Tini no necesitaba matar a los bichos esos feos. Con sólo pararse en una pose badass, ellos corrían lejos. The perks of being so sassy. Mientras tanto, Oli había salido a ayudar a Valen, a quien Mela le estaba pegando con las bolsas llenas de polietileno y le decía "MUERE, BICHO".
- Boluda, ¿qué haces? ¡Es Valen! - Le gritó Oli.
- Uuuh, perdón. Pensé que eras un bicho.
- Y después la que no ve un choto soy yo... - Dijo Valen indignada.
Luli estaba clavando caños en las caras de los bichos, haciendo como si peleara, pero lo que quería realmente era que la picaran. Sofu se había alejado un poquito de Luli, y estaba con Tati y Fiore, pateandole la cara a un bicho. Mel, con ayuda de Agus que había vencido a la paja y había decidido salir, dejando a cargo a Maca, se había subido a uno de los bichos y le estaba arrancando todos los cables esos raritos.
- BOLUDA, ¿CUAL CORTO? ¿ROJO O AZUL?- Le gritó a Tini.
- EL VERDE, BOLUDA, EL VERDE.
Mel cortó el rojo. El bicho explotó y las bañó en grasa.
- PELOTUDA, TE DIJE EL VERDE.
- PERO CORTÉ EL VERDE D:
- NO, IDIOTA, CORTASTE EL ROJO. LA PRÓXIMA MANDEN A ALGUIEN QUE SEPA DIFERENCIAR LOS COLORES...
Mel se sacudió la grasa de la ropa. Tenía los lentes llenos de intestino de bicho. Le dieron ganas de vomitar.
- Chicas, todo piola, pero estoy hecha un asco. Me voy a bañar. - Dijo, yéndose para la cabaña.
- ¿ME ESTÁS JODIENDO, MELINA? - Gritó Luli con bronca. En ese instante, soltó el palo. No se dio cuenta, o quizá si, de como un bicho se acercaba a su mano. Probablemente si. O sea, si. Porque la muy genia diosa idola quería. Sabía el dolor y sufrimiento que iba a pasar por tres días. Había eacuchado los gritos desgarradores de Mica a media noche, gritos que despertaban a Ludmi, que es una cosa casi imposible porque duerme como... bueno no tengo con quien comparar, EL PUNTO ES QUE DUERME LA HIJA DE SU MADRE.
Todo pasó en cámara lenta. Mel se daba vuelta en medio camino. Valen le pegaba a Mela. Oli se caía de cara al piso. Tini caminaba hacia atrás. Tati, Fiore y Sofu alzaban los palos. Agus se rascaba la nuca. Y de pronto, oscuridad. Y DE PRONTO, RISAS. Su plan había funcionado.
El bicho de mierda la había picado.
