Capítulo 1

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En una tarde muy calurosa del jueves, a las 11:45 Am, dos chicas se adentraban a una vieja biblioteca cerca de donde estudiaban para pasar el tiempo.

-Ummm... No consigo nada interesante para leer- Dijo una joven chica de 15 años, delgada, de piel clara, con un hermoso cabello largo color castaño claro, llamada Estefani.

-Ni yo- Respondió su amiga al lado, un poco más alta, de 14 años, regordeta, de piel clara, con cabello castaño oscuro y largo con una trenza, llamada Angie- Deberíamos irnos, tengo hambre-dijo dirigiéndose a la salida.

-¡Espera!-dijo tomándola del brazo- mira ese libro de por allá, está... ¿brillando?, aparte de eso, se ve muy antiguo, tal vez trate de una historia interesante, deberíamos echarle un ojo.

Se acercaron al viejo libro cubierto de polvo que estaba en lo último de un estante lleno de libros. Le sacudieron un poco el polvo y notaron que no tenía título, se sentaron en una mesa que estaba cerca y comenzaron a leerlo.

"3 horas después"

-¡¿Qué!? , pero que finales más malos- dijo Angie disgustada.

-Estoy de acuerdo, pero que historias más tristes, siento pena por esas cuatro chicas.

-Vamos a pedir el libro prestado para enseñarselo a las otras dos negras.

-Ok-dijo dirigiéndose hacia la bibliotecaria para pedirle el libro.

-Ah, hola, queremos llevarnos este libro-dijo Angie extendiendo le el libro.

-Qué extraño, no había visto antes este libro-dijo la bibliotecaria mirando el libro fijamente dejando a Angie y Estefani Estañadas-no me hagan caso, lo más seguro es que solo me haya olvidado de él. Tomen—dijo dándoles un formulario.

Al terminar de llenar el formulario salieron de la biblioteca con el libro, agarrando cada una camino hacia su casa.

*En el liceo*

-¿Angie, porque rayos te trajiste ese libro tan grande al receso? Mejor dicho, ¿de qué es el libro?-pregunto una morena alta de 15 años, delgada, cabello largo oscuro llamada Oscary

-Lo conseguimos en la biblioteca, es una historia, bueno, mejor dicho, cuatro historias muy injustas.

-¿Cómo así?-pregunto extrañada su amiga al lado, una morena bajita de 15 años, delgada, cabello debajo de los hombros color castaño oscuro llamada Leyvin.

-La historia es de los tiempos medievales, de cuatro chicas. La primera es una princesa, la segunda es una hechicera que vive en los bosques, ah y es curandera, la tercera vive en unos callejones ocultos en el pueblo donde tiene un negocio ilegal vendiendo magia y la última es una campesina que vive en unas montañas donde tiene una vieja cabaña-explicó Estefani-.

-Aún no entiendo lo injusto -dijo Leyvin-.

-Es que ninguna de esas cuatro luchó por lo que creía, primero la princesa, su padre, el Rey, es muy malo con ella y con los aldeanos. Su madre murió cuando ella estaba pequeña. Nunca la dejó salir del castillo, estuvo siempre encerrada y no solo eso, también la obligó a casarse con un príncipe de otro reino solo porque necesitaba dinero para sus muy extravagantes fiestas-respondió -Angie indignada-.

-Oh... ya veo, bueno si, es bastante injusto, y ella nunca le llego a decir nada a su padre por miedo ¿no?-respondió Oscary.

-Sí, y las otras no se quedan atrás. La hechicera en el bosque, toda su gente fue obligada a mudarse lejos, solo por no ser seres "normales", así que todos los seres con magia, desde magos, hechiceros, hadas, hombres lobos, elfos, dragones, entre otros, tuvieron que irse a un bosque llamado bosque Dantal, Hasta las sirenas tuvieron que irse a otro lago. Un día la hechicera fue al pueblo junto con su amigo hada, porque se empezó a esparcir una extraña enfermedad, y necesitaba libros importantes que estaban en el pueblo, uno de los guardias que pasaba por ahí los encontró y los llevó con el rey, el cual ordenó que los ejecutaran-contó Estefani.

-¡¿Qué?! Enserio se toman muy enserio, el ejecutar a una persona... ¿Por qué no le declararon la guerra?-preguntó Leyvin.

-Ellos querían evitar cualquier tipo de guerra, terminarían lastimando a guardias que fueron obligados a pelear y también a muchos aldeanos inocentes-le respondió Estefani.

-¿Cómo es la tercera historia?-preguntó con interés Oscary.

-Es una chica que vive en unos callejones del pueblo, los cuales son como laberintos; en una casa de dos pisos, en el piso de abajo tiene una tienda de pociones mágicas que las consigue gracias a su espejo mágico. Un día por accidente se tropezó con varias pociones haciéndolas caer creando una masa gigantesca negra. Un chico que estaba cerca escucho muchos gritos y al ver la situación en la que se encontraba la chica se acerca a ayudarla, pero apenas ella escuchó los pasos acercándose se asustó y agarró rápidamente un veneno y se lo lanza al chico matándolo instantáneamente quemando todo su cuerpo. A los meses encontraron la casa hecha cenizas por la explosión de la masa-contó Angie.

-Wow, él pobre chico solo quería ayudar-dijo Oscary-.

-Sí, pero no lo sabía y lo mato, lamentablemente.

-Y la última historia es de la campesina, era de una bebé que fue abandonada por sus padres en una noche fría y sola, los cuales no eran simples humanos, o bueno, solo su padre, que era un dragón, y no un simple dragón, era de los más poderosos pero su madre si era una humana normal, la madre murió en un ataque dejando a la niña con su padre herido, pero por casualidad por esos alrededores andaba un mago muy poderoso, que al encontrar al enorme dragón, decidió curarlo pero ya era tarde, era perseguido por unos enemigos y estaba a punto de morir, así que dejó a la niña en manos del brujo. Con el pasar de los años la niña ya tenía 14 años, el mago tenía que ir a una misión muy lejos, por lo cual tenía que mudarse, dejándola sola en la cabaña con su gato Mangel. Un día cuando Mangel atrapó a un ratón, éste estaba infectado y al comérselo el pobre gato empezó a retorcerse soltando espuma por la boca, ella asustada intento curar al gato pero se infectó en el intento muriendo junto con Mangel-contó Estefani.

-¡Pobre gato!

-Sí, pasó por mucho el pobre-dijo Estefani limpiándose una lágrima imaginaria.

-¿Cómo se llamaban las cuatro chicas?-preguntó Leyvin.

-La princesa se llamaba Elizabeth, la hechicera Skylar, la que vende pociones Lebrarije y por último la chica con el gato Yuri-le respondió Angie.

-¿No sería genial cambiar la historia?-les dijo Estefani.

-¿Cómo así?-pregunto confundida Leyvin.

-Ósea, entrar en la historia, ser esas cuatro chicas y cambiar sus destinos-le respondió Estefani.

-Ójala pudiera cambiar la historia- dijeron todas al unísono por casualidad.

De repente todo se quedó en completo silencio y cuando vieron a su alrededor se dieron cuenta de que el tiempo estaba paralizado, de repente todo empezó a temblar y cuando dirigen la mirada hacia el libro notaron como este estaba abierto y con un agujero negro en medio que empezó a succionarlas dentro del libro. Sus ojos se empezaron a cerrar cayendo desmayadas.

Cambiando el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora