Capítulo 27: "Bien o Mal"

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Harry no hacía nunca nada por él. Durante toda su vida se había dejado llevar. Es cierto que a veces una chispa le guiaba a hacer lo correcto. Una chispa que le llevaba a saber que Ron pertenecía al tipo de familias mágicas de la que quería ser amigo y otra que le llevaba a defender a una niña resabiada de un troll. Chispa, y burlas a sus tíos, chispa, y rebeldía ante un ministerio corrupto. Chispas, y un beso al que era su mayor enemigo. Momentos que hacían de él un gryffindor empedernido, pero no el héroe que todos creían que era. 

Harry era un héroe porque así le había sentenciado Voldemort, porque así lo había decidido Dumbledore, porque un mundo entero había puesto todas sus esperanzas en él por algo que había hecho Lily. Él había sido solo un niño la mayor parte del tiempo, y solo ahora se daba cuenta de que aunque todo su pasado y todas las personas de su alrededor le empujaban a ser un héroe, no lo era. No lo era porque sus acciones eran solo reacciones. Reacciones al mal más absoluto que el destino había tenido la bondad de ponerle delante. 

Harry era decente. No es difícil saber que matar muggles o hijos de muggles está: mal. Pero el Bien, el Bien que realmente vence al Mal no puede ser solo una reacción. Una guerra mágica, o no mágica, no puede ser entre el mal más malo de todos y gente que piensa que eso está mal (en vez de gente que sí sabe lo que está bien). ¿Porque qué pasa entonces cuándo se consigue frenar al mal? ¿Qué pasa cuando se pelea por el mal menor? 

Y Harry nunca ha tenido la más remota idea de qué es el Bien. Y ahora lo sabe menos que nunca. Estaría Bien dormir con Draco esa misma noche. Pero estaría Mal el dolor que acarrearía abrazarle. Bien estaba el plan de luchar al lado de Draco frente a un Mal tan Malo como Voldemort. Mal estuvo luchar contra Draco hasta casi matarlo. Las emociones que le surcaban el pecho cuando Draco sonreía estaban Bien. Pero esas mismas emociones estaban Mal cuando peleaban, por mucho que acabaran a besos. Todas esas emociones que le llevaban a actuar sin pensar, y que eran prueba de que él no era un héroe, sino simplemente un impulsivo adolescente. 

Y había llegado el momento en que sus impulsos de gryffindor empedernido le habían llevado demasiado lejos, demasiado cerca al Mal objetivo. Y ahora no sabía qué hacer con eso. 

Draco le había preguntado si había sido a propósito, pero Harry no sabía si eso importaba. Claro que había sido un accidente, igual que había sido un accidente que Draco casi matara a Ron. Y eso no le había hecho calmarse ni un poco. A él le había dado igual la intención, igual porque había una parte de él que no podía terminar de imaginarse a un Draco Malfoy Bueno, uno que no le fuera a traicionar. 

Y sin embargo, era él el que le había terminado traicionando. 

***

Si se tratara de una comedia romántica, Hermione estaría en dos momentos claves a la vez. 

Por un lado, la canción triste, la frustración de no estar juntas pese a lo bien que funcionan. 

Por el otro, la canción inquieta del comienzo, la incertidumbre antes de empezar algo que lleva tanto tiempo anticipándose. 

Ojalá fuera tan simple como una comedia romántica, incluso como dos comedias románticas a la vez. En las comedias románticas la opción que está Bien siempre está clara. Decir lo que sientes, luchar por la persona a la que quieres, y bum, final feliz. Pero lo cierto es que la realidad es mucho más complicada. Contarle sus sentimientos a Pansy no es una opción, y luchar por ella tampoco tiene sentido. Hermione es más lista que eso, más lista como para acabar como Harry con Malfoy. 

Así que la opción obvia es seguir la línea argumental que ofrece Ron. Contarle sus sentimientos, aunque no tiene demasiado claro cuáles son. Luchar por él, ¿acaso no lleva haciéndolo todos sus años en Hogwarts? Es obvio como en una comedia romántica, pero no por ello más sencillo.  Porque allí está ahora, en frente de la puerta del cuarto de los chicos, y si se para a pensar un solo segundo más, Hermione no va a ser capaz de llamar. 

La habitación rojiverdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora