2-Golpe

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REBECCA

Entramos, y vimos que para nuestra suerte el profesor de inglés aún no había llegado, ingresamos al aula y nos sentamos en el último banco de la esquina al igual que hicimos ayer, al parecer Logan es un amuleto de la buena suerte, me quede pensando en lo que dijo.

¿El me agrada? Y si lo hace ¿Eso está mal?

Por supuesto que está mal, recuerda Rebecca, mientras menos te encariñas con alguien menos sufres y mejor la pasas. No permitas que vuelva a pasar lo de esa noche, no otra vez. Solo aléjalo y todo estará bien.

Todo estará bien.

La figura de la preceptora esfuma mis pensamientos, esto significa solo una cosa, el profesor no va a venir hoy, la preceptora entro hace un año y nos detesta por eso intenta evitar ingresar a nuestro salón y cuando lo hace retiene las ganas de gritarnos a todos, si no te gusta este trabajo entonces qué haces aquí, estar toda la vida amargada pero ganar unos pocos dólares no vale la pena.

La manera en la que mira a todos con asco me llama la atención, pero si mirada se congela en cuanto me ve, la preceptora era la novia de mi tío pero el se suicido

Buenos días alumnos, el profesor de inglés  no asistirá a la clase hoy, tienen hora libre— comentó a lo que todos soltaron un chillido de felicidad debido a la noticia, esceptuando a Logan y a mi, que lo único que hicimos fue quedarnos quietos en nuestros lugares.

Por mi lado saque mi cuaderno de dibujos y me dispuse a terminar un dibujo que había empezado hace un par de días, era un rostro, un rostro que había aparecido en mi mente en una de esas noches de insomnio, unos ojos se me aparecieron de la nada fue algo extraño pero al cabo de unos minutos me encontraba sentada en mi cama dibujando unos ojazos masculinos hermosos así que agarre mi cartuchera y saque mis lápices, me puse mis auriculares elegi la canción "Sleep on the floor" empecé a tararearla mientras el lápiz se deslizaba por la hoja como por arte de magia.

En la parte del estribillo cerré mis ojos y cante bajito, amaba esa canción se me ponía la piel de gallina cada vez que la escuchaba, lo que la música puede generar en uno es simplemente increíble, transmite alegrías, tristezas y furia, la manera en la que escuchas las letras y que a veces piensas que esas canciones están hechas para ti, que fueron escritas para contar tu historia y eso te carcome la cabeza.

"... Cause if we don't leave this town, we might never make it out"— susurre la última estrofa y exhalé exageradamente.

Abro mis ojos y me quito los auriculares, veo que están todos callados mirándome con atención e intriga, y ahí fue cuando note que había cantado en voz alta todo este tiempo, los aplausos de mi compañeros resuenan por todo el aula, intento recordar cómo respirar porque ahora por primera vez mi mente está en blanco y ese es un gravísimo problema.

Rebecca respira.

Por favor no, no quiero atención, no más.

Al parecer la rarita sabe cantar— Jake se levanta de su silla y se dirige hacia mi con los brazos cruzados y juro que puedo oler el aire de superioridad que emanan sus poros, no había ningún adulto responsable como para retarlo— ¿Hace cuánto que cantas fenómeno?

Fenómeno no.

Fenómeno puede ser referido a una persona con rasgos monstruosos y yo eso no soy, yo soy Rebecca.

Perfecto un apodo  más para añadir a la lista, yo soy la rara, pecosa, Fantasmita y ahora el fenómeno de la clase.

Déjame en paz— espete molesta y nerviosa y lo miré a los ojos, esos imponentes ojos verdes que me hacen temblar de la rabia , tomó mi cuaderno y empezó a inspeccionar mis dibujos, y mi libro negro no solo contiene dibujos si no mucho más, desde pequeña me fascinó el hecho de saber, así que en este cuaderno empecé a dibujar y también a escribir cosas que me interesan saber como el código morse, el motor de un auto, las primeras películas del mundo y demás.

La chica de porcelana (Libro R)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora