Capítulo 41

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Regresando a Watertown, dentro del Farallón, restaurant bar más famoso de la ciudad, Acuario paseaba su mirada indistinta sobre los clientes del lugar.

-¡Jefe!, tenemos una orden especial de...- Lyra caminaba rauda junto al muchacho, percibiendo esa aura desanimaba que emanaba de él.
-Acuario, ¿estás bien?- Preguntó extrañada.

-Eh, si- Éste confirmó sin siquiera prestar atención a lo que la de trenzas le decía, bajando la mirada un segundo.

-Chef, algo tramas- La chica se cruzó de brazos enarcando una ceja. -Y estoy casi segura de que ese algo tiene que ver con que aquella rubia esté a punto de agredir al guardia de seguridad- Señaló la figura de nada más que Aries, quien insistía en ingresar al local con urgencia.

Los ojos del moreno se desviaron instantáneamente a la entrada, posándose sobre los cabellos dorados de la cordera.

...

-Tiene que dejarme entrar, ¡llame al dueño si no me cree!, ¡dígale que vine a verlo!- La ariana insistía en abrir la puerta de cristal sin éxito alguno.

-Señorita, es la última vez que le digo- El robusto hombre de traje negro se masajeaba el puente de la nariz un momento. -El restaurant está reservado hasta las siete, después de esa hora podrá entrar, a menos que me muestre su invitación- Explicaba vanamente, porque la ojiazul seguía entestada con entrar.

-No me está dejando otra opción- Tomó la muñeca de la joven, jalándola fuera del edificio. -Tiene que irse aho...-

-Espera, Canes- La voz bien conocida del ojos celeste alertaba a la rubia junto al enorme hombre -Déjala entrar-

Este únicamente obedeció -Como diga señor- soltándola.

Aries se limitó a dedicarle una mirada resentida al acariciarse la muñeca con su otra mano, sin embargo, no pasaron más de cinco segundos para que Acuario la tomara en su lugar, guiándola hasta su despacho.

Una vez cerrada la puerta tras de ellos, al fin la soltó.

-¿Qué haces aquí Aries?- Recargando su peso sobre el escritorio postrado al fondo de la alcoba, posó una de sus manos sobre su frente.

-Tú mejor que nadie deberías saber que hago aquí- Ella frunció el entrecejo al dar un paso en frente, aproximándose junto al muchacho. -Nix tenía razón, no es normal que haga diseños así- Le mostró su libreta de bocetos, que exhibía una prenda un tanto peculiar.

-¿Qué?-

-¡Esto es tú culpa!, ¿no te das cuenta?- Lanzó el cuadernillo sobre el escritorio del chico.

-¿Pero de qué hablas?- Acuario la miraba con total confusión en sus ojos.

-¿Por qué me besaste?, ¿por qué dijiste todo eso?, ¡¿por qué actúas así?!- Ella acentuó las acciones del joven al sacudirse la cabeza andando en círculos sobre la alfombra azul marino.

-¿Qué?, ¿cómo así?- En realidad el moreno no sabía que decir, no estaba entendiendo nada.

-¡Como si te importara!, ¡Idiota!- Las mejillas de la ariana se tornaron rojizas al tiempo que exclamaba furiosamente, deteniéndose frente al de rizos. -¡Como si te importara lo que siento!- Recalcó arrebujando su pecho con una mano, sintiéndose impotente, confundida, y con un estambre enrollado de emociones.

Contando Estrellas [Zodiaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora