Contando Estrellas [Zodiaco]

Capitulo 2

-Pip pip pip pi- Apagó la alarma de un manotazo. -Cinco minutos más...-Balbuceó la castaña antes de comenzar a roncar.

-¡Cinco minutos más mis nalgas!, ya levántate Piscis- Gritó la geminiana a todo pulmón. -Pisciiis, ya levántate- La sacudía en la cama.

-Déjame dormir, no seas malita- Murmuró la pecosa con cara de perrito y el pulgar en la boca.

-¡Malita mi madre, arriba!- Levantó el colchón haciendo que Piscis terminara en el suelo.

-¡Auch!... Que mala eres Gem, me las vas a pagar- Dijo acurrucada en el piso.

-¿Yo?, ¡¿mala yo?!, di que te estoy haciendo el favor de levantarte temprano para que veas a tu noviecito- Se cruzó de brazos indignada.

-¡¿Qué?!, mi cangrejito, ¡¿Dónde?!-
Abrió los ojos de golpe para levantarse como resorte, pero golpeó su cabeza con un mueble cayendo otra vez.

-¡¡Ayy!! Mmm... ¡me duele!- Gritó histérica con lágrimas en los ojos.

-¡¿Pero que tanto alboroto tie-...-
Aries abrió la puerta de una sin saber que Piscis estaba detrás dándole un tremendo golpe.

-¡Tin Tin Tin!- exclamó Géminis sosteniendo un cepillo como micrófono.
-Señoras y señores ¡tenemos un K.O.!- levantó los brazos. -Y la vencedora es... ¡Aries!- Tomó su brazo emocionada brincando por todo el cuarto.

-¡Géminis!- La rubia le bajó los humos para tumbarse al lado de Piscis, quien lloraba a lágrima, pedo y moco.

-Piscis... no sabes como lo siento, ¿Dónde te duele?- Se cubrió la boca con las manos juntas.

-A-aquí...- Señaló la pescadita a su cabeza entre quejidos.

-¡Oh my god, sangre!- Géminis salió disparada de la habitación gritando por todos lados.

No pasaron más de dos minutos cuando un tumulto se hizo al frente del lugar.

-¡Piscis!- Exclamó un chico castaño de largas pestañas, arrodillándose a su lado con un botiquín en la mano.

-Cancer..- Sollozó la chica con lágrimas en los ojos.

-No te muevas, voy a curarte esa herida-
Advirtió sacando alcohol y algunos algodones de la caja.

-¡Y ustedes bola de metiches!, ¿Qué esperan?- Miró Aries amenazante al resto de los huéspedes, que nomás escuchar, corrieron despavoridos.

-Au au au, ¡duele!- Se quejaba Piscis adolorida.

-Ya casi termino, solo... no te muevas ¿Quieres?- El castaño trató de tranquilizarla.

-Mjm- Asintió la pecosa algo sonrojada pues, su novio la estaba curando y su rostro se encontraba muy cerca de ella.

*Que bien huele* Pensó la chica un momento.

-Y... ¡Listo!- El chico juntó sus manos en un aplauso. -Como nueva. Bueno, no tanto pero está mejor- rascó su cuello.

• • •

-Mm... Oh, dios... eres tan jodidamente sexy- Murmuraba entre ronquidos un pelirrojo abrazado a su almohada.

-Ya se que soy irresistible pero levántate hombre- Reía Leo en el marco de la puerta con pastillas y una botella de agua en la mano.

-Mm... mm- Se estiraba el pecoso entre las sábanas. -¿Qué quieres Leo?- Se destapó la cara dejando ver la baba en ella. -¡Si son las 6:13 a.m.!, estaba teniendo un hermoso sueño, ¡y era la mejor parte!- Bufó molesto.