XII

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Ya cuando me encontraba dando la vuelta a la esquina, sentí a lo lejos un grito, no llegaba a entender que era, seguro por cómo me sentía, pero mientras más fuerte se hacía, seguro porque se acercaba más a mí, pude reconocer lo que gritaban y era mi nombre, al voltear para ver quién me llamaba, me di con la sorpresa de que era Christopher quien me llamaba y quien al estar cerca me dijo: Pensé que ya no te encontraría, Daní discúlpame, disculpa mi reacción, es que jamás pensé que me dirías que me querías, pensé que este día nunca llegaría, yo te amo Daní, siempre te he amado, nunca deje de amarte y cuando me dijiste que sentías lo mismo, pensé que  todo era un sueño, una mentira y que… no lo  sé, perdóname por haberte hecho llorar.

Luego de decir todo eso, Christopher se cayó y se quedo mirándome, yo aun sentía que las lagrimas seguían saliendo de mis ojos, pero esta vez no eran de tristeza, sino de alegría, por lo que solo opté por mirarlo y abrazarlo lo más fuerte que pude y luego el me besó y fue el beso más largo y tierno que tuve y el que creo nunca olvidaré.

Ya un poco calmada después de todo lo que pasó, Christopher y yo nos fuimos a su casa a platicar más tranquilos, además él tenia mucha curiosidad por saber desde cuanto me di cuenta de que lo amaba y sobre todo quería saber por qué dejé pasar tanto tiempo sin decírselo.

Bueno después de tanta pregunta le comencé a contar con detalle como sucedió todo y que si no dije nada era porque él estaba casado y yo creía que ya mi oportunidad había pasado cuando fuimos enamorados en la universidad.

Una vez que termine de responder las preguntas que me hizo, solo nos quedó prometer olvidar los malos momentos que tuvimos y tratar de vivir el presente lo mejor que podamos y recuperar el tiempo perdido en el que estuvimos alejados y está vez hacerlo todo bien, sin mentiras, sin niñerías.

No puedo describir la alegría que siento en el corazón, ahora recién comprendo que es estar enamorada de alguien y que todo lo que viví antes solo fue una parte de mi vida por la que pasé en la que sí me divertí no puedo negarlo, pero no cambiaría este gran momento por toda esa diversión que tuve. Claro que como se imaginaran mis lindas amigas se morían por saber cómo me fue, mi teléfono no dejaba de sonar, tenía más de veinte correos electrónicos en la computadora, al principio las hice sufrir un poco, pero luego les conté como sucedió todo y se alegraron por mí, ya que veían que mi vida cambiaría para mejor y ya sentaría cabeza sobre todo al lado de Christopher.

Como mi vida no podía detenerse solo por que conseguí el amor, al día siguiente tuve que ir a trabajar, claro que un gran estimulo y mucha felicidad, la cual por cierto se me notaba en el rostro por la sonrisa que se me dibujaba.

Los días pasaban, mi relación con Christopher iba de lo mejor, nos llevábamos mejor que nunca, él quería que yo me mudara a vivir con él, yo no estaba muy segura me parecía que era muy pronto, por supuesto que eso le molestó mucho a él, ya que consideraba que después de lo que pasamos ya deberíamos estar juntos y no encontraba ninguna razón para entender por qué no quería ir a vivir con él.

De alguna manera lo entendía, pero creo que esta vez quería hacer las cosas bien, no a lo alocada como solía hacerlo, porque al  final no me resultó bien, creo que en el fondo deseaba como toda chica, comenzar con un noviazgo, si se podía pensar en matrimonio y recién vivir juntos, tal vez como Christopher pasó ya por eso, no pensaba volver a repetirlo, pero era lo que yo deseaba y tal vez ese sería uno de los principales problemas de nuestra relación, el cual tal vez pudiera  alejarnos y yo no quería eso, pero tampoco iba a callar lo que sentía, por lo que decidí pedir ayuda y consejo de las mejores, mis amigas.

Reunidas todas, si así se puede decir, recuerden que no todas estaban conmigo en el mismo lugar, por lo que estaban pero gracias a la ayuda de la computadora y una pequeña cámara en donde las veíamos, por un largo tiempo discutimos ya que unas entendían a Christopher y también me daban la razón, al final llegamos a la conclusión de que si ya habíamos pasado por todo lo que pasamos, esos momentos tan duros para ambos ya era hora de que hiciéremos las cosas bien, como se debían y si el realmente me amaba como decía tendría que entender o sino solo todo esto me demostraría que nuestro destino no era estar juntos.

Con la ayuda y toda la energía de mis amigas decidí confrontar a Christopher y decirle como me sentía y que esperara que él me entendiera, así que lo llamé y quedé en verme con él al día siguiente a la hora de almuerzo.

El verdadero amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora