Cuando las llamas se disipan .

Capitulo 2

Mientras Kardia y Manigoldo se dirigían a Blue Graad después de tanto tiempo,Dégel no dejó de preguntarse jamás ¿por qué lo hizo?¿Por qué se fue?.

Sentía un agujero inmenso en su vida desde que se marchó sin entender el porqué. Habían pasado 6 años y lo único que sabia era que se encontraba en Grecia, sin jamás imaginar que estaban a tan sólo un día de su reencuentro.

— ¿Oye Dégel que sucede? — se podía escuchar una voz .

— ¿ehhh? nada, ¿por qué preguntas?

— tienes un rostro peculiar —

— Mmm eso parece — dijo regalándole una pequeña y frágil sonrisa a Unity quien lo miró y tomando una caja se retiró de la habitación. Dió un largo suspiro —  ¿Qué me esta sucediendo? ¿por qué después de tanto tiempo siento una opresión en el pecho al pensar en ti y en aquella despedida? — se cuestionó el joven acuarino mirando su mano, en la cual sostenía un libro que había sido un obsequio de Kardia.

Al día siguiente

— Oye Unity no te atrevas a tocar esas manzanas — indicó Dégel irritado.

— ¿Qué? ¿Qué te pasa? Entonces porqué las pones en la mesa— objetó el joven caballero , quien se había vuelto muy cercano a Dégel .

— Dije que solamente no las tocaras — gruñó de nuevo usando su Polvo de diamantes en Unity, que de no ser porque este lo logró esquivar no sabría lo que hubiese pasado.

Últimamente el chico de cabello verde se encontraba demasiado irritante para la mala suerte de Unity.

Tras horas de reclamarle a Dégel sin que este lo escuchara, decidió simplemente retirarse.

Unity se había convertido en un caballero. Dégel estaba bajo el servicio de Athena, ayudando a proteger Blue Graad. Unity y el pequeño chico de hielo habían sido amigos desde que kardia se había ido, Sin embargo, a pesar de que sostenían una relación más íntima desde hace un tiempo, Dégel últimamente tenía algo diferente , se pasaba metido entre sus libros, era más frío y severo que siempre, se mantenía de muy mal humor, cosa que Unity no lograba entender.

* * *

A la mañana siguiente Dégel por alguna razón que ni el mismo entendió, decidió ir al lugar en donde había visto por ultima vez al chico de cabello azul.

Al llegar se detuvo solamente a mirar como un manto blanco cubría todo a su alrededor, y por un momento sintió que la desesperación lo invadía, así que se tumbo en el suelo cubierto de nieve.  Se quedó ahí con sus ojos cerrados, su cabello estaba esparcido por todo el lugar cuando de pronto dentro de sus mismos pensamientos, se reflejó un pequeño momento fugaz -¿Constelaciones alineadas quizás? -  repentinamente se vino a su memoria un momento olvidado. El beso, su beso con Kardia. 

— Kardia — murmuró con un tono casi imperceptible.

— D..dégel — Se escuchó.

— ¿Acaso..? — mencionó aún en la nieve para proceder a abrir sus ojos, divisando a un hombre alto, de cabello azul muy largo,  alborotado y con ojos perfectamente azulados .

— Por los Dioses que haces ahí. levantate o dentro de poco realmente serás un cubo — demandó. 

Este se quedó en silencio , no podía creer que estaba viendo a aquel joven que se marcho cuando tenían 17 años ¿por qué precisamente ahora? , es como si lo hubiesen traído sus propios pensamientos.