Capitulo 12

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El sol se estaba ocultando, la noche empezaba a caer y los chicos se encontraban en las puertas del templo de Escorpio.

— Cariño sostén esto ¿si? —  Dijo kardia dándole la valija a su chico — ¿donde están? , estoy seguro de que estaban aqu..—

— ¿Buscabas esto? — preguntó Dégel enseñando las llaves que tenia en sus dedos.

— ¿cómo carajos haces eso eh? — musitó luego de abrir la puerta — siempre me sorprendes ¡Cielos! —

Dégel sonrió triunfante,  la vez que se daba paso al lugar..

— ¡Wow! ¡Realmente es hermoso! — susurró  encantado, ya que el octavo templo era algo imponente igual que kardia.

—Todo lo que relacione con migo lo es ... querido — expresó caminando galantemente —lo vez — dijo agregó de detenerse para golpearse la nalga.

—¡kardiaaaa! — gruñó sonrojado ante la acción de su peliazul.

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Por alguna razón que Dégel desconocia , el papa estaba en la sala de estar con Kardia , este lo recibió algo molesto, mas no podia prohibirle la entrada al patriarca.

Deseaba saber de qué hablaban pero era imposible ya que kardia le pidió que se adelantará a la habitación.

—¿Para eso me trajo , para esconderme?— Dijo molesto. Se sentó en la cama y no pudo detener la nostalgia que le invadía— ¿Acaso no quiere que los demás me conozcan?.—

Un rato después.

—¿Cariño donde estas?— preguntó kardia entrando a la habitación —

— Detente — dijo limpiando su rostro.

— ¿Qué pasa? —

— Realmente si hubiera sabido que me traerías para esconderme en esta estúpida habitación no me hubiese movido de MI HOGAR. —

— Oh vamos amor no seas dramático ¿si?

— Eres un idiota kardia — dijo tomando su pijama y encerrándose en el baño.

Kardia suspiró y se sentó en la cama, pues sabía que ya se le pasaría.
Luego de unos minutos lo vió salir del cuarto de baño, traía el cabello envuelto en un paño, con su pantalón holgado y una camiseta que dejaba ver sus pronunciados músculos .

— Vaya que es sexy—  pensó. Deseaba poder tocar, besar y acariciar cada parte de su cuerpo, pero dada la situación deberia aguantarse.

— ¿Qué haces ahí? — preguntó molesto— vete, no te quiero aquí.

Escorpio se levanto de la cama, tomó una almohada y una sábana diciendo

— Tsk! Como quieras. — pero antes de cerrar la puerta le devolvió la almohada en la cara y sonriendo dijo — Te amo, hielera con patas.—

— ¡Kardiiiaaaa! .—

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Al día siguiente el peliazul se encontraba tomando un poco de café cuando Dégel apareció

—¡Buenos días! — dijo Kardia sin mirarlo

— Umm Hola . —

— ¿Ya estás más tranquilo?— preguntó con sarcasmo.

— Supongo que sí

—Bien— señaló — ahora puedes decirme que carajos fue lo de anoche. —

— Dímelo tú  , ¿por qué me traes a este lugar ehh?—

—Eso no importa en realidad — se militó a contestar.

— si importa — objetó realmente molesto — me traes a este lugar y me escondes? ¿ Qué Coños querías demostrarme?

— Oye —indicó kardia de forma tenaz , poniendole un alto a los comentarios sin sentido de su pareja —¿importa si alguien te conoce?¿ Necesitas que otro tipo te conozca para estar feliz? , ¿no te basta que sea yo quien duerma y viva contigo?

— .....— Dégel guardo silencio —no es eso —

Kardia respiro para tranquilizarse, ya que fácilmente se alteraba. Se sentó en el sofá, jaló a Dégel a su lado y tomó sus delicadas manos entre las suyas.

—No te escondí de nadie — explicó—todos van a conocerte pero no por ahora , debes tener algo de paciencia.

— Anoche te escuchabas molesto con el patriarca.

—Se ha molestado por que me fuí — sollozó entre risillas — en realidad no era de gran ayuda aquí, pero así son las cosas, de igual forma no ha pasado a más — pensó un segundo — Sabes, lo he pensado mucho y he decidido deshacerme de la armadura —

— ¿Qué? — preguntó alarmado —No puedes hacer eso Kardia —

— Mira... todo está bien si.. Te lo dije solo para que luego no me hagas un escándalo como el de anoche — inquirió levantando una ceja — así que por ahora, solo disfrutemos este lugar cariño — agregó dándole un pequeño beso.

— Simplemente no sé como haces para aguantarme — dijo con la mirada pérdida en los ojos de Kardia — Yo no sé como puedes escucharme con tanta paciencia, incluso cuando me quejo mucho de la vida.—

— Simple... Te amo — y así pasaron dos días.
Kardia se había encargado de dar paseos con Dégel por todo el lugar. Su amado estaba disfrutando de cada segundo...
Todo estaba saliendo como Kardia lo habia planeado.

Cuando las llamas se disipan  . Donde viven las historias. Descúbrelo ahora