La chica de porcelana (Libro R)

18- Manchas.

REBECCA

Bendito sea el sábado. La soledad inunda la casa, mis padres, ambos, están haciendo el papeleo de la denuncia a la compañía de autobuses, así que no les quedo otra que dejarme sola, y no pude alegrarme más cuando recibí la noticia.

Encendí la calefacción y me puse unas medias gordas para poder andar por toda la casa, apenas eran las diez de la mañana y ya estaba disfrutando mi soledad a pleno. Prendí el tocadiscos de mi padre y coloqué el disco de Los Beatles.

Me muevo lentamente y cierro mis ojos para dejarme guiar por la música, siendo sincera, no me fascina la música antigua, ni siquiera me gustan los Beatles pero amo los tocadiscos, son enormes y más aún esos álbumes de cartón donde se guardan esos discos descomunales, pensar que ahora con apretar la pantalla de nuestros celulares podemos elegir entre millones de canciones, pero me gusta la idea de revolver las cosas, de salir a la calle para comprar un disco en específico, de no poder pasar de canción, en realidad nose si se pueda o no pasar de canción pero nunca lo he intentado, y por último me gusta sentirme acompañada por una misma voz, en este caso de Paul McCartney la voz principal de la banda.

La canción Hey Jude resonó en la sala. Y de repente sobre toda la música escuche a mi estómago pedir a gritos algo de comer o de beber.

Abrí la heladera y me encontré con un pack de cuatro cervezas negras, aburrida y con ganas de beber agarre una, me tire en el sofá y me entretuve por un rato viendo el noticiero con la suave música de fondo, abrí la lata de cerveza y la llevé a la boca, su gusto amargo se impregnó en esta, amo los gustos amargos, como el chocolate amargo que es cuando está en su estado más puro y real, el resto son solo imitaciones y falsedades que al principio saben bien pero que a tu cuerpo lo está matando, agarre mi celular y le envíe un mensaje a Logan, necesitaba verle.

"Logan háblame" envié el texto y suspire.

Pase de canal y me encontré con la noticia que había sido pudor en los últimos días "Encontraron a los alumnos perdidos", subí el volumen y escuché a la reportera rubia hablar sobre mi escuela y la Bristol. Se dice que el conductor estaba alcoholizado y que el autobús no estaba en condiciones de andar por calles rotas, así que cuando el chofer se equivocó de camino el autobús se fue descomponiendo a medida que avanzábamos.

—El joven que nos dio la llamada fue Logan Clark.

La cerveza se resbaló de mis manos virtiendo todo su líquido en la alfombra India de mi mamá, me puse de pie rápidamente y agarre la lata, contemplé La Mancha y me golpeé mentalmente por haber sido tan idiota.

Ahora con solo escuchar su nombre hacia desastres.

Subí las escaleras rápidamente haciendo que mi hematoma doliera, la gran mancha violeta y amarillenta que se encontraba en mi abdomen y si bien recuerdo su origen se debió al cañazo de Logan.

Agarre el móvil de mi cama y me puse a buscar por internet como quitar las manchas de cerveza negra en una alfombra, en una milésima de segundo miles de resultados aparecieron a mi vista y como siempre Yahoo! Respuestas me indicaba los pasos, aveces es bueno saber que no eres la única que tiene ese tipo de problemas y en esa página encuentras las respuestas desde como hacer sopa hasta para que sirve el apéndice en nuestro cuerpo.

Baje las escaleras y me dirigí a la cocina para agarrar las cosas que necesitaba.

¿Que necesitarás?— leí en voz alta— una esponja— agarre una amarilla del lavamanos— agua tibia — saqué de el grifo y la puse en un bowl— sal— agarre el salero de perro bulldog— y por último ¿Glicerina?