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Tres meses Habían pasado ya tres meses desde que Millie había vuelto a ver a Finn.
La castaña había contado cada día en el que no probara los labios pálidos del pelinegro que con solo 1 semana de conocer había logrado volverla adicta a él.
Soñaba con que el chico regresara un día, tocando su puerta y posando sus labios en los de ella apenas sus ojos se conectaran.
Pero, aparte de ser su segundo mes sin ver a Finn; también cumplía 2 meses con Jacob como su novio.
Ella estaba cansada. No quería seguir, pero tampoco quería ir a Francia con su masre porque dejaría todo atrás; sus amigos y su libertad.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por su ahora novio Jacob abrazándola, la castaña se removió de sus brazos y lo empujó con pereza.
"¿En que piensas, cariño?" Preguntó Jacob mientras la castaña lo veía con odio.
"Pienso en lo mucho que extraño que Finn me bese como si no hubiera un mañana" Respondió ante la pregunta con frialdad. Jacob frunció el ceño enojado.
"No lo entiendo, Millie. Llevo tres meses siendo bueno contigo, te doy comida, regalos y todo mi amor. ¿Qué tiene él que no tenga yo?" Preguntó Jacob haciendo señas con las manos. Millie rodó los ojos y se levantó del sillón donde estaba sentada.
"Tal vez el hecho de que me estés obligando a estar contigo" La castaña le dijo casi gritando. Jacob la tomó de la muñeca apretándola con fuerza haciendo que Millie tragara saliva nerviosa.
"No me grites" le dijo muy cerca de su rostro. Millie lo empujó alejándose de él y con odio en su mirada.
"¡No eres nadie para decirme que hacer!" La castaña tomó sus cosas y salió de la habitación de Jacob. Caminó fuera de la casa del castaño mientras se limpiaba lágrimas de rabia.
Llevaba tres meses con la misma situación, no quería seguir fingiendo a los familiares del chico que era su novia. Le aburría estar con él porque no hacia nada divertido.
Y aunque el chico ya le había robado un par de besos, nada se comparaba con los pálidos labios del pelinegro que ella tanto quería probar.
Camino con rabia hacia su casa, viendo el suelo y limpiando sus lágrimas.Su corazón palpitaba a mil por hora y sus pasos eran rápidos mientras decia entre dientes lo mucho que odiaba a Jacob.
