No me mires, tu mirada es ilegal (LTFL #2)

capítulo 5. Ella es solo una amiga

Tuve que cancelar mi noche con Javi. Max simplemente es increíble me esperaba en la recepción con un ramo de rosas, no pude negarme a una cita con él, es tan divino y perfecto como el príncipe azul que siempre soñé para mí, ni siquiera me dejo que cambiara mi ropa, dijo que estaba perfecta así.

— ¿A dónde vamos? — pregunte ya curiosa

Estaba en su auto, un lujoso audi r8. El formo una sonrisa en su rostro ante mi pregunta, se giró hacia mí y en un tono seductor pronuncio.

—Es una sorpresa.

—Ahora estoy impaciente, ¡me encanta las sorpresas! —admití.

El sello mis labios con uno de sus dedos, yo estaba impaciente, él se acomodó en su asiento, después de ajustar su cinturón, acomodo su espejo retrovisor, se peinó sus cabellos como si estuviera admirando su belleza y de reojo me observo mientras encendía el coche.

—Esta sorpresa te va encantar mucho bonita, ya veraz

—Ahora estoy más ansiosa

El condujo el coche, el tráfico era terrible, lo único que me consolaba era que hoy sería una velada inolvidable, por lo que la espera en la carretera era lo de menos.

Después de dos horas, llegamos al lugar que Max tenía de sorpresa para mí. Llegamos al estacionamiento, creo reconocer el lugar.

—Ponte esto, será más emotivo-el me extiende un pañuelo de seda para que me cubra los ojos.

Así lo hizo, después escuche como bajaba del auto y la puerta del copiloto era abierta, me ayudo a bajar del coche, luego caminamos, escuché la voces de personas cada vez más cerca y que el ambiente cambio.

Cuando el pañuelo fue retirado de mi rostro, no tenía palabras, rápido le di un beso en la mejilla.

— ¿Te gusta? —pregunta él

—Claro, los acuarios siempre me han parecido románticos—el paso su brazo sobre mis hombros, acercándome a él

—Al principio no estaba seguro de traerte aquí, pero al ver tu rostro sonriente mis dudas desaparecieron ¿te parece si cenamos? —me dice él

Yo aún seguía fascinaba viendo las peceras llena de peces multicolores y otras especies marinas, no es que no haya estado en un acuario antes, es solo el detalle de Max el que me conmovió profundamente.

—Si estoy hambrienta

—Vamos, ya tengo reservada una mesa—me ofreció su brazo para ir a la par de él

Llegamos a una mesa que no está muy lejos del lugar, arriba en el techo se podía ver más peces de colores, estaba iluminada por luces de colores. En la mesa había una botella de vino y dos copas, el mesero nos esperaba.

—Traiga, dos de la especialidad de la casa—ordeno él

El mesero se retiro

Yo tome las manos de mi amado príncipe, estaba agradecida con cada detalle tan hermoso, él me sonrió y acaricio mis manos.

—Te ves hermosa hoy, la iluminación hace realza más tu mirada —acercamos más nuestros rostro, hasta que el menciono en tono de susurro -tu mirada debe ser ilegal.

Seguro me sonroje, tan caballero.

—Basta tan adulador, tú debes ser ilegal. Eres tan adictivo como una droga.

Él se carcajea.

—Es el mejor cumplido que he recibido hasta ahora. —él me sirve una copa de vino y se sirve otra él