Capítulo 11: Shout About It.

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La noche del concierto regresamos a casa todos excepto Finn. Él no ha venido a dormir aquí las ultimas dos noches, tampoco ha estado completamente en las jornadas de grabación. Supongo que ha pedido permiso para atender los asuntos de Calpurnia mientras sus amigos están en la ciudad. No quiero decir que me alegra un poco el hecho de que no este aquí, pero la verdad agradezco el tener algo de tiempo para organizar mis emociones.

Desde la noche del concierto mi mente está en todas partes y en ninguna. Simplemente no logro concentrarme, ni en cosas tan pequeñas como prestar atención a la película que acabamos de ver, o más bien que acaba de reproducirse porque Sadie se durmió hace más de 15 minutos y yo sigo aquí sentada mirando a los créditos, enredándome más con mis pensamientos.

La puerta principal se abre y me giro inmediatamente para ver quién es pero con las luces apagadas me es muy difícil reconocer quien ha llegado. Solo puedo divisar la silueta de un hombre alto que se desplaza con lentitud hacia las escaleras.

—¿Finn?

Se detiene cuando menciono su nombre, pero no dice nada. Solo se queda allí parado durante los segundos que me toma decidir levantarme del sofa y caminar hasta él.

Cuando me ve intenta articular algo que termina en un murmuro que no logro comprender. Finn luce desorientado y tiene la mirada perdida.

Está ebrio.

No, no otra vez. Odio verlo en este estado.

—¿Finn?

Ni siquiera sé por qué estoy llamándolo, como esperando que su sobriedad apareciera y le permitiera responderme en este instante.

Reproducir Shout About It Cover.

Lo tomo de la mano y le ayudo a subir las escaleras porque no hay modo de que llegue arriba estando tan inestable. Cuando llegamos a su cuarto lo dirijo hasta la cama esperando que caiga dormido pero él se opone. Pensaba que todo lo que quería una persona estando ebria era un lugar para dormir.

Pero Finn no.

Finn está pensando en algo, no sé en qué exactamente pero lo está haciendo, y por la expresión de su rostro sé que es algo que no le gusta.

Me toma por sorpresa cuando finalmente se mueve, aún se agarra a mí cuando se sienta por lo que me hace perder el equilibrio y tengo que apoyarme en su hombro para no caer encima de él. Intento separarme inmediatamente pero los brazos de Finn me retienen por la cintura.

Está abrazándome, creo.

Su cabeza se presiona en mi pecho, justo a la altura de mi corazón. Cierra los ojos y sus cejas se fruncen en una expresión casi que de dolor.

Está llorando.

O al menos eso quiere, pero no puede. No emite ningún sonido, y ni una sola lágrima le cae por el rostro.

—Finn...

—No.

Se aferra más a mí. Me duele, no la fuerza con la que me aprieta sino verlo así, aunque no entiendo lo que le pasa solo quiero ayudarlo, pero supongo que lo único que puedo hacer ahora es estar.

Me quedo allí inmóvil ante su agarre, sólo mis manos se mueven para acariciarle el cabello en un intento por aliviarlo. Finalmente, tras varios minutos sus brazos empiezan aflojar hasta que caen a sus costados. Lo miro fijamente. Las líneas en su frente desaparecen y su expresión se hace más suave, respira pausadamente y lo empujo con cuidado para que se deje caer sobre el colchón. Retiro sus zapatillas y estoy por doblar la cobija sobre su cuerpo cuando algo empieza a vibrar en su bolsillo.

Es su teléfono.

Mi primer instinto es dejarlo allí, pero por alguna razón me encuentro sacándolo del blue jean. No es mi intención verlo cuando lo pongo sobre la mesa, no es mi intención leer los dos últimos mensajes cuando la pantalla se ilumina, pero pasa.

Iris: Finn por favor contesta.
Iris: Finn me has dejado preocupada, por favor contesta.

Iris está llamando en este momento. Iris siempre ha estado ahí, Iris Apatow está en el tope de la lista de personas que Finn Wolfhard llamaría en sus peores momentos. Finn confía en Iris, para confiar hay que querer, creo que Finn quiere a Iris. Creo que Finn y Iris son algo.



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