Cambiando el Destino

Capítulo 20 Parte 1

 Capítulo 20

La vampira se levantó del suelo con la respiración agitada, sintiéndose muy débil, sus heridas se curaban a una velocidad extremadamente lenta, ella sabía muy bien lo que ese desgraciado le había hecho y eso la ponía furiosa, le había bloqueado más de la mitad de TODOS sus poderes, ya no podía volar alto, ni correr rápido, sus golpes ya no eran tan fuertes, era inútil. Quería matar a ese vampiro, pero en realidad, ni siquiera era necesario, el mismo se ha puesto en una posición grave dónde duda mucho que alguien lo pueda sacar de allí, eso pasa cuando le bloqueas los poderes a alguien, tu cuerpo se vuelve completamente maldito y vas muriendo lentamente, líneas salen alrededor de tu cuerpo y mientras más gruesas se vuelven va indicando que te queda menos vida. Ahora mismo la vampira no tenía que preocuparse de él, porque en pocas horas él estará completamente muerto, ahora mismo tenía que preocuparse es de quitarle ese libro tan poderoso a aquella chica, ese libro fue considerado el libro más poderoso y peligroso que existe, y por lo que ha escuchado la vampira, la G.A.M al principio no estuvo muy de acuerdo con que un libro así exista, porque si llegase a caer en las manos equivocadas (que es justo lo que va a pasar) el mundo se encontraría en una situación bastante infernal. con ese libro ya no tendría que preocuparse de lo inútil que era ahora, con ese libro sería mil veces más fuerte de lo que era antes, ese es un libro capaz por sí mismo de sanar y sobre todo proteger a la persona que lo posee, convirtiéndolo en un objeto de inconmensurable poder. No tenía tiempo que perder, tenía que eliminar a esas cuatro chicas. La vampira cruzaba los dedos esperando a que el Rey no le haya afectado ese bloqueo de poderes, enserio lo esperaba, ese vejestorio era su plan para gobernar todo el mundo y si llegase a morir, tendría serios problemas.

Caminó a paso rápido hasta llegar nuevamente a las tierras de Filpans dónde aún seguían luchando, estaba viendo todo al redor cuando centra su vista en la persona que estaba buscando. Angie se encontraba concentrada en el libro leyendo en voz alta el contenido de este, ella procuró solo leer los que estaban antes de la mitad, porque cuando leyó en su mente los que estaban de la mitad para adelante solo aparecían puras advertencias, ahí estaba toda la magia oscura y poderosa, magia con la que Angie no se quiere meter. Todo había ido bien, ya se sabía de memoria las invocaciones de escudos y otras con la que luchaba, pensó que con eso estaría a salvo hasta que termine la guerra, no tuvo presente la idea de que una monstruosamente terrorífica vampira optaría a luchar con ella, obviamente no se sentía prepara para ello, pero bueno, no pudo evitar el hecho de que la vampira se apareciera a su lado sigilosamente y ni siquiera le haya dado tiempo de conjurar un escudo, porque el golpe que le dio la dejó aturdida y desconcertada en el suelo.

̶ nos volvemos a ver, Angie ̶ le dijo la vampira acercándose lentamente hacía donde se encontraba la regordeta chica tirada en el suelo abrazando el libro mientras que intentaba asimilar lo que acaba de suceder, porque enserio, joder, le ardía muchísimo la mejilla izquierda.

̶ oh no... ̶ susurró al ver a la vampira parada enfrente de ella con sus brazos cruzados y con una pequeña sonrisa formada en su rostro.

"Listo, es todo, se acabó" es lo que se dijo Angie en su mente.

"¿Se acabó? JAJAJAJAJA pero si esto acaba de empezar..." dijo su "subconsciente" provocando un escalofrió en todo el cuerpo de Angie junto con un intenso dolor en su pecho, tomando el control en sus piernas para comenzar a correr pos sus vidas.

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Para explicar un poco, ella es Ramona, la "subconsciente" de Angie, ¿Qué por qué se llama Ramona? No se sabe, es un nombre que le eligió Angie el día que se dio cuenta que con el simple hecho de ignorar esa vocecita constante en su cabeza no iba a hacer que desapareciera, una voz que ha estado con ella desde que tiene memoria. Pasaron los años y esa voz seguía hay, dándole "consejos" y "compañía", siempre le hablaba y debes en cuando Angie decidía responderle o hablar por un rato con esa voz aunque a los minutos se regañaba por hacer eso, ella pensaba que era una clase de esquizofrenia lo que estaba sufriendo, porque para ella no era normal escuchar TODO el tiempo una voz en tu cabeza, hasta tenía miedo de contárselo a sus padres, lo más seguro es que la llevaran a un psicólogo o la amenazaran nuevamente con llevarlo con uno, porque ya van dos ocasiones en la que Angie ha tenido discusiones fuertes con sus padres y siempre ellos terminan con la misma frase "¡ya está, se acabó, Te llevaremos a un psicólogo!". Con el tiempo Angie le agarró un poco de cariño a esa vocecita que con el pasar los años esa voz se volvía cada vez más madura y un poco seductora a decir verdad, cada vez que la escucha un escalofrío invadía todo su cuerpo, pero no era algo que le desagradara, más bien hasta le gustaba.