She's My Runner: The Scorch Trials | Minho | TMR

05, The Mall

—¿Que diablos es este lugar? —preguntó Minho observando a nuestro alrededor.

—Debemos irnos —Thomas nos hizo señas para que lo siguiéramos.

—No —dijo Teresa

—Vámonos —volvió a decir él

—Thomas ¡detente! —gritó. Volteamos a verla —Dime que está sucediendo.

—Son de CRUEL. Nos mintieron. Jamás escapamos. Aris, ______ y yo encontramos cuerpos. Demasiados para contarlos.

—¿A que te refieres? ¿Cadáveres? —preguntó Minho

—No, pero no estaban vivos tampoco —respondí

—Estaban congelados. Con tubos que salían de ellos... los estaban drenando. Hay algo que CRUEL quiere de nosotros, algo en nuestra sangre. Así que debemos alejarnos de ellos lo que más podamos.

—De acuerdo. ¿Cuál es el plan? —preguntó Newt finalmente —... tienes un plan ¿verdad?

—Si, no. No sé.

—Te seguimos hasta acá y no tienes idea de donde estamos, que hacemos y a donde vamos.

—¡Newt! Algo se le debe ocurrir, no vives planeando cada segundo de tu vida, ¿o si? —lo detuve. Me observó molesto

—Esperen... Janson hablo sobre una gente oculta en las montañas. Una resistencia o un ejército.

—El brazo Derecho

—Gente. En las montañas. Gente de las Montañas —se afirmaba Newt —¿Ese es el plan?

—Es nuestra única oportunidad...

—Oigan chicos, miren esto —gritó Winston —, Minho, ilumíname aquí.

—Alguien anduvo aquí —observamos huellas frescas en la arena dirigiéndose a algún lugar de aquel edificio.

—No estamos solos —dije mirando a Thomas. No hicimos ruido, solo observamos.

—¿Que sugieren?

Me detuve a pensar en las posibilidades que teníamos estando en ese edificio. Janson podría llegar por nosotros o quien sea que estuviese en el edificio con nosotros podría encontrarnos.

—Hay que buscar. No podemos quedarnos aquí a esperar a que nos encuentren. Janson está afuera observando por señales nuestras.

—Tiene razón —dijo Minho apoyándome 

—Si, está bien. Recorreremos el lugar.

Caminamos tras de Minho porque se encontraba con la linterna. Una especie de ventana llamó nuestra atención. El chico la iluminó para asegurarnos de que no encontraríamos sorpresa alguna.

—Vamos, abrámosla —los chicos se acercaron para subir la ventanilla hasta arriba.

En aquel lugar pudimos encontrar más linternas y luz para movilizarnos con más autonomía.

—Parece que alguien vivió aquí —Minho levanto algunas prendas que se había encontrado

—¿Donde están ahora?

—Empaquemos algunas cosas —autorizó Thomas —, todo lo que crean que podremos necesitar. Recorramos el lugar y nos encontramos aquí.

Newt le lanzó una linterna y Minho se acercó para ir con él

—______, tú quédate conmigo —dijo Newt. Asentí.

Tomé un morral junto a la mochila que Newt había encontrado. Abajo había un poco de ropa pero nada que pudiera quedarme bueno.

—¿Listo? —asintió. Caminamos en dirección opuesta a la de Thomas y Minho. Cerca de nosotros caminaba Teresa.

—¿Cuanto tiempo llevará todo esto aquí?

—No lo sé. Pero si hay huellas frescas entonces deben frecuentar este edificio.

—Vamos por ahí, puede haber algo que nos sirva.

Caminar junto a Newt en momentos como estos fue volver al Área, cuando aún tenía que encontrar mi especialidad.

—Hey, _____. Ahí hay más ropa —Me acerqué cautelosa, algo en mi decía que debía tener cuidado con lo que hacía. Eran fardos de ropa rasgada, antigua y con sangre. Newt se detuvo a mi costado alumbrando el lugar.

Observábamos todo con cautela y precisión; cada detalle de lo que se encontraba frente a nosotros.

—Esto no me hace sentir para nada como si mi vida fuera del Laberinto fuese mejor.

—Nada de lo que sea que hagamos nos hará sentir igual —respondió él —. Al menos no en edificios como estos.

—No diré qué hay que acostumbrarse, por que sé que nada de lo que espero es lo que sucede.

—Buena esa —soltó —Mira ahí, quizás podamos encontrar algo.

Efectivamente. Otro fardo de ropa más nueva se encontraba escondida tras un viejo escritorio cubierto de arena y polvo. Sacudí la prenda para guardarla.

No encontramos mucho que nos ayudara a sobrevivir, todo se trataba de objetos inservibles. Una tontería tras otra.

—Esto servirá de mucho —observé. Newt se detuvo junto a mi e iluminó. Eran dos cuchillas con un filo bastante nuevo como para ser chatarra cubierta en polvo y arena durante los años.

—Este lugar me causa mala espina —susurré. Nuestros pasos se oían quebrando el silencio que habíamos dejado. Un extraño ruido nos obligó a mirar hacia nuestro costado, pero solo lográbamos observar la estructura del edificio. El resto, nada.

—Creo que no hay mucho que observar por aquí —dijo Newt —. Es lo mismo en todas partes. ¿Donde estarán?

—¿Deberíamos volver?

—Shhh —silenció. Sus ojos se posaron sobre los míos de inmediato. Me quedé inmóvil concentrándome en el silencio, no lograba oír nada. Caminamos de vuelta a encontrarnos con Sartén y Teresa.

—Hey Newt, toma esto, guárdalo ahí —Tereza caminaba observando al igual que el resto, pero se sobresaltó al encontrarse frente a un par de maniquíes.

—¿Estas bien? —preguntó Newt. Ella asintió.

—Estoy bien.

—Hey Teresa —solté. La chica me observó expectante —Hazme un favor, quiero cambiarme.

Ambas nos escondimos en un rincón a cambiar nuestras prendes por otras que habíamos encontrado. La chica me brindaba miradas serias que yo añoraba responder con palabrotas. Su actitud era extraña, no me agradaba.

—¿Estas bien? —oí a mis espaldas mientras salía de aquel lugar

—Tienes suerte de que Minho no estuvo aquí —respondí mirando a Sartén. Una risa burlona salió de la boca de Newt. De un momento a otro las luces se encendieron en todo el edificio.

—¿Que sucede? —preguntó Aris.

—No lo sé —Todos nos reunimos a observar el lugar. Creímos que los chicos habían encendido las luces.

—¡Oigan! —oímos del otro lado —¡Corran!

Centre mi vista en el fondo del pasillo. Thomas venía corriendo y tras de él Minho, pero más atrás venían más hombres corriendo.

—¡Maldición! —soltó Newt. Tocó mi hombro y todos comenzamos a correr desesperados.