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El delicioso aroma de los libros inunda sus sentidos.

No sabe cuanto tiempo lleva dentro de su estudio pero no le importa.

Se siente cómodo.

Se siente feliz.

Suspira y desliza entre sus dedos la hoja del ejemplar que tiene entre las manos.

Novelas románticas.

Ríe de ironía.

Es un enamorado del amor pero en ese tema es un desastre.

Sigue leyendo pero su mente le juega una broma.

Viktor.

El nombre de Viktor retumba en sus oídos y le hace suspirar.

Lo odia.

Lo ama.

Su corazón es un vorágine de emociones que no lo dejan tranquilo.

Rememora la primera vez que lo vio.

Phichit lo dejó solo en el restaurante porque surgió una emergencia en su trabajo.

Copa de vino en mano y un par de horas libres fueron las causantes de que estuviera en primera fila del gran espectáculo que no se esperaba.

Las notas suaves del piano acariciaron sus oídos y le aceleraron el corazón.

Maravillado había suspirado y justo en ese instante el cielo brillante del ruso chocó contra el atardecer rojizo de sus iris.

Todo desapareció a su alrededor.

Cliché pero hermoso.

Amor a primera vista.

Azul y vino colisionando, creando maravillas emocionales.

Todo reflejado en la bonita melodía que tocaban los largos dedos del mayor.

Rememora una y otra vez.

Masoquista, le grita su mente.

Idiota, susurra su corazón.

Aquello fue un error, lo sabe muy bien.

Pero lo que fue quedará grabado en su alma hasta su último aliento.

Es inquebrantable.

Cierra el libro con fuerza y lo deja en su escritorio de bonito cedro rojizo.

Camina lento hasta la ventana de la habitación.

Extraña el brillo de cielo despejado en los ojos de Viktor.

Siente que se consume en una bruma dolorosa.

Aún lo ama.

Y le duele saber como todo terminó.

Del interior de su bolsillo izquierdo saca un Zippo negro y sin mirar toma un cigarrillo de su cajetilla, esa que desde hace meses va llenando conforme se acaba.

Enciende el cigarrillo cuando lo tiene entre sus labios e inhala hasta sentir una ligera molestia en el pecho.

—Si fumas de esa manera terminarás muerto antes de cumplir tu sueño.

Exhala justo al escuchar la gruesa voz.

Inconsciente sonríe.

—Te preocupas mucho por mi, Otabek.

Lleva a sus labios nuevamente el tabaco y se da media vuelta, admirando al hombre frente a él.

Estatura media, ojos almendrados y tez morena.

Un deleite para la vista.

—Eso es porque me importas. Quiero lo mejor para ti.

Se estremece y el nudo en su garganta crece de la nada.

Su corazón palpita y siente miedo.

Miedo a que el lugar que tenía Viktor sea reemplazado.

Quiere llorar.

Quiere reír.

El amor juega muy sucio.

Y el corazón cae muy fácil.

Otabek se acerca y acaricia la mejilla de Yuuri.

No es secreto que ambos sufren por lo mismo.

Sufren por las mismas personas.

Viktor y Yuri.

Ambos traicionaron el amor del par que ahora se consuela mutuamente.

Y duele.

Pero se siente bien.

De las cenizas de un amor está renaciendo otro.

Oh, destino.

Tan cruel y maravilloso al mismo tiempo.

—Gracias, Ota.

Ambos saben que es tiempo de olvidar y sanar.

—Te quiero, Yuu.

Ambos saben que estando juntos todo irá mejor.

Sonríen mutuamente, llenos de amor y dolor.

En su mente siempre estarán los autores de su desdicha pero quieren darse la oportunidad.

Yuuri termina el cigarrillo y como es costumbre lo apaga entre sus dedos, ya sin sentir el ardor de las cenizas.

Otabek le toma por el mentón.

A su alrededor todo pasa a segundo plano.

Un beso casto sella la promesa muda de permanecer juntos.

🎹

Hellooooo...

Lamento la demora, estoy sin tiempo jaja el trabajo me absorbe :'v odio ser un "adulto".

Eeeeeeen fin...

Les va gustando la historia?

*Si

*No

Espero sus comentarios y opiniones, mis amores. Las apreciaría bastante!!!

Les deseo un precioso inicio de semana 😘

Les amo demasiado!!!

Se despide

Elliot ♥

P.D
Perdon si hay faltas de horrografía :P

Never Tear Us ApartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora