No me mires, tu mirada es ilegal (LTFL #2)

Capítulo 7. Como me gustaría que no fueras gay

Estaba molesta y no solo con Max, en especial conmigo misma, me volvía a pasar y yo como tonta volvía a caer. Me acerque a mi supuesto príncipe azul y a esa chica. Javier venía detrás de mí, Max luce sorprendido al verme, veamos que tiene por decirme.

—Estabas demasiado ocupado para no responder mi mensaje

—No lo vi —responde él

—Así que estas demasiado ocupado—dije casi riendo, mis lágrimas me delataban, la chica que me observa con cierta burla.

—Linda no lo arruines —su tono en ese momento me dio asco—solo vamos a ver una película

—¿Quién es ella?, ¿acaso es tu prima?, ¿tu hermana?

Dios, ¿por qué buscaba un rayo de esperanza?, era estúpido pensar que eran esas opciones al ver como se besaron

—Soy su prometida—dice la chica— ¿Quién eres tú?

—Adelina, ella es solo una amiga—responde Max

— ¿Solo una amiga? —pregunte al borde de la histeria—claro y con tus amigas tienes sexo

—Vamos a hablar a otro lado—Max me toma del brazo

—No se tarden, ya va a empezar la película —dice ella

Max me jala del brazo muy fuerte, yo le pedí a Javier que no nos siguiera. Llegamos a la entrada de los baños

— ¿Qué pasa contigo?, creí que eres mi príncipe azul

Él sonríe y me arrincona a la pared

—Cariño—él toma uno de los mechones de mi cabello y juega con él-eres muy ingenua, ¿creíste que serías mi esposa?, ¿acaso desconoces tu clase social?

—¿Qué?, cuando me conociste sabias de mi origen, soy una abogada, no vengo de una familia adinerada, pero tú así me aceptabas, ¿Por qué me engañaste?

Llore por su traición, ¿Por qué no lo vi antes?

—Porque se de tu origen es que no estas calificada para ser mi esposa, en cambio Adelina es mi prometida de hace años, ¿crees que la dejaría?, ella conoce de mis juegos, ella también tiene los suyos, es una relación con muchos beneficios. Princesa, entiéndelo.

¿Qué clase de personas horribles son ellos?, ¿Qué creen que son los sentimientos de las personas?

—Yo no puedo aceptar algo así, ¿pretendes que viva como tu amante?

—Veo que no eres del todo obtusa—el beso mi frente—me alegra que ya comprendas cuál es tu lugar

Nunca me había molestado una persona tanto, como lo era ahora, por lo general soy de carácter débil que acepto con paciencia las imposiciones de los demás, pero esto no lo permitiría.

—Hemos terminado—abofetee su rostro

Él se soba su mejilla y una sonrisa un poco escalofriante sale a relucir.

—¿Quién te da el derecho a elegir?, eres mía princesa—él sujeta las muñecas de mis brazos y me pega a la pared, me golpee mi espalda, invade mis labios sin permiso, lo que yo logro morderlo. Lo empuje y salí corriendo.

Llegue hasta donde esta Javi, lo tome del brazo y salimos casi corriendo del lugar.

— ¡Te llamare, princesa! —escuche el grito de Max

—Que feo gustos tienes—escucho a la mujer que se supone es su prometida.

Ya cuando estábamos afuera