Luli ya podía imaginar una zanja con su nombre en ella. Al ver a Anto, Sofu y Tati rodeandola, tuvo la fugaz idea de tirarse al suelo y clamar misericordia. Y casi lo hace. Casi. Justo en el momento en que Tati se preparaba para dar la primer piña, un grito que provenía de la NET interrumpió toda actividad. Fueron corriendo a las puertas, donde Mel ya estaba con Oli. Faltaban sólo unos minutos para que se cerraran las puertas, como todas las noches. Luli no veía un sorete, y le preguntó a la persona más cerca, que curiosamente era Maca, que carajos pasaba.
- Tini y Mica fueron a fijarse que onda el bicho muerto, pero parece que hubo u...
La voz de Maca fue interrumpida por un grito. Ahora, a lo lejos, podían ver a Tini, y arriba de los hombros de Tini, estaba Mica, muerta... O desmayada, no se veía un carajo. Mel se dio vuelta los anteojos con su teoría que con los cristales cóncavos se ve mejor que con los convexos, una teoría digna de un porro de lechuga, de la cual nadie en la NET entendía una mierda.
- DALE TINUCHA, APURATE. MOVE LAS GAMBAAAAAAS. - Gritó Mela, a lo que Tini, con un poco de dificultad, le respondió con un corte de mangas bien sassy.
De pronto, como si un ser malvado llamado Dashner lo hubiese querido, las paredes se agutaron. Era la señal que necesitaban todos para alejarse, porque se iban a cerrar. Luli no sabía que hacer. No podía dejar a Tini y a Mica dentro, con todos esos bichos raros y mortales. Miró hacia las otras chicas, a ver qué carajos hacían, pero como todas eran re pajeras, ni se movieron. Es más, algunas pusieron reposeras y se sentaron a ver qué onda. Barajó un montón de posibilidades, y se quedó con la más estúpida idea jamás pensada.
Y se largó a correr hacia ellas.
