Rosas azules

Capítulo VI

Posada

-Jóvenes la cena que ordenaron está lista por favor pasen al comedor- dice una empleada de la posada interrumpiendo la conversación y los tumultuosos pensamientos de Kagome.

-Gracias por el aviso- contesta la chica yendo tras la empleada, no quería seguir pensando en ése tema. Deja a Miroku atrás.

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Castillo

-Han pasado unos días desde la partida de la señorita Kagome y el joven Miroku, ¿Cree usted que se encuentren bien amo Taisho? - pregunta Tesaiga al demonio  mientras observan a Jaken regar una maceta con hermosas margaritas.

-Por supuesto que están bien, estoy seguro que el idiota cuida bien de ella...- contesta sin apartar la mirada del libro que está leyendo. Se le dificulta un poco leer. Tesaiga debe sostenerlo y cambiar de página.

-Señor yo... quisiera preguntarle algo, si no le molesta- menciona mientras mueve la hoja del libro.

-Habla

-Usted ¿Qué siente por la señorita Kagome?- lanza sin más. El mayordomo conocía a Sesshomaro desde su nacimiento, lo vio crecer, había la suficiente confianza para hacer tal pregunta tan personal.

El canino ancla sus garras en el suelo, alza la mirada hacia su empleado.

-Lo mismo que por todos ustedes- contesta sin más sonando algo distante.

-¿Nada más señor?- deseaba llegar al fondo del pozo que era el corazón de su amo.

-Nada más, ya deja de hacer preguntas. Pasa la página en silencio, quiero concentrarme- concluye irritado sumergiéndose de nuevo en el libro.

《¿Qué más me puedo permitir sentir?, es imposible que alguien sienta algo más por mí entonces... ¿Por qué yo debería sentir algo más? 》piensa el amo.

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Posada

-¿Qué Sesshomaru controla el clima?- pregunta Miroku mientras él, y Kagome cenan.

-Sí...- afirma ella muy segura de lo que dice.

-¿Cómo es eso posible?- baja la voz para que las miradas de los otros viajeros en la posada dejen de escudriñarlos.

-Sesshomaru dice que crea los rayos y luego los dirige, para la lluvia es más que suficiente lanzar algo allá arriba...- trata de explicar lo mejor que pude.

-¿Entonces es por eso que los aldeanos le temen?

-Sí

-Increíble...- muerde su pierna de pollo 《Debe estar relacionado con la alquimia... es la única explicación》

Continuaron comiendo y conversando hasta la hora de dormir.

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Luego de un agotador viaje, Kagome y Miroku al fin regresan al castillo, los reciben con júbilo.

-Los extrañamos - dicen todos (excepto el amo y el mayordomo, el cual sólo sonrió)

-Vamos ayuden a descargar la carreta hay que llevar ésto al almacén - ordena Taisho.

Todos incluido Sesshomaru ayudan en la tarea, pronto terminan, así que, se dirigen al tras patio, se sientan en una mesa de madera grande y esperan que Totosai regrese de la cocina con bebidas, están felices conversando. Las miradas de la joven azabache y del monstruo peli plata se cruzan. Ella siente como si un rayo recorriera su cuerpo hasta su corazón no puede apartar la mirada pero Taisho si y así se acabó el momento de ellos dos. Suspira bajando la cabeza.