Screen - Fillie

Capítulo 5: Cuanto menos sepas, mejor.

Los Ángeles, California.

Octubre 31, 2020.

Cuando entro a mi habitación el celular está a punto de caerse de la mesa de noche de tanto vibrar, en vano corro por tratar de agarrarlo pero no alcanzo a llegar cuando estrella contra el suelo.

Mierda.

Apenas lo recojo puedo ver casi un sin fin de mensajes y 17 llamadas perdidas. La mayoría de ellos de Lilia y Noah.

Lilia : Millie Bobby Brown❤️

Lilia: ¿ Dónde estás ?

Noah: Te necesito

Noah: Millie es urgente❗️

No sigo deslizando. Marco el número de Noah de inmediato.

—Por Dios Millie, ¿donde has estado metida?— pregunta respondiendo el teléfono sin siquiera decir hola.

—Hey hola, me la pase muy bien, gracias por preguntar. ¿Olvidaste que le prometí a Ava que la llevaría a recoger dulces este año?

Al otro lado de la línea hay tanto ruido que no puedo escuchar lo que responde.

—Hello. ¿Noah?... ¿Donde estás?

Más ruido.

—¿Noah?

—Millie, creo que ha sido una muy mala decisión haber venido a esta fiesta...Tienes que venir por mí

—¿Qué?

—Que esto es un desmadre, que he perdido mi billetera y que no hay vehículo particular que me saque de aquí.

—Noah Schanpp. Esto no es una estrategia para que yo te acompañe a esa horrible fiesta ¿cierto? Porque créeme, ni siquiera he asistido a la de Lilia.

—Claro que no —dice— Es más ni siquiera te bajes del auto, solo llámame cuando estés aquí.

Suspiro porque he estado toda la tarde y parte de la noche caminando y jugando con niños de ocho años, conducir no es algo que me apetezca hacer ahora mismo.

—Millie, por favor.

Ruedo los ojos. Sé que tengo que ir por él, Noah no esta familiarizado con esta ciudad y estoy casi segura de que ha salido sin avisarle a alguno de los de su equipo.

—Esto te va a salir muy caro, envíame tu ubicación.

****

Estaciono unos metros lejos de la entrada de la casa que indica el GPS. El sitio está atestado de autos pero no puedo ver ni una sola persona afuera.

—Vamos Noah, contesta.

Cambio el teléfono a mi otro oído y reviso la guantera del auto en busca de un cargador, estoy en 2 % desde hace 5 minutos. En cualquier momento mi teléfono morirá.

—No no no no.

Se apaga en el tercer timbre.

Genial.

No encuentro cargador y estoy más que segura que he dejado el otro celular en casa.

Cierro mis ojos en cuanto me recuesto en el apoya cabezas, y me digo que Noah saldrá apenas vea mi llamada perdida.