Capítulo VlI: "Tus preciosos ojos"

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Argie

Abril

La primavera en Londres era hermosa. Los parques estaban verdes y coloridos, el clima siempre era fresco y agradable. Todos los días Asa y yo salíamos a caminar. Estábamos pasando mucho tiempo juntos, después del incidente en su casa les ofrecí mi apartamento el tiempo que sea necesario. Él y yo hablábamos de cualquier cosa. Yo siempre hablaba de lo que nos rodeaba, a cada segundo le decía dónde estábamos porque él hacía tiempo que no salía y se sentía algo inseguro.
Con Asa me sentía a gusto, habíamos tomado confianza pero a veces vivíamos situaciones algo comprometedoras. A veces, despertaba abrazada a él. El chocaba a menudo conmigo cuando buscaba cosas, y en esos momentos, que yo lo miraba a los ojos y el me sujetaba de los brazos tan delicadamente, parecía que el mundo dejaba de existir y solo estábamos él y yo, sin embargo, no sé si sea parte del destino pero Jane siempre aparecía interrumpiendo nuestra conexión.

Hablando de Jane, había un poco de tensión entre nosotras, siempre hacia comentarios para hacerme pensar sobre Asa y a el sobre mí, pero no de una buena manera. Y también intuía que algo podía pasar entre nosotros pero que no iba a poder darse, porque, aparentemente, Rick, mi guapo vecino, comenzó a tener un insistente interés por mi últimamente. Jane se hizo muy amiga de él, y le habla de mí y ella habla de el con nosotros.

-En serio, Argie. Rick me contó que terminó con su novia-miró a Jane mientras sirvo la cena. Asa se estaba duchando después de que llegáramos de caminar.
-Que mal por él, era linda.
No sé a donde quería llegar Jane, ¿Quería emparejarme con Rick para que olvidara a Asa? Eso era un poco psicótico, pensándolo.
Lo cierto era que Rick me atraia, desde que me habia mudado aqui no dejaba de pensar en él, era un hombre bien formado, fuerte, trabajador, simpático, respetuoso y amigable. Siempre me trató como una más de sus vecinas, pero yo estaba encantada con él y su físico, me deleitaba mirandole y siempre procuraba salir arreglada de casa para robarme su atención al cruzarnos, pero ahora ya no me percataba mucho de él.
Cohibida pienso en como Asa logró en poco tiempo meterse muy dentro de mi cabeza y en mi corazón

-Tu eres más linda-me giro dejando el sartén sobre la estufa. Saco la bolsa de pan de la alacena, sin contestarte-Dice que eres muy buena escribiendo, le gusto mucho tu historia de "Dulce Destino" dice que deberías manarlo a alguna editorial.
-Lo he hecho, nunca obtengo respuesta de vuelta.
-Me gustaría leer algo de lo tuyo.
-En la computadora del escritorio esta, en los archivos. Adelante-sonrío y se dirigió hacia el escritorio, alado del balcón de la sala.
-También dijo que le impresiono mucho tu romanticismo, que muere por conocer en persona tu lado así. Tal vez en una cita.
-Dudo que allá dicho eso. Él es mucho mayor que yo.
-¿Y eso qué?
Asa apareció de repente en la sala, me sobre salte en silencio.
-Ya está la cena.

(*)

Al terminar de cenar, Asa me ayudo a limpiar, mientras Jane seguía leyendo en la computadora. Luego fuimos a lavarnos los dientes juntos y a acostarnos.

-¿De que hablaban Jane y tú?-pregunta Asa acostado de lado hacia mi dirección.
-Nada importante en realidad, ya sabes cómo es-imite su posición.
-La conozco bastante bien. Creo que ya controló un poco sus celos.
-Los veo un poco más distanciados-digo triste, mirándole los ojos, perdidos.
-Solo está descansando de mí.
-¿Quién querría descansar de ti? Porque, yo nunca me cansaré de verte, o de guiarte por el parque, y reírme mientras te persigue algún perro-se ríe.
-Yo tampoco me canso de ti, aunque si deberías de salir, con ese chico, para distraerte un poco.
-Contigo me distraigo, Asa. Y no quiero salir con nadie más, creí que al mudarme buscaba una aventura, un hermoso paisaje, pero te encontré a ti, encontré tus preciosos ojos, y me inspiran tanto, cada día siento algo nuevo--confieso con el pecho muy abierto.
-Yo también los siento, Argie-siento un hormigueo en mi pecho de emoción.

Levanto mi mano y acaricio su cabello. Asa era tan hermoso, tan dulce, e inocente, y deseaba que me mirara, deseaba que me conociera, que me dijera lo hermosa que era, deseaba que me abrazara antes de dormir y mantenernos asi hasta el amanecer, quería que me besara tan profundo hasta la necesidad de tener que respirar. Lo deseaba tanto, y quería que él me deseara.

Me incorpore sobre mis codos, Asa irguió la cabeza, sostuve mi cabello al bajar mi rostro al suyo. Rose un poco mi nariz con la suya avisándole lo que buscaba., cuando estaba apunto de encontrarlos, Jane toco la puerta y seguido la abrió de inmediato. Me separé.

-Argie, te busca Rick-dice Jane.
-Jane, es algo tarde y estábamos a punto de dormir, ¿Puedes decirle que nos veremos mañana? Por favor.
-Sí, es solo que tendrás que decírselo tu porque lo invité a pasar a la sala.
-Yo puedo decirle-articula Asa.
-No, Asa, está bien-me levanto, y así en pijama, voy a la sala.
Jane camina detrás de mí, cierra la puerta de la habitación, la sala se encontraba a oscuras. Frunzo el ceño, aquí no había nadie.

De repente, siento como Jane me acorrala en la pared con una mano sobre mi cuello y otro en mi brazo si se brusca. Mis ojos amenazan salirse de su orbita.

-Eres buena chica, Argie, no lastimes a Asa-me sorprendo ante el contacto físico. Sus palabras las susurra y su aliento llega hasta chocar en mi rostro.
-Suéltame, Jane. No le tengo lastima a Asa, él me gusta en realidad.
-No creo que el sienta lo mismo por ti, solo está confundido-la aleje de mi algo fastidiada.
-Olvídalo, Jane. Asa y yo no somos asunto tuyo, y lo que hacemos o lo que sentimos no te compete. Estas en mi casa, y te pido que respetes mi integridad-exclamo algo serena sin levantar la voz y regrese a la habitación..

Le pongo seguro a la puerta y regreso a la cama. Asa se incorpora cuando me siente.

-¿Todo está bien?-pregunta.

Me inclino sobre la cama y lo beso en los labios, sujetándole las mejillas con mis manos. Él cierra los ojos unos segundos antes que yo. Me corresponde el beso de inmediato, abrazándome de la cintura se hace hacia atrás recostándose sobre la cama y mi cuerpo cae sobre el suyo. El tierno beso continua un rato más mientras el masajea mi cintura y yo revuelvo su cabello.
Siento la adrenalina sobre todo mi cuerpo como corrientes eléctricas que viajan por mis venas. Moría por besarlo, que el me besará y que me acariciara.

Habiamos tenido tantas oportunidades y tantos deseos de besarnos y acercarnos de esa manera, que al final nos estabamos huniendo tan inesperadamente y fue mejor de lo que esperaba.
Asa besaba realmente bien, y sabia controlar sus caricias sobre mi cuerpo, haciéndome desfallecer de todas las formas posibles.

Se busca una mirada《Asa Butterfield》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora