Se busca una mirada《Asa Butterfield》

Capítulo V: " Besarte"

Argie

Cuando termino de cantar la canción, quedo hipnotizada  ante los ojos de Asa tan cerca de mí, observo sus labios, pronto un deseo insaciable de besarlos me invade. Sentía que el estaba dispuesto ya que tenía la cara levantada y no se movía.
—Está soñando despierto—espeta Jane en la puerta haciéndome sobresaltarme, Asa se hace hacia atrás pero extiende sus largos brazos hacia mí. Jane suelta una carcajada.
Me doy cuenta de que el tono de piel pálido de Asa se pone ligeramente colorado.
—¿Qué soñaste, Asa?—dice Jane con tono divertido y se tira de estómago abajo a la cama—O más bien, que imaginabas…--voltea a verme. Su mirada me incomoda un poquito—Porque creo que Argie estaba a punto de besarte ¿O vi mal por tanta oscuridad?
La miré disimulando mi nerviosismo.
—Estaba muy oscuro, no había nada que ver—niego las suposiciones de Jane de forma estúpida.
Asa baja los ojos y se levanta de la cama.
—¿Hiciste de cenar, Jane? Tengo hambre—articula Asa serio.
—Sí, ya lo serviré—se incorpora de la cama—Espero que también tengas hambre, Argie—me sonríe y sale de la habitación.
Yo, de igual manera, en silencio me levanto y me acerco un poco a Asa por detrás.
—Lo siento, Asa. Fue un comentario muy tonto—se gira y da un paso a mí.
—¿Pero es verdad? ¿No… pasaba nada?
—Estábamos muy cerca y tú de repente te quedaste estático con los ojos muy abiertos y yo pensé…--cayé.
—¿Qué?—exclama interesado.
—Yo pensé en besarte—confieso nerviosa.
Una enorme sonrisa se dibuja en su rostro de inmediato.
—Yo soñaba despierto que te besaba—mi corazón se acelera.
—¿Sí?—pregunto con un hilo de emoción.
—He querido hacerlo desde que toque todo tu bello rostro el otro día. Quiero saber que se siente besar unos labios tan suaves y gruesos.
—Asa…
—Pero no sé cómo hacerlo—confiesa con tristeza. Subo lentamente las manos hacia su cuello, en ese instante, Jane aparece en la puerta sudando.
—¡Fuego!—grita.
—¿Qué?—exclamo apartándome de Asa, él se gira hacia Jane.
—Tenemos que salir de aquí—Jane me jalo de la mano, mi otra mano se entrelazo automáticamente con la de Asa y salimos apresurados de la casa que se convertía en una fogata gigante.