Ya había pasado casi una semana desde que volvió del hospital con Scarlett y Sara aun no era capaz de contarle todo lo sucedido, estaba desesperada, sentía que iba a enloquecer en cualquier momento, el esposo de su amiga no había sido bueno con ella hasta el punto de obligarla a escapar, pasaron por muchas cosas para poder llegar allí y acababa de arruinarlo por un imbécil que le pareció confiable, como lo odiaba, no se cansaba de maldecir a Alan, debió suponer que ningún hombre con cara bonita era confiable.
En la última visita que le hizo con la esperanza de que todo aquello solo fuera una mala broma, en un arranque de furia termino propinándole una buena cachetada, hasta la mano le dolió durante el resto del día, pero como se arrepentía de no haberte tirado una silla encima al menos, una pequeña bofetada no es nada comparado a lo que él hizo.
Al llegar la cena, igual que todas las tardes, se sentó junto a su familia, Scarlett, su hija Elyse y su hermana Celine, pero estaba dispersa, apenas si se atrevía a tocar la comida y mucho menos a responder o seguir las conversaciones que se mantenían en la mesa, si no hablaba de una buena vez iba a terminar reventando en cualquier momento, estaba desesperada, su amiga debe estar preparada para lo que se le viene y no podrá estarlo si no saca la valentía para contarlo todo.
-Sara, ¿Estas bien? Pareces extraña – dijo Scarlett llamando su atención, pestañeo y la miro, parecía preocupada, el ceño de Sara se frunció, ¿Qué fue lo que le pregunto? Suspiro y asintió, pero debe aprovechar el momento.
-Oh sí, no tienes de que preocuparte, estoy perfectamente, es solo que he cometido muchos errores últimamente y la verdad no sé cómo remediarlos – admitió ella, tal vez no era la mejor forma de empezar una conversación tan grave e importante pero era la única que se le ocurría, debía hacerlo poco a poco; aunque era capaz de enfrentar dragones y bestias, a lo único que la joven tenía era a lastimar a sus seres amados, como a su mejor amiga, era como su hermana, si llegaba a dañarla no se lo perdonaría nunca.
-¿A qué te refieres Sara? Dime lo que está sucediendo, tal vez así pueda ayudarte, sabes que puedes contar conmigo y siempre estaré ahí para ayudarte, anda, dímelo, seguro que no es tan malo – sonrió ligeramente intentando tranquilizarla, pero fue imposible, en cualquier momento las lágrimas empezarían a mojar sus mejillas y poco podía hacer para evitarlo, pero se prometió si misma acabar con el doctorsucho ese.
-Oh Scar, ¡Es que a veces soy tan estúpida! Y el idiota ese no me dio tiempo, ni siquiera me dejo explicarle o más suplicarle que no dijera nada, el mundo es demasiado pequeño y temo que a veces no puedo con él, la verdad es que no sé cómo explicártelo, ya hasta empiezo a divagar, además, no creo que sea el lugar – Scarlett frunció el ceño confundida.
-Bien, en cuanto yo termine con Elise y con Celine, luego de llevarlas a dormir, tu y yo nos sentaremos en el jardín, en el césped, como hacíamos de pequeñas, veremos las estrellas y me contaras todo lo que está sucediendo, seguro que encuentras la forma de explicármelo porque ten por seguro que no te dejare en paz hasta que me cuentes hasta el más mínimo detalle – Sara casi pudo sentir como su palidecía su rostro e intentando ocultar el temblor en sus manos, asintió, había llegado el momento de la verdad.
Mientras arreglaba un par de mantas en el jardín para poder hablar cómodamente sin problema alguno pensó en su vida, nunca fue una mujer solitaria, nunca la falto belleza o dinero, era consciente del deseo que muchos hombres sentían al verla y hasta llegó a acostumbrarse a una vida llena de rellenos, artificios, falsedades, hasta un día se dio cuenta de lo vacía que se sentía, el mismo día que rompieron el corazón que nunca creyó tener y la hicieron caer tan bajo que poco quedo de ella y solo hasta que conoció a Scarlett fue capaz de encontrarse a sí misma, ella la salvo y nunca tendría como pagárselo.
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Huyendo del amor - CAPITULOS DE MUESTRA
RomanceA veces, huir, puede convertirse en la mejor decisión, pero pocos son capaces de alejarse del amor. Alan es un joven y apuesto doctor que no tiene intención alguna de sentar cabeza y buscar matrimonio, es de los hombres que prefieren disfrutar y dej...