Si hay un Dios, que por favor me lleve, por que diablos se le ocurriría a Young pedirle a mi hermano, su permiso para que salgamos?, creo que se golpeo la cabeza, o no se quien en su sano juicio iría a pedirle algo a la persona que lo odia sin reparo?... los nervios erizaban los bellos de mis brazos y sufría de escalofríos cada cinco minutos.
-No tienes que ir, cariño, aun te quiero vivo sabes?- dije nerviosa...
-Quiero ser tu novio oficial, y no me esconderé de tu hermano ni de nadie-
-Espera a que mis padres regresen, es a ellos a los que tienes que pedirles permiso, Wompil no decide sobre mi vida-
-No, a tus padres me los comprare seguramente, pero a Wompil no, seguro que si se entera le dirá cosas feas de mi a tus padres y nos separan, pero si lo convenzo a el estaremos tranquilos, preciosa, aparte no me gusta que acepte a Dowoon y no a mi, me conoce!-
-De acuerdo, pero no peleen-
-No te prometo nada, Su-
No respondí, solo camine a mi casa tomada de su cálida mano, estaba resignada y nerviosa a la vez, al traspasa el umbral de esta, se cayó mi alma al suelo.
-Su te esperaba a cenar, cocine lo que mas te gus...- quedo con la mirada impactada en mi mano entrelazada en la de Young- suéltala- grito.
-Yeonpil escúchame, quiero a tu hermana- dijo suave.
-NO ME LLAMES ASÍ, NO TIENES EL DERECHO, ARRUINASTE MI VIDA, Y AHORA ARRUINARAS LA VIDA DE MI HERMANA? SEGURO TU MADRE HUYÓ DE TI POR QUE LE ARRUINASTE SU VIDA TAMBIÉN!.- Wompil estaba fuera de si.
-Wom cálmate, hablen como personas civilizadas por una vez- acote.
-Vete a tu cuarto, no quiero lastimarte una ves mas.-
-No, me quedare, este también es mi asunto, no me iré ni loca.-
-Por favor- sus ojos suplicantes llegaron a convencerme.
Subí a mi habitación, estaba tan nerviosa y llena de miedo, que estarían hablando, todo estaba en completo silencio, ya no tenía uñas de tanto que me las mordía, pensé que estaban hablando como dos adultos, pero supuse mal, de la nada se escucharon ruidos de que se estaban golpeando, mi corazón bombeaba con una fuerza descomunal, quería salir corriendo e ir a separarlos antes de que se mataran, pero mi subconsciente me decía que no debía meterme.
Por lo que sabía ellos se conocían hace tiempo, Wompil lo conocía lo suficiente como para decir que su madre había huido, algo que yo no sabía de hecho, aun las dudas arrasaban en mi cabeza, pero no quería dudar de ellos, uno era mi hermano, y el otro era la persona que mas quería, tenían que solucionarlo, no podía elegir entre ellos dos, me era imposible hasta pensarlo.
Pasada media hora los ruidos cesaron, pero no quería bajar y encontrarme con uno muerto o inconsciente, no lograba ni hacerme la idea, mis manos titubearon en la perilla de mi puerta, y después de cinco minutos la atravesé, ya me estaba imaginando lo peor, baje las escaleras con sigilo y llena de temor, al llegar a la sala, la mandíbula se me callo al suelo, sillas tiradas, cuadros y jarrones rotos las paredes salpicadas con sangre, la puerta de cristal que se dirigía al patio estaba rota, me asome por ella y los vi, acostados a la orilla de la piscina completamente empapados... riendo... riendo? pero que diablos?
-Que demonios sucedió aquí?- pregunte anonadada.
-Hola cariño- dijo Young casi sin aliento.
-No te preocupes pequeña arreglamos los asuntos como los hombres lo hacen.- dijo Wompil.
-No me importa si se unieron al club de los machos alfa pechos peludos lomos de platinos, metro ochenta, la casa es un desastre!!!-
-tranquila pequeña lo arreglaremos, a lo sumo tendrás un chiflete por la puerta, pero déjanos respirar estamos cansado- dijo Young-
-Muy cansados- sumo mi hermano.
-Y que hacen empapados? Wompil no sabes nadar!-
-Lo se mejor que tu, no vimos por donde íbamos y caímos a la piscina, si no fuera por Brian yo no la estoy contando.-
-Por que todos lo llaman asi?-
-No todos preciosa, solos los que me conocen de la casa hogar, una monja me llamaba asi, y así quede.-
-Por que me entero siempre al ultimo?-
-Por que eres curiosa hermana-
Me encontraba furiosa, hoy mis estados de animo cambiaban cada cinco molestos minutos, luego de estar acomodando el desastre, limpiando las paredes y juntando cada trazo de cristal desparramado, cure sus heridas, no eran muchas, un par de cortes, que no necesitaban puntadas, un par de labios rotos, un ojo morado, tenía ganas de matarlos por reírse de sus rostros... idiotas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-En fin, hieres a mi hermana, y te ira peor Brian- wompil decía riendo.
-No lo haré, amigos?- tendió su mano en la dirección que wompil estaba sentado y este la estrecho.
-Solo si no la lastimas, se acaba el trato si le pasa algo-
Aquí he vuelto con otro capitulo.. espero que les guste, y si quieren pasen por mi otra historia, ya va por el capitulo cuatro.... besos, y disfruten de la lectura, harita