Capítulo 12: "Descontrol"

6.6K 560 414
                                    


Harry no había encontrado al rubito en todo el día, pero eso no había disminuído un ápice la traición que le removía por dentro. Se sentía traicionado por Malfoy, pero especialmente estúpido por haber sido engañado con tanta facilidad. Además por ese estúpido slytherin. Maldito imbécil.

Así que cuando entró en el cuarto, sabía perfectamente lo que le quería decir y cómo se lo iba a decir.

***

Draco supo tres cosas cuando Harry cerró la puerta del cuarto bruscamente y le encaró con una mezcla de decepción y odio en los ojos. La primera, que Weasley y Granger ya sabían lo que estaba pasando entre ambos. La segunda, que Potter había recordado a Katie Bell y el hecho de que él era un presunto mortífago. Y tercera, que Harry Potter le ponía muchísimo cuando discutían. Se avergonzaba de haber caído tan bajo, pero era innegable. Lo había notado en el Gran Comedor cuando se le acercó demasiado y lo volvía a notar en ese momento mientras le atravesaban sus furiosos ojos verdes.

─Eres el responsable de que Katie esté en el hospital.

No era una pregunta, así que Draco no respondió. Se limitó a mirarle con toda la neutralidad de la que fue capaz. Potter no sabía de lo que hablaba, no se merecía explicaciones. Sí, quería comerle la boca después de lo ocurrido en el Gran Comedor, y sí, consideraba que estaba especialmente guapo con esa agitación encima (guapo dentro de su fealdad, claro), pero eso no significaba absolutamente nada ni cambiaba en aspecto alguno la enemistad que compartían.

─¿Ni siquiera te molestas en negarlo?

─¿Para qué quieres que lo niegue, Potter? ¿Acaso me vas a creer?

Harry dudó. Creería cualquier cosa que saliera de esa boca. Es decir, claro que no le creería.

Ugh.

─No, Malfoy, ya sé que fuiste tú...─respondió asqueado─. No estabas en Hogsmeade pero mandaste a alguien... ¿A Pansy? ¿Para que pudiera entrar en el baño de las chicas? ¿De verdad eres tan mezquino para pasarle tus mierdas a los demás con tal de salir de rositas?

Draco parpadeó lentamente, ocultando cualquier tipo de dolor que le pudieran haber causado esas palabras. Al ver que Harry no añadía nada más, se giró dispuesto a marcharse de la habitación.

─Ah, no, Malfoy ─le frenó Harry agarrándole del brazo─, no te vas a escapar. Quiero que lo reconozcas y que...

─¡SUÉLTAME, POTTER! ─gritó Draco, zafándose del agarre del pelinegro─. He tenido suficientes acusaciones de mierda por hoy. ¿Quiéres dejar de meterte donde no te llaman? ¿A qué venía lo de esta mañana? Menudo estúpido... ¿Por qué tienes la necesidad de humillarme? No me afecta, pero creo que tienes un serio problema. ¿Y lo de acercarte a mi cara? ¿En qué estabas pensando? ¿Potty quería besarme?

─¡No me cambies de tema! ─gritó Harry a su vez, volviendo a agarrarle, esta vez de los hombros─. ¡Para de actuar como si ninguna de tus acciones tuviera repercusiones! ¿Tú qué mierdas hacías mirándome tanto?

─¡No te estaba mirando!

─Debo de tener un agujero en la nuca, Malfoy. ¿Qué pasa con tu sigilo?

─¿Sigilo para que nadie pueda meterse con Harry Potter porque es gay?

─¡Mi problema es contigo, no con ser gay! No quiero que me relacionen contigo.

─¿Y para qué se lo cuentas a la comadreja y a la sangre sucia?

─¡Hablas de machismo y eres el primero en discriminar por sangre!─respondió indignado, apretando su agarre y mirándole con tanta furia que no se percató de que cada vez estaban más cerca─. ¡Y fuiste tú quien me miraste y desencadenaste que se enteraran!

La habitación rojiverdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora