Capítulo 24.

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Capítulo 24.

- vuelvo en unas horas, no te deprimas sin mi - Harrison bromeo y yo rodé mis ojos - ¡solo bromeo! - reí y me acerque a él para darle un beso en la mejilla.

- si quieres te esperamos con la comida hecha, querido - Tom bromeo y yo reí.

- que agradecido que estoy, mi bello - Harrison hizo un movimiento con la mano dramático de telenovela.

- ¿quieren que les de un momento a solas o que? - bromee y Harrison rió - vete antes que llegues tarde al
trabajo.

- Que divertido, mi hermana me hecha de mi propia casa - dijo sarcástico - ¿vos no tenes que irte también? Te puedo llevar, si quieres.

- tengo que hacer unas cosas primero, pero gracias - mire a Tom por unos mini segundos y volví hacia Harrison.

- está bien, ¡nos vemos! - y cerró la puerta tras él.

Y sin poder moverme ni dos pasos ya tenía los labios de Tom pegados contra los míos.

- si que no pierdes tiempo, ¿eh?

- ya perdí mucho tiempo antes - yo reí y volví a juntar nuestros labios.

- pero me tengo que ir - dije separándome de Tom con la intención de ir a mi habitación, pero la mano de éste me agarro por el brazo y me giro de vuelta hacia él.

- solo cinco minutos más, no podemos estar ni dos minutos solos durante el día. Vos estás en la universidad y yo trabajando, son los únicos momentos que tenemos solos. Si quieres te llevo, pero solo quédate cinco minutos más - y sin esperar una respuesta unió nuestros labios.

____

- ¡Hola Kelly! - dije cuando entre a mi trabajo y le di un beso en la mejilla a la señora Johnson.

- alguien está muy feliz hoy - dijo la señora Johnson con una sonrisa de oreja a oreja - ¿que pasó?

- ¿que una chica no puede estar feliz solo porque si? - sonreí mientras me ponía mi delantal.

- si, por supuesto. Pero no tengo mis años por nada, se que se trata por algún chico - hizo un gesto y hacia qué estaba pensando. Yo la miré seria y no pude evitar reír - ¿será el chico buen mozo que vino el otro día?

- bueno... - pero sin poder dar una respuesta la pequeña Lilly llego a mi lado.

- ¡Jenn!

- ¡Lilly! - me agache para poder estar a su altura - que lindo verte de vuelta, ¿ya te sientes mejor?

- ¡mejor que nunca! Me puse tan bien, que la doctora me dio una paleta. ¡Era deliciosa! ¡Naranja! ¡Mi favorita! - reí y la acompañe hasta dos de estaban lo otros niños.

_____

Deje mi delantal en la repisa y salude a Kelly cuando el horario de mi salida apareció en el reloj.

Justo cuando abrí la puerta sentí mi celular vibrar.

"Te deje una sorpresa. Espero que te guste, y más te vale llegar antes que Harrison, porque si no, se van a generar muchas preguntas.
T"

Sonreí al ver el mensaje y con la intriga en mi estomago que querer saber que era, tome camino hacia el departamento.

Busque la llave rápidamente, pero al hacerlo rápido tarde más de lo que generalmente tardaba. Al encontrarla, abrí la puerta y sonreí al ver lo que reposaba sobre la mesa.

Una rosa acostada sobre una caja de bombones, y un pedazo de papel al costado de éstas. Me acerque para leerlo y note la letra de Tom.

"Jennifer"

Sonreí y agarre mi celular, no sabía que decirle ya que no era algo que me había esperado, así que me quede embobada mirando el teléfono.

¡Jennifer Osterfield! ¡Ningún chico te tiene que tener así! ¡Tenga los abdominales de un Dios o no!

"Demasiado arriesgado, Tom. Pero lindo detalle. Gracias.
J"

_____

- ¡querida, estoy en casa! - Harrison gritó cuando entró por la puerta. Yo lo miré seria mientras cortaba los tomates con mi delantal de cocina puestos - ¿que? Siempre quise decir eso - se encogió de hombros y yo no pude envidiar soltar una risa.

- ¡Tom! Ya está la comida - grite y escuche los pasos de éste en la escalera.

- Tom, pensé que me ibas a hacer vos la cena. Tengo que admitir, estoy decepcionado - Harrison se hizo el dramático y yo rodé los ojos.

- Harrison, deja de hacerte el dramático y ayúdame a poner la mesa - Tom rió y conectó su mirada con la mía por dos segundos.

Termine de cortar los tomates y los agregué en la salsa, ¡sal! Eso es lo que me falta. Me gire sobre los talones y Tom estaba dos centímetros míos, me sonrió y me guiño el ojo. Yo negué con la cabeza y seguí mezclando la salsa. ¡La sal! Maldita sea. Me gire otra vez sobre mis talones y Harrison hablo.

- se acerca la navidad, ¿que vamos a hacer? Seguro mamá y papá van a querer venir.

- ¿mamá y papá? ¿Acá? - pregunte preocupada. No se me había pasado por la cabeza.

¿Tener que arreglármelas para que ninguno de ellos se entere lo que pasa con Tom? ¿Y pero si mamá se entera, se lo dirá a Tom? Y peor, ¿si papá se entera?

- Jenn, me olvide la sal. ¿La puedes traer? - Harrison me saco de mis pensamientos y yo asentí.

Me acerque a la heladera y saque el agua, suspire y me senté una vez por todas en la mesa.

- Jenn, ¿y la sal? - ¡maldita sal! - Deja, la voy a buscar yo. Porque me parece que alguien está por las nubes - Tom soltó una leve risa y yo lo fulminé con la mirada.

Y él sabía perfectamente la razón.

el mejor amigo de mi hermano - tom holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora