Esta historia comienza en la época donde los humanos convivían en armonía con la naturaleza, la luna y el sol eran venerados como dioses amos del universo, ellos decidían el destino de todos los seres vivientes de la tierra, ya sea hombre o bestia.
Una raza diferente de la naturaleza era bendecida cada quince mil años, un animal podría nacer con el don de tener dos seres viviendo en su interior una más fuerte que la otra.
Es decir, naciendo como bestia para cambiar a humano, aquellos que eran bendecidos por cualquiera de los dioses, ya sea el padre sol o la madre luna eran de una belleza inaudita, bendecidos y protegidos por el dios que lo elegía dependiendo en qué momento era su nacimiento.
Aquellos seres protegidos por los dioses, tenían una inteligencia superior a un humano promedio, pues su lado bestial les daba una fortaleza de acuerdo a su personalidad, es decir, si el elegido era un miembro inferior en la manada en su forma humana será un ser imponente, en cambio si en su forma animal eran de un alto rango social, en su forma humana tendrían seguridad y estabilidad de liderazgo, ambas criaturas eran un todo. La forma humana conocía las debilidades y fortalezas de su verdadera naturaleza.
La criatura tenía una magnifica belleza desde su nacimiento, los ancianos de cada raza eran avisados de la elección de los dioses, a su vez ellos cuidaban a quien sería el elegido junto a su familia.
Durante muchos siglos se decía que los lobos no tenían la virtud de los dioses, pues su naturaleza no era bien vista, sin embargo ellos eran descendientes mismos de ambos dioses, dotados para adaptarse en cualquier ambiente y con sentidos desarrollados para sobrevivir cuando la diosa luna estaba en todo su esplendor.
El mundo fue cambiando y el hombre perdió el respeto por todo ser vivo, la envidia y soberbia generaban la destrucción y ambición de la raza humana.
Ya no veneraban a los dioses, cuestionaban todo y agredían a criaturas que ellos creían inferiores, los bendecidos de los dioses fueron extinguiéndose poco a poco.
Este ser que peleaba por tener más riqueza y poder era un descendiente mismo de los dioses, con el tiempo se volvió frio e insensible, creía que los dioses ya habían pasado de moda y que ahora les tocaba a los seres humanos gobernar lo que para él era suyo por derecho.
Con el tiempo, perdió conexión con su verdadera naturaleza, olvidando así su verdadero origen, su corazón dejo de amar, sus ojos dejaron de ver, solo el poder y la crueldad acaparaban su atención.
Los dioses enfadados por tanta injusticia, dieron un castigo a quien fue su más preciado elegido...
Al nacer su primer hijo, el hombre orgulloso de tener un heredero hizo una gran celebración; los bendecidos de los dioses tenían vida eterna pero solo si eran justos de corazón y alma, un bendecido debía dar fortaleza y seguridad y a su vez debía ser cálido y amoroso, eran seres astutos protegidos por su dios.
Con el pasar de los días, aquel ser que renegó de los dioses y olvido su verdadera naturaleza, ordeno dar caza a todos aquellos seres que amenazaban con la estabilidad de la raza humana.
Los elegidos eran obligados a dejar a sus congéneres junto a su familia pues ponían en peligro la existencia de todos, tristes y heridos los elegidos huían junto a sus seres queridos hacia rumbo desconocido, la avaricia creaba traidores en las razas quienes daban el paradero de quienes eran su familia con tal de tener poder y dinero.
El hombre que alguna vez fue bestia esperaba impaciente el cumpleaños de su primogénito pues en él veía a un líder poderoso, lo que nadie espero es que aquella noche donde el pequeño tendría una gran celebración se convirtiera en un desastre.
El pequeño pelinegro se convirtió en un tierno cachorro de lobo, de pelaje color negro con blanco con ojos de color blanco, ante la sorpresa el pequeño lobo presintió que debía escapar del peligro.
Olvidando que de quien se alejaba era su familia, se interno en lo espeso del bosque solo, asustado y con hambre siendo vigilado por quienes fueron sus ancestros la diosa luna iluminaba el camino de su pequeño elegido en la oscuridad de la noche mientras que el dios sol, le daba calor y cobijo en lugares creados solo para él.
El niño perdió la noción del tiempo, se olvido de que nació siendo humano y que su familia lloraba su perdida, sobrevivió con la compañía de los dioses quienes mandaban sus bendiciones para protegerlo.
Con el paso de los años, las criaturas elegidas no volvieron a aparecer o al menos eso creían los humanos, el padre del pequeño se volvió aun más hostil, matando a sangre fría a aquellos bendecidos por los dioses que eran traicionados por su propia familia, fue llenándose de enemigos a cada paso que daba hasta que una noche no soporto la ausencia de su pequeño y decidió quitarse la vida, situación que no pudo realizar porque los dioses se lo impidieron siendo así su martirio por la traición a su raza.
Han pasado más siglos de los que se pueden contar, generación tras generación, nuevos inventos, nuevas eras, guerras sin fundamento entre los seres humanos... mientras que en la espesura del bosque un lobo adulto vigila a un pequeño castaño desde la distancia.
El pequeño cachorrito a vivido más de lo que puede contar, agradecido con los dioses quienes son su única compañía, se embarca a una nueva aventura la cual fue creada por aquellos que lo protegen.
La luna y el sol solo desean el bienestar y la alegría de aquel lobo que es su último bendecido, pues aquellos que sobrevivieron hace ya miles de años fueron extintos por venganza de aquel ser traidor a la naturaleza.
Los dioses vigilaban al pequeño, observando sus movimientos, leyendo sus pensamientos, por esa razón, el pequeño ahora ya un lobo adulto; debía encontrarse con quien sería su otra mitad.
Porque los dioses habían aprendido la lección y si el lobo era de naturaleza igual a la de su padre lo dejarían en su forma animal, sin embargo el pequeño con varios años de vida jamás había dado indicio de ser un hombre injusto y avaricioso.
Dotado de una extraordinaria belleza que cautivaba a todo individuo que observaba de lejos a aquel lobo solitario, fue su naturaleza curiosa que lo llevo a conquistar a aquel hombre que daba su todo por ver feliz a su único hijo, con una enfermedad por la que era objeto de burlas.
Bien dicen que el dinero no lo es todo, pues a pesar que el hombre era un importante empresario en el mundo moderno, eso no bastaba para que su hijo fuera aceptado por aquellos que se creían perfectos en la sociedad.
Su hijo era un chico rebelde y grosero a primera vista, pero si notabas mas allá que la apariencia física, conocías a un adolescente bromista, mal hablado y adorable.
El padre del pequeño cautivado por su apariencia lo mando a cazar con órdenes de no maltratarlo, curiosamente a su primogénito le encantaban los lobos, era lo único que podía sacarle una verdadera sonrisa.
Lo que ninguno sabia es que el destino no era al azar y que los dioses ya habían esperado mucho tiempo para este encuentro.
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My lonely wolf
FanfictionUn lobo solitario protegido de los dioses... Un chico solitario a causa de una enfermedad... Un padre que daria lo que fuera por ver feliz a su hijo, el destino no es al azar. Tu mi querido Niño eres mi destino... Tu mi querido Lobo eres mi felic...