VIII

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Bueno, una vez que hice todos los papeleos para el funeral del la esposa de Christopher y el ya se encontraba un poco más tranquilo, pudimos ir al velorio, ya que la familia de su esposa había llegado, claro yo también me encargue de hacer eso, de darles la triste noticia de su fallecimiento, para  mi sorpresa en pleno velorio se presento Alexander, en representación de mi trabajo llevando una corona de flores, por lo que no me quedo otro remedio que presentarlo, claro que no específicamente como mi enamorado, haber fue algo así: Alexander te presento a mi primo Christopher, Christopher él es Alexander trabajamos juntos y vino en representación de mi trabajo, un poco fría la presentación no, Christopher asombrado por lo de primo,  lo saludo y le agradeció su presencia, yo claro tuve que tratar de decir algo para que mi mentira no se descubra, como que, si primo de lo contrario no podría estar ahora ayudándote, luego de eso Christopher, entendió todo.

Alexander un poco molesto me susurro al oído, debemos hablar, yo tratando de disimular, me disculpe con Christopher y le dije que ya regresaba, que tenía que solucionar algunos problemas del trabajo y salí con Alexander al jardín.

Como ya me lo esperaba Alexander me recrimino el no haberlo presentado como su enamorado, sobre todo porque era mi familia, si claro mi primo, yo con la finalidad de que las cosas no se empeoren me hice la loca, diciendo algo como: “No lo dije, creí que si “ , y luego agregue un “Lo siento mi amor, no me di cuenta, debe ser por todo lo que paso” ya luego le invente que, de repente eso podía hacerle mal a mi primo, había perdido a su esposa y  yo no iba a refregarle en la cara, que yo si tengo a mi pareja, después de todo eso como que Alexander lo entendió, pero  me hizo prometerle que cuando pase todo esto, le diría a mi primo, yo por supuesto acepte, mentira lo dije solo para que se quede tranquilo y se pueda ir a trabajar.

Cuando regrese al velorio, divise que Christopher se encontraba hablando con algunas personas, por lo que decidí no molestarlo, entonces me dirigí a la cocina para asegurarme de que todo iba bien, cuando de repente sentí que alguien me tomaba del brazo y me decía: “Se fue tu novio”, yo un poco desconcertada me di la vuelta muy rápido para ver quién me preguntaba eso,  sorpresa era  Christopher, con una sonrisa en la cara, pero no de alegría sino de alguien que disfrutaba molestando a otro, en mi caso ese otro era yo, lo mire sorprendida y le dije,  Alexander no es mi novio, solo un compañero de trabajo, pues no parece, me dijo,  yo creo que él está enamorado de ti, lo pude notar por la forma que me miraba desde que entro y nos vio juntos y solo cambio de actitud cuando tu le dijiste que yo era tu primo.

Como no sabía que decirle, solo opte por señalar que estaba equivocado y que de seguro se confundió, creo que eso no lo convenció mucho, pero al menos dejo de molestarme y de insistir con el tema.

Tres meses después de la muerte de la esposa e hijo de  Christopher, ambos seguíamos viéndonos, yo claro lo estaba apoyando en su dolor, además el no quería estar solo y quien mejor que yo para hacerle compañía, aunque eso significaba poner en peligro mi relación con Alexander, a él solo lo veía en el trabajo, si eso se puede decir verlo, porque yo siempre estaba ocupada con todo lo que tenía que hacer y a las justas nos veíamos en la hora del almuerzo y ni siquiera solos, porque siempre estaba algún compañero del trabajo con nosotros, por lo que verán no iba nada bien lo nuestro, por lo que no debería sorprenderme lo que pasaría después.

Un día saliendo de una heladería con Christopher, el me empujo con la mano y con la otra señalaba a una pareja y  me dijo: Ese no es tu amigo del trabajo, yo claro sorprendida voltee a ver y si, era él, saliendo de un hotel con una joven a la que no pude reconocer, ambos salían abrazados y besándose, no nos vieron, tomaron un taxi y se marcharon, se que lo que vi no debió afectarme, se que yo soy la única culpable de eso, pero no podía dejar de sentir una sensación muy rara, algo que nunca había sentido antes un dolor en el corazón que no me dejaba hablar, ni pensar, sería tal vez por eso que Christopher me pregunto si me encontraba bien, me pregunto una vez más si Alexander no era algo más que un amigo, yo solo pude responder que no, solo es un compañero de trabajo, y me puse a caminar, después de eso, no volvimos a tocar el tema.

El verdadero amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora