Después de que Andrew se aseó nos fuimos, el viaje seria largo, por lo que nos pusimos a hablar, hablamos de nuestro pasado, de la secundaria, esos tiempos cuando Andrew era más joven e inocente, y yo era la chica más popular. Nuestros futuros se habían invertido, él siempre fue un marginado, es decir, ninguna chica le prestaba atención, los demás chicos lo golpeaban y maltrataban, yo siempre fui su amiga. Recuerdo el día en que se defendió, tomó al otro chico y empezó a golpearlo, lo empujó contra la pared, haciendo que su cabeza se golpease y dejándolo casi loco, luego con su puño bien apretado le zampó un golpe en la cara, a la vez que le daba en el estomago. Incluso cuando el chico estaba en el suelo tirado inconsciente él seguía, y seguía, tuvimos que llegar yo y Marcus para calmarlo. Resulta que ese chico se llamaba Patrick, y venia molestándolo desde hace varios años, Andrew fue suspendido todo el trimestre y Patrick estuvo en el hospital todo el semestre. Y digo que todo se invirtió porque ahora él era alguien popular, es decir, se enlistó en el ejército, sirvió a su país, ahora era una gran persona.
Yo por otro lado, tenía un trabajo como secretaria muy mediocre, también estaba siendo olvidada por todos. En esencia, él era ahora mi flashback de lo que fui antes, y estaba feliz por él ¿pero que era de mi? Es decir, tuve un pasado horrible, fui maltratada, rechazada y me casi muero una vez cuando era niña, y a nadie nunca le importó pero yo ya había enterrado ese pasado muy profundo en mi mente.
Luego de varias horas de viaje llegamos. Era una cabaña bastante acogedora, madrea de roble, un tejado bastante bonito, los alrededores eran de arboles, muy al gusto de cualquiera. Bajamos las cosas y las acomodamos en la casa, mi habitación estaba cerca de la de Andrew, había un sótano cerrado con llave y una chimenea la cual encendimos. Hacia un frío demencial, y el viento era algo agradable, estábamos lejos de la ciudad y la gente, en un sitio de paz. Como era de costumbre nos pusimos a hablar, aunque no hay mucho que destacar, solo que Andrew parecía extraño, era como si estuviera nervioso. Luego de hacer la cena y hablar un rato más decidimos que era hora de dormir.
Pum, Pum, Pum...-sonaba la puerta.
-¿Quién querrá Andrew? –dije mientras me levantaba de la cama.
El sonido se repetía una y otra vez, cuando por fin pude llegar a la puerta me arreglé el cabello un poco y abrí, mi mirada fue subiendo poco a poco desde sus pies hasta su rostro… no tenia rostro, estaba… tapado, era él, ¡mi acosador!
Cerré la puerta y la trabé, nuevamente iniciaron los golpes, cada vez eran mas y mas fuertes, la puerta temblaba y se agitaba como si se tratase de una película de horror, los pelos de mi nuca empezaron a erizarse, y un escalofrío recorría toda mi columna de abajo hasta arriba. De repente los golpes cesaron, un silencio horrible y profundo invadió toda la casa, y de la nada la puerta se derriba, la había pateado y esta cayó como un roble. Él comenzaba a acercarse cada vez más, su caminar era lento y pesado, no podía gritar, solo me quede con la boca abierta al verlo, era mi fin. Comienza a arrastrarme fuera de la habitación, en el camino empiezo a gritar, y logro ver la puerta del cuarto de Andrew abierta, allí supe que él no podría ayudarme, aun así trate de librarme de mi agresor, aunque era inútil, de verdad era muy fuerte, me arroja por las escaleras que van al sótano y baja mientras yo me acomodo en una esquina.
-¡¿Porque te resistes?! –Dijo mientras se acercaba –No ves que esto hubiera sido mas fácil si no hubieras tratado de huir.
-¿Quién eres maldición? –le dije temblorosa.
-Tú me conoces. –replicó mientras se acercaba más. –Me conoces muy bien de hecho.
-No me hagas nada por favor. –le dije llorando. –No te conozco.
-No, ¡tú me dirás quien soy! –dijo mientras me agarraba y amarraba a una silla.
En ese momento salió del sótano, traté de calmarme, y pensar quien podría ser, pero no se me ocurría nada, la voz me resultaba familiar, pero nada concreto. Trate de liberarme pero era inútil, la soga estaba muy ajustada y apenas podía moverme, luego de varios minutos que parecieron horas él vuelve, tenía una enorme bolsa plástica. Me vendó los ojos y escuché como abría la bolsa, olía muy mal, el olor me mataba, pero luego escucho una silla, se sentó frente mío.
-Ahh… Jess. –dijo mientras suspiraba. –No sabes todo lo que he tenido que sacrificar para esto.
-¡¿Qué quieres degenerado?!
-Quiero que me digas quien soy, ¿en serio soy tan insignificante? –Replicó -¿Te gusta si jugamos algo?
-¿Qué clase de juego?
-Es sencillísimo. –dijo a la vez que reía un poco. –Debes decirme quien soy, cada vez que falles te daré una comida especial.
- ¿Y si adivino qué?
-Si adivinas eres libre de irte, te doy mi palabra.
Evidentemente era un juego sucio, no me dejaría ir, pero no perdía nada con intentar, ya estaba muerta.
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¿Quien me acosa?
Mistério / SuspenseJess, una joven adulta buscando expandir sus horizontes y conocer personas, realiza un viaje a Suiza. Pero rápidamente este viaje se vuelve un infierno cuando se entera de que hay una persona acosándola, y que esta persona no se detendrá hasta tener...