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Sadie fue despertada por tiernos besos en sus mejillas, uno tras otro mientras los ojos de la chica aún seguían cerrados.
"Noah, déjame dormir"
"Despierta preciosa. Tenemos que ir al doctor, necesitamos indicaciones para Noah Junior"
"¿Noah Junior?" Preguntó la pelirroja aún con los ojos cerrados. Soltó una pequeña risa por el comentario del castaño y abrió sus ojos para encontrarse con Noah sonriéndole.
"Es un lindo nombre, ¿no crees?" El castaño levantó las cejas sin dejar de sonreir. Sadie asintió riéndose y se levantó de la cama.
"¿Iremos a clases?" Preguntó la pelirroja mientras se estiraba. Noah se quedó pensando unos segundos y después asintió.
"¿Por qué? ¿Te sientes mal? ¿Quieres quedarte aquí?" Noah bombardeó de preguntas a la chica preocupado. Sadie negó con la cabeza y se acercó al castaño para dejar un beso en sus labios.
"Después de clases iremos con mi madre" Mencionó Noah haciendo que a la pelirroja le dieran escalofríos de solo pensarlo. La madre de Noah siempre había sido muy difícil de entender.
Sadie asintió y le sonrió algo cansada. Noah bostezó y se levantó de la cama para estirarse unos momentos.
"Ire con Millie" Avisó la pelirroja saliendo del cuarto y cerrando la puerta tras ella. Caminó rápido hacia la habitación de su amiga y tocó la puerta. Millie le gritó que pasara y la pelirroja abrió la puerta enseguida.
"Millie, buenos días" Le dijo sonriendo. La castaña le dijo lo mismo mientras se arreglaba para ir a clases.
"¿Tienes ropa que me prestes?" Preguntó la chica apenada. Millie enseguida asintió y se acercó a su ropero para sacar algo de ropa.
"¿Que harás con él asunto del Frijolito?" Preguntó la castaña.
"¿Frijolito?"
"Si, ya sabes. Los bebes son del tamaño de un frijolito cuando están en la panza. Lo leí en un libro" Sadie soltó una risa ante la respuesta y Millie río con ella. Se acercó y le dió unos pantalones junto a una blusa, algo muy sencillo.
"No lo sé. Noah me ha dicho que después de clases vayamos a ver a su madre, para ver si ayuda" Respondió la pelirroja mientras comenzaba a quitarse la blusa y pantalón, importándole poco que su mejor amiga estuviera frente a ella.
