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"¿Millie?"
"¿Qué pasa?"
"¿Ya te dije que eres preciosa?"
Las palabras del pelinegro hicieron que la castaña se atragantara con las palomitas que estaba comiendo, río nerviosa y rasco su nuca de manera acelerada.
Finn sonrió con ternura y se acercó a ella dejando un pequeño beso en su mejilla, Millie seguía sin saber que hacer.
Los pensamientos de la castaña se quedaron en el aire por unos momentos, recordó la última vez que Finn la había besado y tragó saliva nerviosa.
Ambos se quedaron callados, Millie observaba cada detalle del rostro del pelinegro, y por primera vez; observo sus lindas pecas, parecían pequeñas estrellas.
Se acercó con algo de nervios y rozó su nariz con la de él, con movimientos dudosos y con las mejillas mas rojas que nunca. Del otro lado, Finn; se sentía demasiado relajado, su corazón palpitaba lentamente y sus pupilas estaban dilatadas. Millie acercó un poco más su rostro hasta rozar sus labios con los del pelinegro, de manera lentay con los nervios a flor de piel.
No pasó mucho tiempo antes de que él pelinegro juntara sus labios, moviéndose de manera decidida mientras la castaña temblaba con la nueva sensación.
Una canción tranquila sonaba de fondo. A Millie le pareció incómodo besarse ambos recostados en su cama así que se levantó sin despegar el beso. Finn imitó sus movimientos y colocó su mano en el cuello de la castaña. Ella usó sus brazos para apoyarse en el colchón de la cama.
El beso se intensificaba con cada segundo, Finn puso sus manos en la cintura de ella y la apegó más a él, buscando su calor. Millie había comenzado a quedarse sin aire, pero morir asfixiada gracias a un beso de Finn sonaba como una buena excusa.
Millie sintió como sus mejillas ardían cuando el chico comenzó a bajar sus besos, llegando a su mandíbula. Apretó los ojos con fuerza y aún insegura, levantó la cabeza dejando que el pelinegro se abriera paso hacia su cuello. Justo cuando Finn ibaa conectar sus labios con el cuello de la castaña, el timbre de la casa sonó.
Ambos se separaron enseguida, casi asustados. Millie estaba totalmente sonrojada y Finn tosió incómodo.
"Iré a abrir" Dijo la chica saliendo de la habitación enseguida, respiró unas veces antes de bajar las escaleras para llegar a la puerta de la casa.
