El verdadero amor

IV

Último año en la U. Mi vida no cambió, seguía de fiesta en fiesta, de disco en disco, divirtiéndome a lo grande. Supe que Christopher se hizo enamorado de una muchacha llamada Verónica. A muchos la noticia nos le gustó, decían que seguro lo embrujó o lo hechizó, que él no era para ella, que yo era mucho mejor, a mi la verdad no me importó, con tal, no sabía realmente quien era esa tal Verónica y solo me quedó desearles muchas felicidades.

Pero esa no era la única nueva noticia, Lulu que siempre decía que saliendo de la universidad se casaba y que ya tenía todo planeado, pues… no mintió, nos presentó a su prometido que había llegado del extranjero, con el que al parecer era cierto que llevaba mucho tiempo de novios y con el que se casaría el año siguiente. Tenían todo: Iglesia, cura, salón de baile, recepción, TODO, vaya que cumplió con lo que dijo. Por su parte Madelein se había hecho enamorada de Miguel, un compañero de clases y ya llevaban junto tres meses, así que solo quedábamos Leticia y yo.

El día de la graduación fue muy emotivo, no podía creer que habían pasado cinco años desde la primera vez que entramos a la universidad y nos conocimos, lo raro era que la estábamos acabando y con mérito estudiantil. Eso fue lo mejor. Pero lo triste llegaría después de la ceremonia y la celebración: Leticia nos comunicaba que se iba, nos informó que un tío le había conseguido trabajo en una de sus empresas en Alemania y que tenía que irse al día siguiente en la noche. No podíamos creerlo, ¡Tan pronto!, no quiso que los últimos días estemos tristes por eso no nos dijo nada, pero que esperaba ese día celebrar su despedida y así lo hicimos.

Con la despedida de nuestra querida Leticia, comenzaba nuestra nueva vida. Desde ese momento nos dábamos cuenta que nada sería lo mismo. Cada una tenía caminos diferentes que seguir y, aunque nos prometimos que siempre estaríamos juntas, creo que en el fondo sabíamos que eso no sería así.

 

Yo como siempre seguía divirtiéndome, pero ya no con Madelein y Lulu, ambas siempre paraban muy ocupadas, porque cuando las llamaba para salir no podían, Madelein por que estaba con su enamorado y tenían que salir o solo querían pasar el fin de semana mirando películas en la casa de alguno de los dos. Lulu seguía con los arreglos de su boda y las cosas empeoraron sobre todo cuando faltaba una semana para la ceremonia y la Iglesia sufrió un incendio por culpa de un fiel que dejó encendida una vela. La pobre Lulu casi se muere de la cólera, debido a que no podía conseguir otro templo por que al parecer la mayoría ya estaban ocupadas por diversas ceremonias, al fin lograron encontrar una pequeña pero hermosa capilla a las afueras de la ciudad donde realizar su matrimonio.