Un viaje con terror.

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-Si mamá estaré bien. -le dije a mi madre mientras me montaba al avión.


-Bueno, cuídate si, sabes que me preocupo por ti. -dijo ella al mismo tiempo que me despedía.


Y allí terminó nuestra conversación, estaba a punto de irme de viaje a Suiza, quería conocer algo más que el patio de mi casa, y mi madre estaba muy preocupada por mí, pero ya tengo veinte años, no soy una niña, desde hace tiempo que quería hacer este viaje, además, no estoy sola, voy con Andrew, él es mi amigo, no somos nada, además yo ya tengo novio, solo que no podía viajar conmigo por problemas legales, y es mejor amigo de Andrew, así que hay mucha confianza. Él solo estaba conmigo para cuidarme, para nada más, aunque sé que me ama en secreto, o al menos eso creo, el caso es que estaba cansada de estar en casa y pensé que irme por al menos un mes era lo mejor.


Al entrar al avión me doy cuenta de que Andrew está al lado de la ventana, mirando el aeropuerto como si fuera no sé, una isla lejana. Yo me senté a su lado y saque mis auriculares para escuchar música. Pero no puedo evitar notar que Andrew le temblaba las piernas.


-Andrew, ¿estás bien? -le dije mientras le ponía la mano en el hombro, él pareció asustarse y dio un pequeño salto.


-¿Ah? Sí, estoy bien, eso solo que... -allí hubo unos segundos largos de silencio -Es que es primera vez que viajo con alguien. Y estoy algo nervioso, es todo.


Andrew no era adinerado, pero siempre se las arreglaba para salir de viaje durante meses y conocer el mundo, era algo que me gustaba de él, no vivía cada día como el último, pero sabía sacarle el jugo a su vida, no le importaba si hoy dormía en una cama y mañana solo comía una vez al día, se arriesgaba, aunque debo admitir que a mí me gusta tratar de atinarle al suelo y no a un blanco a mas de mil metros. Lo que quiero decir es que me gusta lo seguro, por eso viajo con Andrew, ya él había viajado a Suiza, y lo conocía bastante bien.


-Este bien si, además, yo solo estaré allá un mes, tú te quedaras mas, yo me iré y ya. -le mencione mientras lo soltaba y me colocaba los auriculares.


-Si...


El avión despegó y nuestras miradas se cruzaron, por fin salí saliendo de mi país, yo estaba muy emocionada, era sencillo, iría a fiestas, conocería lugares y me divertiría, todo con mi mejor amigo Andrew, mi "guía personal". El viaje estuvo lleno de varias conversaciones, entre ellas las experiencias que tuvo Andrew en la Armada, me conto muchas cosas de cuando fue a la guerra. Cuando estaban durmiendo y lo que los despertaba eran los disparos del ejército enemigo, o cuando los morteros caían a sus pies, por suerte nunca perdió ninguna extremidad, aunque perdió muchos amigos, eso le afectó, de hecho sufrió de estrés postraumático después de volver, estuvo varios meses en terapia, lo único que sé es que era soldado de primera división de infantería, y que luego fue francotirador. Pero ya estaba bien, o al menos eso decía el psicólogo, Andrew tenía un entrenamiento militar muy avanzado, aunque nunca se metía en peleas apostaría lo que sea a que si lo hacía ganaría sin dudar.


Al aterrizar en Suiza debíamos empezar a buscar las maletas en la cinta transportadora, con las ocho horas que duró el viaje olvide lo pesada que era la mía, pero Andrew podía con ella y las suyas, creo que cargaba mas de cien kilos entre los hombros, yo le insiste en que me la diera pero él de verdad quería llevarlas. Al llegar al hotel me percaté de que este está situado en una zona más o menos sola, es decir, no tan lejos de la ciudad pero tampoco tenía edificios alrededor, aunque bastaba con pedir un taxi para ir de fiesta, Andrew me dijo que estaría en el hotel, y que para mi comodidad él estaría en una habitación diferente a la mía, esto por si acaso pensaba hacerme algo, aunque yo tenía completa confianza con él.


Era de noche, y yo tenía ganas de salir a alguna fiesta, Andrew solo estaría en hotel así que iría sola, me despedí de él y salí. Pude notar que mientras esperaba el taxi un hombre alto y vestido con ropa deportiva y encapuchado salía del hotel, parecía sospechoso pero no le presté atención, en ese momento llegó el taxista y subí al auto, no fue a hasta ese instante en el que me percate en que ese hombre me estaba mirando, se había parado atrás de mi y solo se quedo ahí. Estaba un poco asustada pero aun así seguí de camino a la fiesta. La noche estuvo muy extraña, todo el tiempo sentía que me veían, y eso no me gustaba, creo que llegue a ver a ese hombre encapuchado un par de veces. Al llegar al hotel fui directo a mi habitación, me sentía muy mal, olvidé que antes de beber debes comer, tenía ganas de vomitar. Mientras vomito en el baño tocan a mi puerta, miro por el ojo mágico y es Andrew, le abro para ver que quiere.


-Hola Andrew. ¿Pasa algo? -le dije mientras le abría la parte.


-No, solo quería saber cómo estabas. -dijo mientras se arregostaba en el marco de la puerta.


-Sí, todo está bien, ¿quieres pasar? -le pregunté mientras le abría paso.


-Bueno. -dijo mientras se sentaba en la cama. -¿Cómo te fue en la fiesta?


-Bien, aunque creo que alguien me seguía, o me acosaba. ¿No es gracioso? -le mencioné mientras me sentaba en una silla que estaba frente a él y reía un poco.


-No Jess, no me parece gracioso. -respondió con un tono de voz algo lento, o extraño, pero no pude evitar reírme un poco.


En ese momento Andrew se levanta y se dirige hasta la puerta, me da las buenas noches y cierra la puerta, no sé por qué, pero tenía una cara casi de molestia, como si yo hubiera dicho algo malo de él o de algo que le importase, solo lo obvié y seguí cambiándome la ropa para irme a dormir. Pasados unos minutos alguien toca la puerta de nuevo, esta vez pensé que era Andrew nuevamente así que abrí sin mirar. Cuando abro puedo ver del otro lado del pasillo, a dos metros de mí al hombre que me venía siguiendo, debido a que sobre nosotros había una bombilla no podía verle la cara, pero sabía que me estaba viendo, se notaba. Tardé un poco en reaccionar pero pude lograr cerrar la puerta, pero antes de poder poner el seguro el hombre comenzó a tratar de abrirla, yo empujaba con todas mis fuerzas pero él solo seguí empujando, era ridículo, la movía como si fuera un mueble, cuando logró entrar corrí rápidamente hasta mi cama y comencé a gritar el nombre de Andrew, pero mi amigo no aprecia, y este hombre desconocido solo se acercaba más y más. Pero de repente se detuvo, solo se quedo ahí parado mirándome mientras yo le imploraba que no me hiciera nada, y luego de unos segundos se va de la habitación, yo estaba en un estado de shock muy fuerte, no podía ni moverme, y justo ahí es cuando Andrew entra al cuarto, y me encuentra tirada en el suelo llorando, me coge de los brazos y siento como si un camión me atropellara, Andrew me estaba sacudiendo, para que saliera del shock.

¿Quien me acosa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora