capitulo 8

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Anteriormente


—Ya no es igual, necesito aire fresco, cosas frescas,  tu me entiendes — amplió su sonrisa.

— ¡En serio que estas enfermo! — cotilleo fatigado — mas, en ese caso, ¡me iré contigo! —

— ¿Estas seguro? — preguntó, a lo que Kardia solo asintió rápidamente — bien , ¡nos vamos! — dijo venturosamente — ahora me retiro a terminar algunos asuntos, nos vemos mañana —


* * *

Kardia había pasado todo el resto de la tarde haciendo maletas , con el pensamiento de tener que dejar a Dégel una vez más , pero no podía continuar en Blue Graad ante los problemas que actualmente tenían. Tras todo ese trajín, sentía su cuerpo pesado y agotado, así que decidió dejar todo y se dispuso a descansar.

El dia siguiente se levantó temprano para terminar de empacar algunas cosas, pero al cabo de un rato tenía todo listo.
Luego de todo esto decidió  tomar un baño , ya que a pesar de dejar para después el terminar de empacar, se sentía demasiado agotado y no muy bien. 

Luego de tomar la ducha salió de la recamara haciéndose una coleta, puesto que Manigoldo llamaba a la puerta.

— Buenos días Escorpio — dijo

— Buenos días — respondió kardia. Ambos se situaron en la sala — ¿quieres algo de beber? —

— café — indicó con una amplia y traviesa sonrisa — Oye, en realidad no he desayunado —

— Y que quieres que haga zoquete — gruñó cruzándose de brazos.

— Que me des de comer — aclaró — como todo buen anfitrión—

— Ugh. No puede ser —

Este caminó hacia la cocina . Manigoldo se removió en el sofá que daba a la ventana , cuando de pronto escucho un estruendo.

Cuando llegó al lugar vio a kardia tirado en el suelo. Se apresuró a levantarlo y lo llevo a su habitación. Cancer corrió a llamar al maestro krest que enseguida lo ayudó y explicó que se desmayó debido al cansancio que ocasiona su enfermedad en estado activo.

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— Alguien tocaba la puerta así que fui a ver de quien se trataba y era él, Dégel, dijo que venía a buscarte pero le dije que no estabas, así que se fue sin decir mas — explicó Cáncer.

—¿Qué hacía él aquí? — preguntó Kardia, ya que se había despertado pero aún yacía en su cama.

— No sé — musitó este tocándose el mentón — dime tú.

— ¿Eh? Yo no sé nada — adjuntó desviando la mirada

— Mira entiendo que no me lo cuentes, sabes que jamás hemos sido tan unidos, realmente no sé ni porqué ahora estoy ayudando a un enfermo , pero se lo que está pasando estúpido escarabajo.

— No sé de que estas hablando — mencionó mientras se levantaba de la cama.

— No irás conmigo a Italia — aclaró 

— ¿Quién te creés ? — replicó — no nesecito tu permiso idiota.

— Estas muriendo , lo sabes ¿no? — inquirió en tono neutral — tienes a este tipo que se preocupa por tí.

— Eso no es tu problema

Levantándose del sofá que se encontraba en la recamara, Manigoldo caminó hacía la puerta y se detuvo en ella diciendo

— Solo has que todo esto valga la pena.
Nos vemos Kardia.

Cuando las llamas se disipan  . Donde viven las historias. Descúbrelo ahora