Argie
ENERO 2019
Por fin podía decir abiertamente que vivía de la pintura y la escritura, bueno, apenas estaba firmando un contrato con una editorial pero ya había pagado derechos de autor y y las impresiones de mi primer novela estaban a punto de iniciar. Si todo salía de maravilla como hasta ahora, la gira del libro podría resultar para mayo de este año, estaba ansiosa. Me llovía y llovía trabajo lo cual me ponía muy feliz, el museo de arte fue un éxito y la gente me contrata para hacerle retratos a familiares, a casas antiguas, paisajes e incluso a sus mascotas, aunque cueste más dejarlos quietos, pero la tecnología nos ayuda en esas ocasiones.
Había pintado a mucha gente desde entonces, desde diferentes ángulos y posiciones, diferentes miradas y colores. Había visto ojos azules, verdes, café, grises, hasta uno verde y el otro azul, pero no había encontrado otra mirada que igualara a la de Asa. Tan única, tan transparente y pura.
Salí de la oficina al despedirme de la editorial. Cargando mis lienzos camine hacia el museo, estaba cerca y el clima era agradable. Me gustaba caminar, a excepción cuando sonaba mi celular y tenía que parar para contestar.
—Cita de retrato esta tarde, a las cinco—dijo Ryan, mi asistente desde el otro lado de la línea.
—Voy directo al museo a entregar unos trabajos, ¿nadie ha preguntado por mi?
—No, vas a tiempo.
—Gracias—colgué y seguí mi camino. En seguida encontré el gran edificio de cuatro pisos y ventanales negros frente a mí. Cruce la calle con cuidado y entre al recinto. Dos encargados me ayudaron con los lienzos. El museo no llevaba más de cinco minutos abierto en esta mañana y ya había un chico observando las pinturas de Asa. Cruce la recepción y pase a la oficina.
—Tu madre en la línea—me dice Ryan en cuanto me mira llegar.
—Gracias—digo tomando el aparato— Hola, mamá, buen día.
—¿Cómo te fue en la editorial? ¿Firmaste, leíste lo que firmaste?—preguntó desesperada.
—Sí, mamá, leí todo. Todo saldrá de maravilla si tengo suerte en la primera semana de ventas.
—Pero ya tuvo éxito en internet.
—No es igual si se trata de dinero.
—Cierto, cariño. ¿Te esperamos para almorzar?
—Sí, tengo cita hasta las cinco.
—Bien, te quiero, adiós.
—Te quiero—y colgué. Observe un montonal de papeleo sobre el escritorio. Documentos de impuestos pagados y ayudas del gobierno.
—Ryan—lo llame saliendo hacia la recepción—Estos documentos deben estar archivados y organizados muy bien, ¿Necesitas a un asistente para que te auxilie?
—No ha dejado de sonar el teléfono toda la mañana.
—No contestes hasta que abra el lugar, Ryan.
—Disculpe, la pintura del joven ojos de mar, ¿Qué precio tienen?—dice una voz masculina detrás de mí.
—Lo siento, señor, esas no están en venta—digo girándome—Lo dice debajo de...--callé de sorpresa.
—Hola—sonrió, mostrando la sonrisa más hermosa del mundo.
—¿Usted es el joven ojos de Mar?—preguntó Ryan anonadado.
—Al parecer sí—contesta él sin evitar sonreír más, aun así no aparta la mirada de mí.
—No puedo creerlo, estás...--no podía hablar de la impresión.
—Viéndote, sí—ríe nervioso. Me tiro sobre el en un abrazo muy fuerte.
—No tienes idea cuanto tiempo he estado buscando esa mirada—murmura colocando su pulgar en mi mentón una vez que nos separamos—Esa hermosa mirada.
—Yo no he visto una igual a la tuya, y he pintado muchas—reímos.
—Eres más hermosa de lo que imaginaba, de verdad superaste todas mi expectativas—reí nerviosa desviando la vista a la corbata de su traje.
—Apuesto que has visto muchas chicas hermosas en tus viajes.
—Yo solo pensaba en ti. Te busque después de mi operación—miré en la recepción, no había nadie. Gire hacia las pinturas y camine hacia la de mi padre.
—Mi padre murió dos meses después que tú y Jane se fueran. No supe de tu operación hasta que volví hace unos meses. Jane me contó todo en una carta.
—Lamento lo de tu padre. ¿Es él?—asentí con la cabeza.
—Fue su último deseo, que yo lo pintara.
—Te quedo estupendo, y hablando de pinturas, ¿Me puedes explicar eso?—dijo apuntando a sus pinturas con tono enojado fingido.
—Eras mi única inspiración, y todos quieren comprarte por cierto.
—¿Así que te hiciste rica gracias a mí?—me reí.
—Nunca vendí una pintura tuya.
—Porque soy tuyo por siempre—de su saco sacó la fotografía que había dejado en su habitación hace unos meses atrás—Es el mejor regalo que me han dado, porque lo vi hasta navidad—reí.
—Estás tan diferente.
—Es solo que ya no tengo miedo.
—¿Miedo de que?
—De amarte—me sujeta la cintura, me atrae a él pero no me besa aún—Cuando te conocí, supe lo que era el amor, pero estaba ciego, literalmente lo estaba, ahora me doy cuenta, que si veo o no, te seguiré amando siempre, tan fuerte y único como antes y como ahora.
—Mi chico, yo también te amo—masculle acariciando su mejilla, entonces nos besamos con mucho amor, como siempre lo habíamos anhelado desde que nos separamos.
—Yo te amo Argentina—solté una risa.
—¿También estuviste allá?
—No, pero podemos ir si quieres. He oído que son tierras muy fértiles.
—Asa Maxwell Thorton Farr Butterfield, entendí esa referencia—exclamé fingiendo sorpresa. El soltó una carcajada.
—Nunca debí decirte mi nombre completo—nos reímos juntos. Lo abrace por los hombros y nos miramos a los ojos un instante.
—Mejor vamos a otro lugar del cual te guste el nombre y después lo podemos utilizar—mordió su labio.
—Mmm—hizo mientras pensaba y fijaba su mirada en mis labios.
—Roma—dijo al fin.
—¿Roma?—masculle sorprendida.
—Te asombraría lo romántico que puedo llegar a ser—murmuro cerca de mis labios.
—Lo quiero ver—conteste de igual forma.
—Entonces, Roma será—me volvió a besar—Pero primero debo cumplir mi lista de deseos.
—Creo que besarme estaba en el lugar número tres.
—Lamento que no hayamos separado, fue mi culpa.
—No fue así.
—Por Dios, tenía razón—dijo sorprendido de repente.
—¿Qué?
—Me he enamorado de ti por segunda vez. La primera vez fue cuando me tocaste, la segunda fue hace cinco minutos, cuando te vi. Quiero mirarte el resto de mi vida.
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Se busca una mirada《Asa Butterfield》
FanfictionUn joven ciego y una pintora estancada se enamoran profundamente al tocarse por primera vez, sin embargo, apesar de su fuerte lazo de amor, al separarse deberán buscar esa mirada; la que la enamorò a ella y la que él aún no conoce. ¿Su amor será ta...